lunes, 15 de enero de 2024

VISITA INESPERADA

 

                    Subí la persiana unos centímetros para descubrir el amanecer. Sobre el alféizar había dos globos, uno verde, el otro desapareció antes de que pudiera ver su color. Quise continuar subiendo la cortina enrollable, no pude, quedó atascada. En el pequeño rectángulo aparecieron dos ojos, observándome. Dos enormes y hermosos ojos claros, transparentes como el agua. No había nada más alrededor, ni arriba ni abajo, sólo esos ojos inmensos que me daban una gran paz. Lo sentí en todo mi ser, como si un mar me cubriera y yo flotara suavemente hacia no sé qué lugar. Le pregunté su nombre, escuché: “Kal-el”, pero fue sin palabras, sólo con su mirada en la mía.


                     Ahora le estoy escribiendo al autor del comic para preguntarle cómo demonios llegó Superman hasta mi ventana.