Un tema recurrente me llevó a
pensarlo, no ligado a creencias religiosas, sino como explicación a un
interrogante mío. Numerosas personas se han manifestado, en diferentes lugares
del mundo, en cuanto a residir en un cuerpo extraño, que no condecía con su
propia percepción. Por lo tanto, se han operado para cambiar su sexo, o viven
su sexualidad libremente con gente de su mismo género, cambiando su apariencia
o no. En la antigüedad se vivió como algo natural, con la evolución se procuró ocultar
las tendencias como algo vergonzoso, actuando una irrealidad. Ahora no se
discute, como en otros tiempos, si se trata de una enfermedad, eso fue zanjado.
Pero me inquieta, más allá de las definiciones psicológicas, el sentido que
pueda tener. Me incliné por hallárselo en el tema de la reencarnación, alguien
que vivió como mujer, en la vida siguiente tiene forzosamente que sentir como
tal aunque nazca en un cuerpo masculino, y viceversa. Y ya no se espera a ser
mayor para tomar decisiones, algunas mamás tienen que acompañar a sus hijos
pequeños en estas vivencias. Recuerdo haberme quedado pasmada al leer y
enterarme de esto, pero si se da es porque tiene que ser. Y como diría mi tía
Rosa, la de los duendecitos, cada uno hace su “way”.
jueves, 15 de febrero de 2018
domingo, 4 de febrero de 2018
TERAPIA DE GRUPO
Eran alrededor de las nueve
de la mañana del domingo, y mi hijo y yo estábamos ante la computadora, él leía
algo que yo había escrito y me daba su opinión. Derivó en una observación suya
ante una actitud repetida mía, en la cual yo estaba segura de que había
expresado claramente algunos límites que se debían observar, y el resultado
había demostrado lo contrario. Me señaló algo puntual que no viene al caso
transcribir porque no es esencial para comprender la situación y agregó, vos
tenés que ser clara en el momento en que suceden las cosas, siempre usás un
mismo tono para decir si algo está mal, o a veces te callás para no crear problemas
y reaccionás tarde y todo queda desvirtuado. Recordé una conversación con mi
hija, ella me decía que cuando uno pone un límite lo debe actuar, si no lo
hace, todo seguirá igual. Después de
algunas horas, ya entrada la tarde, mi hijo entró en mi habitación, yo miraba un
programa de televisión, llevaba el termo y el mate y lo cebó y lo tomó
reiteradamente. Entonces vi mi oportunidad de ser coherente, actuar en el
momento en que algo me molestaba y le dije, ey! estás tomando solo y no me
convidás! El me entregó su carga y se fue, muy ofendido. Ahora, yo pregunto, en
qué quedamos? Si uno no dice en el momento algo y se lo guarda, al mencionarlo
más tarde cae mal. Y si lo hace en el mismo instante, también cae mal?
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