Viendo las conductas y
resultados en la gente que me rodea, pienso seriamente en esto. No me griten de
pronto: ¡NOOO! Hay que analizar primero. ¿Cómo anda el mundo para la gente buena?
Quienes viven con honestidad y buenos propósitos, procurando su propio
sustento, ayudando a quien lo necesite dentro de sus posibilidades, ¿reciben a
cambio lo que brindan? ¿Se les reconocen sus cualidades y se les premia por las
buenas acciones? Deberían al menos pagar menos impuestos, tener beneficios
acordes a su buena conducta, trato amable y educado de parte del prójimo,
posibilidades de progreso en su vida laboral, y que haya otros que sigan su
ejemplo para el bien general. No es la realidad que vivimos, a menudo vemos el
triunfo de los corruptos, el cinismo como bandera, no se les mueve un pelo a
los malos. Sus conciencias aletargadas, muy alejadas como para escucharlas.
Seguro las habrán perdido en el largo camino de la ambición.