viernes, 29 de noviembre de 2013

CUANDO TODO PARECE FLUIR

                Miraba por la ventanilla y recordé una situación que me hizo brotar una sonrisa. Los negocios aun no habían levantado las persianas, faltaban veinte minutos para las ocho. Ahora se me borró por completo ese recuerdo, pero no es importante, solo fue el disparador para que mi mente divagara libre de la ansiedad, que tan a menudo me acomete, pensando en las tareas que me esperan.
Como transitaba la zona de Once, algunos hombres jóvenes o maduros caminaban por las calles, sus cabezas cubiertas con un inconfundible sello identificatorio de su religión judía, vidas dedicadas a la industria textil, en la mayoría de los casos. “La memoria de Abraham” del autor Marek Halter, es un libro que ya ni sé cómo llegó a mis manos, pero que me fascinó como tantos otros a lo largo de mis lecturas. Una familia dedicada a la imprenta y los derroteros de sus descendientes son los protagonistas de la historia que ahí se narra. Cada vez más me interesan las auto-biografías, o biografías contadas desde la intimidad, ya casi no leo ficción, con algunas excepciones en cuentos. Guardaba con mucho sigilo mi opinión sobre las novelas de Gabriel García Márquez, no coincidía con la gran admiración que suscitaban. Pero el día que leí, gracias a un regalo, “Vivir para contarla”, me encantó. No sé como llegué a hablar de libros, no era mi intención, tal vez es el resultado del fluir de este presente mío.


sábado, 16 de noviembre de 2013

LA ETAPA EGOÍSTA

                      Hoy tuvimos una charla con mi hijo menor.  Al principio me reía mucho porque él insistía en que estaba muy encerrada, que no hacía vida social, en fin, de acá para allá entre la casa de mi hija y la mía, alguna salida con amiga del ex taller literario, sola al cine de vez en cuando, y casi nada más. En determinado momento se enojó porque no lo tomaba en serio y me espetó que lo que tenía era miedo, un gran miedo de salir a la vida. Miedo a una relación nueva, a que me puedan decepcionar, o a comprometerme con otra persona. Ahí frené, puse marcha atrás y me detuve. ¿Tenía razón? Y recordé en ese momento una frase de un sacerdote escritor nuestro, Luis  … se me escapa el apellido, no tiene mucha importancia, pero él decía claramente que la paz era similar al egoísmo. Estar en paz, no salirse del molde, cuidarse, es la forma encubierta y descarada del egoísmo. Aún ahora no puedo clarificarlo del todo, debe ser algo inconsciente, enmascarado con la comodidad de la paz conseguida y defendida a capa y espada. Bueno, si es así, tengo que aceptarlo, estoy en mi etapa egoísta.
P.D. Hoy, 19, recién pude recordar y buscar en internet el nombre del escritor y ex sacerdote, Hugo Mujica, hasta el nombre le había cambiado. Curiosamente todos sus datos los encontré en diarios de España, parece que en nuestro país ya no se lo toma muy en cuenta.


domingo, 10 de noviembre de 2013

LA PANCITA EN MOVIMIENTO

Una pancita coronada de moneditas se ve en primer plano,
bailando al compás de una música árabe. El traje de la odalisca es de color violeta, que en contraste con su piel muy blanca y su larga cabellera oscura le da un toque muy especial. 

            No podemos dejar de mirarla por la gracia de sus movimientos, su sonrisa no decae en el transcurrir del baile.  Mueve la cabeza de un lado a otro y como una ráfaga desplaza a sus compañeras casi sin querer, es evidente su afán de hacer su trabajo a la perfección, al concluir envía besos a la platea y muestra una gran alegría al recibir los aplausos, se inclina hacia el piso casi tocándolo con sus reverencias, junto a las otras bailarinas, un conjunto multicolor pleno de inocencia y encanto. 

             Las danzarinas tienen entre tres y cuatro años y ya imaginan ustedes a la protagonista, su abuela no puede disimularlo.