viernes, 22 de abril de 2016

¡BUSQUEMOS AL CULPABLE!

           En estos días estamos lamentando la muerte de chicos jóvenes en una discoteca de música electrónica. En todos los medios periodísticos  se trata el tema de distintas maneras y buscando responsables. A veces hay alguien sensato que empieza por lo primero. ¿Qué le pasa a la gente que no encuentra felicidad más que en el consumo de sustancias? En este mundo loco parece no haber cabida para la vida espiritual que tanto colma las necesidades humanas.  Ahí es donde entran a tallar los que se aprovechan de las debilidades y lucran con la salud sin importarles el daño que causen, solo llenar sus arcas y ampliar el negocio lo más posible. Una gran falla está en las familias, el correr cada uno por sus intereses particulares, dejando a la deriva a los hijos, a veces rompiendo el hogar y formando uno nuevo. Y la rueda gira. Escuché a la mamá de una de las víctimas diciendo que su hijo no se drogaba. Bueno, parece que sí lo hizo porque por ese motivo ya no lo tiene más. Abramos los ojos, estemos cerca, demos ejemplo, acerquémosles motivos para vivir bien, con sueños, con esperanzas en sus propios logros y esfuerzos.


lunes, 11 de abril de 2016

SORPRESAS, EMOCIÓN, ALEGRÍA

         Así fue el día de ayer, mis hijos organizaron una fiesta  para festejar mis setenta. Sabía que iríamos a comer afuera,  de entrada le discutía a mi hijo menor porque yo insistía en que tenía mal la dirección, que el restaurante quedaba en otro lugar, él pacientemente me decía, no, es otro, lo tengo anotado.  Hasta que llegamos ante un salón de festejos y me dijo, es acá. Ya en la puerta, me recibieron las personas encargadas. Mis anteojos necesitaron limpiaparabrisas en ese instante, lo que dice el título y en ese orden me llevaron por delante. Toda mi familia estaba ahí, pasamos unas horas inolvidables, los chicos tuvieron sus juegos y los grandes también, nos divertimos mucho y comimos rico. Al regresar a mi casa seguía lagrimeando reviviendo esos momentos. Muchas gracias a todos, nunca lo voy a olvidar.

sábado, 9 de abril de 2016

LA OTRA CARA

            Mi anterior post trató sobre la felicidad de dar. Bueno,  charlando con mi amiga Irene hace unos días atrás, hice un descubrimiento no muy agradable sobre mí, que resultó ser la otra cara de mis buenas intenciones. Resulta que la conversación versaba sobre salir a comer con amigas y compartir. Ella me contaba que le disgustaba la manera en que una de ellas se comportaba. Pedía un plato en exceso suculento para ella sola y luego dejaba la mitad. Ante la pregunta de por qué no lo repartían entre las dos, su amiga le contestó que lo dejaba para los pobres. El problema residía en la manera en que alguien que lo necesitara pudiera acceder a esa comida. Si el restaurante lo descartaba, ¿cómo entonces se podría cumplir su buen propósito?  Mirando entonces mi propio comportamiento vi que en mi caso ¡de ningún modo me dejaría convencer de compartir mi postre!


sábado, 2 de abril de 2016

MI VIDA SATÉLITE

                  Tiempo de reflexión. Mi vida resultó ser un satélite. No es una queja, sino una definición bastante cercana a la realidad. Y es que mi natural vocación de servicio se ha visto siempre supeditada a los intereses familiares. Esto no se trata de haber dejado de lado una carrera brillante o una vocación trunca. Sino de mi auténtico destino, es bueno saberlo para no amargarme en supuestas lucubraciones. A menudo sucede que me han dicho, y vos qué querés hacer? Cuál es tu deseo para vos misma? Me quedaba en ascuas, y es que la respuesta fue siempre, las personas que me rodean, familiares o amigas constituyen mi vida. Si no hubiera formado una familia habría sido una servidora social en cualquiera de sus perfiles. Mi ex marido, cuando trabajábamos en la misma empresa, me llamaba hermanita de la caridad porque ayudaba a cualquiera que me lo pedía. Admiro a las mujeres que forjaron su destino en alguna profesión destacada, pero la mía es el servicio, y aunque solo lo realizo en la esfera más cercana no lo valoro menos.