Anoche soñé con Imanol Arias, él era joven y
yo también, tenía asignada la tarea de ser su traductora porque al ser “barcelonés”
les explicaba yo a las demás personas, no se le entendía mucho. Claro que yo
tampoco, pero parece que en el sueño eso no era importante. Lo realmente
importante era que él estaba a mi lado, sentado en una platea de cine-teatro. Detrás
de mí lo tenía al representante que me repetía, mira que él es muy tímido,
pregúntame a mí. En mi regazo descansaba una hermosa orquídea en su caja
transparente que me había obsequiado Imanol, ¡o su representante! Pasaba gente
que lo saludaba afectuosamente, él muy atento correspondía al saludo. Un
muchacho vestido de jugador de rugby lo abrazó calurosamente, Imanol se paró y
correspondió el abrazo, luego me dijo, es amigo de parranda nomás. Yo lo miraba
y no podía creerlo, ¡qué hermoso era! En un momento puso su pierna en el
asiento del lado contrario, formando un bello triángulo con su jean y sus botas
negras. Y ahí terminó mi sueño. No me conformo, ¡esta noche intentaré retomarlo!