lunes, 14 de noviembre de 2011

                         LLOVIÓ SOBRE MI CAMA


                     
                  Sí, aunque no lo crean, un día de la semana pasada llegué y encontré mi cama empapada, miré la ventana, (había llovido ese día) cerrada completamente. Miré el techo, no vi nada extraño, solo la rajadura eterna por el movimiento del edificio. Así nos lo dijeron los que saben. Mi cabeza daba mil vueltas buscando una explicación. Fui al piso superior, toqué el timbre, tardaron en abrirme, son inquilinos que se instalaron hace pocos meses. Lo supe enseguida porque el perrito hizo pis en su balcón y cayó sobre el mío. Por el momento, asunto superado. El muchacho me miró curioso, le pregunto, tuvieron alguna pérdida de agua en el baño? Se queda mirando hacia un costado y me responde, está algo tapado, ya avisamos. Ah, entonces ese fue el problema, cayó agua sobre mi cama. Abre más los ojos, no me diga, sí le digo, y ahora? Llamo a la administración, le contesto. Dejé mensaje, ese día y al día siguiente. No tuve respuesta, raro, pensé. El sábado pagué las expensas y pregunté al administrador qué sabía sobre el tema. Nada, nadie se quejó de pérdidas, ni mi vecino le había avisado. El encargado, ahí presente, aclara, parece que no estaba tapado el baño, sólo bajaba de a poco el agua. Ah… retoma el administrador, fue en el lugar por donde pasa la luz? Sí, al lado. Ah… Y volvió a caer agua? No, hasta ahora, no. Me quedo esperando algún otro comentario. Siguió escribiendo los recibos. Lo miré, aunque no me miraba, (está muy flaco, y serio, siempre es muy atento) y le dije. Yo lo voy a tener al tanto, por las dudas, dejo la cama contra la pared unos días. Asintió y nada más. Tendré que recurrir a una vidente?



viernes, 11 de noviembre de 2011

DEDICADO AL GAUCHO SANTILLÁN

Este amigo reciente y talentoso está pasando un mal momento, la pérdida lo acongoja,
la incomprensión lo acorrala, pero acá estamos sus compañeros virtuales para brindarle
nuestra mano, nuestra palabra, respetamos su decisión de dejar de escribir por un tiempo.
Pero sabemos que cuando todo se calme volverá con nuevos bríos, y desgajará sus
dolores y pondrá en palabras todo lo que lo habita. Y será también un consuelo para los
días que vendrán. Un abrazo grande Gaucho, cuando abras los blogs de tus amigos
verás que todos están a tu lado.

jueves, 3 de noviembre de 2011

YA NO ESTOY AQUÍ

                    Nadie me cree, desde hace más de una semana abandoné este mundo y en mi familia parecen no darse por enterados. Miran hacia mi cama y hablan entre ellos en voz baja, luego me sonríen con ánimos. Actúan como siempre, me sirven la comida, se dirigen a mí con afecto y consideración, me preguntan cómo me siento. ¿Qué cómo me siento? ¡Me siento ausente! ¿No ven que estoy acá arriba dando vueltas y vueltas?


                    Ya en la mañana temprano empieza el desfile, yo les grito, ¡Ey, acá estoy! Ellos como si nada, hablan con la cama, cambian las sábanas, llevan la silla de ruedas hasta el baño, luego la traen de vuelta, sonriendo, siempre sonriendo. ¡Qué caras de estúpidos tienen! Nunca vi gente tan cabezadura. Me da pena por los chicos, ellos me traen caramelos, se sientan y me cuentan lo que hicieron durante el día, si se pelearon en la escuela. Eso es lo que más voy a extrañar. Las charlas con mis nietos, son tan chiquitos e inocentes. Pensar que un día van a ser tan tontos como sus padres y tíos, que no se dan cuenta de que el viejo se fue.