jueves, 22 de diciembre de 2011

En marzo de este año comencé este blog. No lo hubiera podido hacer sin el puntapié inicial de Magú, a quien conocí a través de un blog. Me dio la bomba y me dijo, detonala. Así me sentí cuando tuve que tomar la decisión de armarlo y subir cosas que iba escribiendo. a mí tienen que empujarme para que inicie algo que me involucra. No así si se trata de mis seres queridos. Ahí empuño el fusil y salgo adelante sola. En estos momentos mi blog está algo acotado, es por eso que no puedo revisar los errores que se puedan deslizar en esta redacción, tendré que publicarla como salga, desde ya pido disculpas a mis queridos conocidos de los otros blogs que me acompañan. A algunos, los primeros los heredé de Magú, que con gran generosidad me los fue presentando. A otros los fui conociendo a través de otros blogs amigos que me veían y pasaban a saludarme. Hoy quiero desearles a todos ellos una Muy Feliz Nochebuena en compañía de sus seres queridos y que el 2012 que viene galopando los encuentre con fe y optimismo para enfrentar el futuro. Un abrazo grande para todos!

martes, 20 de diciembre de 2011

                                   LA FAMILIA INGLANS


                   Sus padres se habían levantado con el alba, ella sabía que la irían a buscar para cuidar a un chico especial. Se la sacaron de encima de un momento para el otro. Al verla con su ropa de todos los días, su madre la recriminó, ponete el vestido de los domingos, le dijo. Claro, como si fuera lo mismo que ir a misa. Ya verían ellos de lo que era capaz. La pareja que golpeó a la puerta estaba vestida totalmente de negro, sintió un escalofrío. No había querido desayunar, hubiera vomitado todo al instante. Casi la empujaron hasta la salida, su padre ni siquiera levantó la cabeza.  Última esperanza desvanecida, él no la defendería. Caminaron en silencio a través del campo, se preguntó si la llevarían a pie, pero había un sulky esperando a un costado del camino principal. Nadie pronunció una palabra, era como un acuerdo tácito que no necesitaba explicaciones. Al llegar, le dieron la mano para descender. Cuando quisieron tomar sus pertenencias, se aferró con fuerza a la pequeña bolsa de tela. La casa no era modesta, pero estaba tan abandonada que lo parecía. Clara, le dijo la mujer con voz grave, ahora vas a conocer a mi hijo, él tiene problemas de conducta, confiamos en que vos puedas ayudarnos. Ella miró la escalera de madera vieja y deslucida y bajando la cabeza, comenzó a subir con esfuerzo los escalones. Se dio vuelta para ver si la seguían, pero ellos señalaron una puerta a la derecha. Golpeó levemente y desde adentro escuchó un gruñido. Giró el picaporte y se encontró ante un muchacho pequeño y morrudo, con el pelo colorado y la cara llena de pecas. Extendió su mano para saludarlo pero él rió groseramente. Así que vos sos la niñera? Querés saber qué les pasó a las otras?  Ella se lo quedó mirando tranquila, negó con un gesto y salió despacio al rellano. Desde ahí vio a los padres del chico, que expectantes la interrogaban  con la mirada. Se paró muy seria delante de ellos y dijo: No va a haber problemas. Suspiraron aliviados y la llevaron a la cocina. Al lado había un cuartucho austero, le indicaron que ese sería su lugar de descanso. Ella pidió permiso para hacerlo en ese momento, la noche anterior no había conciliado el sueño. Con la esperanza de tener buenos resultados accedieron, cerrando la puerta al salir. Abrió la bolsa de tela sobre la cama, encontró el cuchillo que había guardado entre sus ropas, volvió a esconderlo, y se recostó, mientras sus ojos se cerraban y su boca se extendía en una plácida sonrisa.

viernes, 16 de diciembre de 2011

SUSTO!

Hace dos días pensé que ya no podía ingresar a mi
blog con nuevas entradas ni recibir las novedades de los blogueros amigos, error!!! Sólo era un nuevo diseño, como verán acá estoy, vivita y coleando todavía, para seguir visitando gente con talento y decir alguna que otra cosa de vez en cuando, un abrazo para todos y gracias por la paciencia!

jueves, 8 de diciembre de 2011

                                 LA VOZ DEL ALMA


         
              Ella no se acuerda ya de mí, está tan alejada. Ignora mi permanencia constante, desde cuando aún sumergidas en el cálido líquido, nos preparábamos para este nuevo mundo.


              Cuando era niña pregunté, madre de grande, yo que seré, seré dichosa, seré feliz…


               Yo le hablo, a veces susurrando, otras a los gritos, pero es inútil, se sumerge en un mar de problemas y no me percibe. ¿Cómo explicarle que aun conservo ese bagaje de sueños que nos habitaron desde siempre? Si pudiera escucharme, le diría que no desespere, que todavía es tiempo de realizarlos.


                 Qué será, será, será lo que deba ser, la vida te lo dirá, qué será, será.


                 La vejez se aproxima galopando, ella se ha entregado, sin pestañear.

sábado, 3 de diciembre de 2011

ASPIRAR A JUAN CARLOS



                       Yo tenía ocho, él nueve. Olía a jabón Palmolive, su piel blanca sonrosada y su pelo rubio con rulos eran mi debilidad. Me sentaba cerquita para aspirar su aroma a recién lavado.

