En estos días estamos lamentando la
muerte de chicos jóvenes en una discoteca de música electrónica. En todos los
medios periodísticos se trata el tema de
distintas maneras y buscando responsables. A veces hay alguien sensato que
empieza por lo primero. ¿Qué le pasa a la gente que no encuentra felicidad más
que en el consumo de sustancias? En este mundo loco parece no haber cabida para
la vida espiritual que tanto colma las necesidades humanas. Ahí es donde entran a tallar los que se
aprovechan de las debilidades y lucran con la salud sin importarles el daño que
causen, solo llenar sus arcas y ampliar el negocio lo más posible. Una gran
falla está en las familias, el correr cada uno por sus intereses particulares, dejando
a la deriva a los hijos, a veces rompiendo el hogar y formando uno nuevo. Y la
rueda gira. Escuché a la mamá de una de las víctimas diciendo que su hijo no se
drogaba. Bueno, parece que sí lo hizo porque por ese motivo ya no lo tiene más.
Abramos los ojos, estemos cerca, demos ejemplo, acerquémosles motivos para
vivir bien, con sueños, con esperanzas en sus propios logros y esfuerzos.
viernes, 22 de abril de 2016
lunes, 11 de abril de 2016
SORPRESAS, EMOCIÓN, ALEGRÍA
Así fue el día de ayer, mis hijos
organizaron una fiesta para festejar mis
setenta. Sabía que iríamos a comer afuera, de entrada le discutía a mi hijo menor porque yo
insistía en que tenía mal la dirección, que el restaurante quedaba en otro
lugar, él pacientemente me decía, no, es otro, lo tengo anotado. Hasta que llegamos ante un salón de festejos
y me dijo, es acá. Ya en la puerta, me recibieron las personas encargadas. Mis
anteojos necesitaron limpiaparabrisas en ese instante, lo que dice el título y
en ese orden me llevaron por delante. Toda mi familia estaba ahí, pasamos unas
horas inolvidables, los chicos tuvieron sus juegos y los grandes también, nos
divertimos mucho y comimos rico. Al regresar a mi casa seguía lagrimeando
reviviendo esos momentos. Muchas gracias a todos, nunca lo voy a olvidar.
sábado, 9 de abril de 2016
LA OTRA CARA
Mi anterior post trató sobre la
felicidad de dar. Bueno, charlando con
mi amiga Irene hace unos días atrás, hice un descubrimiento no muy agradable
sobre mí, que resultó ser la otra cara de mis buenas intenciones. Resulta que
la conversación versaba sobre salir a comer con amigas y compartir. Ella me
contaba que le disgustaba la manera en que una de ellas se comportaba. Pedía un
plato en exceso suculento para ella sola y luego dejaba la mitad. Ante la
pregunta de por qué no lo repartían entre las dos, su amiga le contestó que lo
dejaba para los pobres. El problema residía en la manera en que alguien que lo
necesitara pudiera acceder a esa comida. Si el restaurante lo descartaba, ¿cómo
entonces se podría cumplir su buen propósito?
Mirando entonces mi propio comportamiento vi que en mi caso ¡de ningún
modo me dejaría convencer de compartir mi postre!
sábado, 2 de abril de 2016
MI VIDA SATÉLITE
Tiempo de reflexión. Mi vida
resultó ser un satélite. No es una queja, sino una definición bastante cercana
a la realidad. Y es que mi natural vocación de servicio se ha visto siempre
supeditada a los intereses familiares. Esto no se trata de haber dejado de lado
una carrera brillante o una vocación trunca. Sino de mi auténtico destino, es bueno
saberlo para no amargarme en supuestas lucubraciones. A menudo sucede que me
han dicho, y vos qué querés hacer? Cuál es tu deseo para vos misma? Me quedaba
en ascuas, y es que la respuesta fue siempre, las personas que me rodean, familiares
o amigas constituyen mi vida. Si no hubiera formado una familia habría sido una
servidora social en cualquiera de sus perfiles. Mi ex marido, cuando
trabajábamos en la misma empresa, me llamaba hermanita de la caridad porque
ayudaba a cualquiera que me lo pedía. Admiro a las mujeres que forjaron su
destino en alguna profesión destacada, pero la mía es el servicio, y aunque solo
lo realizo en la esfera más cercana no lo valoro menos.
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