domingo, 26 de abril de 2015

LA PAZ ENGORDA

             Esta curiosa definición es el resultado de mi experiencia personal. Desde hace bastante tiempo disfruto de una paz que me llevó bastante trabajo obtener. Como resultado tengo unos seis kg de más, alegremente conseguidos sin ningún esfuerzo de mi parte. Ya hace algunos años, un sacerdote argentino muy particular había definido a la paz como un egoísmo más que como un logro.
Decía que ese estado nos lleva a una beatitud muy cómoda pero que nos desconecta del entorno agitado con el cual debiéramos estar en sintonía. Por supuesto que no se refería a la paz entre los pueblos, sino a esa otra sensación personal y placentera. Así que desde mañana lunes me propongo iniciar una etapa de stress acelerado a bordo de unas buenas zapatillas y unas cuantas cuadras para recorrer, además de cerrar un poco la boquita ante manjares tentadores. Perder un poco de paz me liberará de esos kilitos molestos.


domingo, 19 de abril de 2015

¡LA ALCANCÉ A LAURA!


                     

                      Con Laura somos amigas desde hace ¡medio siglo! Cuando entré a trabajar en aquella empresa ella ya estaba, y desde el principio tuvimos buena relación, aunque nos tratábamos de usted porque esa era la costumbre allá lejos y hace tiempo. El día de mi cumpleaños me dio una gran noticia, ¡la había alcanzado en la edad!  En el umbral de los setenta decidió detenerse y esperarme, así que ahora andamos recorriendo los sesenta y nueve del brazo y en la distancia. Desde su querida Mendoza, que adoptó a poco de casarse, se comunica por skype (creo que es así) con dos de sus hijas que residen en Canadá y con un hijo que se mudó a otra provincia. Para compensar, tiene a la hija mayor viviendo a cinco cuadras. Disfruta de dos de sus nietos a diario y se comunica con los restantes a través de la pantalla de su computadora. Me quiere convencer de que instale el programa para hablarnos seguido, yo me resisto porque me manejo solo con mi blog y los correos, pero creo que pronto tendré que rendirme y entender que hay que aprovechar los avances para no perder la cotidianeidad de las charlas.

miércoles, 1 de abril de 2015

HOJAS



El atardecer va muriendo a través de mi ventana
La noche avanza sin defensas
Impacientes
las hojas blancas esperan
ningún trazo las perturba.
Los árboles van cambiando de color
anunciando la llegada del otoño.
Las sierras y el río cercano me dieron la bienvenida
Pronto verán mi figura inclinada
a lo largo de la costa cada mañana
mis pasos crujiendo leves y rápidos
sobre las hojas parduscas.
Las nubes amenazan tormenta.
El olor a tierra húmeda inunda la casa.
Un vendaval de agua y viento
golpea con furia los cristales.
Envuelta en la oscuridad
busco lámparas y un abrigo.
Afuera el paisaje lucha por sobrevivir
Cuando todo se calme
cumpliré mi promesa del largo paseo matinal
Anticipo esa nostalgia
de la alfombra dorada bajo mis pies.
Más tarde, las hojas que esperan
desbordarán de palabras
atolondradas
incontenibles
rebasarán el papel
¿Fue la lluvia que salpicó mi cara
o son lágrimas las que corren tibias hacia mi boca?