                        Sus ojos celestes transparentes rara vez se fijaban en mi costado, pero cuando lo hacían, me achicaba en el asiento de la vergüenza. Quería hacerme invisible, mi única aspiración era aspirarlo. Hacíamos las cuentas codo con codo pero sin tocarnos, un hilo invisible era el espacio entre los dos.

                         Por más que me esfuerzo, no recuerdo a los demás compañeros y compañeras en esas clases particulares de media tarde, tres veces a la semana. Mi mundo era Juan Carlos y su aroma. Supongo que los demás se darían cuenta de mi estado emocional, pero nunca me lo hicieron notar. Y yo vivía para esos encuentros, interminable espera durante el fin de semana hasta el lunes. Ah, los lunes… Yo volvía a nacer, me preocupaba que no me viera desarreglada, con los zapatos sucios, o alguna arruga en la pollera.

                         Nunca cruzamos una sola palabra, no sé si él habrá reparado en mí alguna vez, pero fue mi novio por dos años.
Completamente enamorada.

lunes, 14 de noviembre de 2011

                         LLOVIÓ SOBRE MI CAMA


                     
                  Sí, aunque no lo crean, un día de la semana pasada llegué y encontré mi cama empapada, miré la ventana, (había llovido ese día) cerrada completamente. Miré el techo, no vi nada extraño, solo la rajadura eterna por el movimiento del edificio. Así nos lo dijeron los que saben. Mi cabeza daba mil vueltas buscando una explicación. Fui al piso superior, toqué el timbre, tardaron en abrirme, son inquilinos que se instalaron hace pocos meses. Lo supe enseguida porque el perrito hizo pis en su balcón y cayó sobre el mío. Por el momento, asunto superado. El muchacho me miró curioso, le pregunto, tuvieron alguna pérdida de agua en el baño? Se queda mirando hacia un costado y me responde, está algo tapado, ya avisamos. Ah, entonces ese fue el problema, cayó agua sobre mi cama. Abre más los ojos, no me diga, sí le digo, y ahora? Llamo a la administración, le contesto. Dejé mensaje, ese día y al día siguiente. No tuve respuesta, raro, pensé. El sábado pagué las expensas y pregunté al administrador qué sabía sobre el tema. Nada, nadie se quejó de pérdidas, ni mi vecino le había avisado. El encargado, ahí presente, aclara, parece que no estaba tapado el baño, sólo bajaba de a poco el agua. Ah… retoma el administrador, fue en el lugar por donde pasa la luz? Sí, al lado. Ah… Y volvió a caer agua? No, hasta ahora, no. Me quedo esperando algún otro comentario. Siguió escribiendo los recibos. Lo miré, aunque no me miraba, (está muy flaco, y serio, siempre es muy atento) y le dije. Yo lo voy a tener al tanto, por las dudas, dejo la cama contra la pared unos días. Asintió y nada más. Tendré que recurrir a una vidente?



viernes, 11 de noviembre de 2011

DEDICADO AL GAUCHO SANTILLÁN

Este amigo reciente y talentoso está pasando un mal momento, la pérdida lo acongoja,
la incomprensión lo acorrala, pero acá estamos sus compañeros virtuales para brindarle
nuestra mano, nuestra palabra, respetamos su decisión de dejar de escribir por un tiempo.
Pero sabemos que cuando todo se calme volverá con nuevos bríos, y desgajará sus
dolores y pondrá en palabras todo lo que lo habita. Y será también un consuelo para los
días que vendrán. Un abrazo grande Gaucho, cuando abras los blogs de tus amigos
verás que todos están a tu lado.

jueves, 3 de noviembre de 2011

YA NO ESTOY AQUÍ

                    Nadie me cree, desde hace más de una semana abandoné este mundo y en mi familia parecen no darse por enterados. Miran hacia mi cama y hablan entre ellos en voz baja, luego me sonríen con ánimos. Actúan como siempre, me sirven la comida, se dirigen a mí con afecto y consideración, me preguntan cómo me siento. ¿Qué cómo me siento? ¡Me siento ausente! ¿No ven que estoy acá arriba dando vueltas y vueltas?


                    Ya en la mañana temprano empieza el desfile, yo les grito, ¡Ey, acá estoy! Ellos como si nada, hablan con la cama, cambian las sábanas, llevan la silla de ruedas hasta el baño, luego la traen de vuelta, sonriendo, siempre sonriendo. ¡Qué caras de estúpidos tienen! Nunca vi gente tan cabezadura. Me da pena por los chicos, ellos me traen caramelos, se sientan y me cuentan lo que hicieron durante el día, si se pelearon en la escuela. Eso es lo que más voy a extrañar. Las charlas con mis nietos, son tan chiquitos e inocentes. Pensar que un día van a ser tan tontos como sus padres y tíos, que no se dan cuenta de que el viejo se fue.



miércoles, 26 de octubre de 2011

         CONSIGNA DEL TALLER: UN CHARLATÁN                   


Lo siento, no puedo escribir sobre mí. Fue lo primero que pensé y luego, ¿seré una charlatana o una verborrágica irrefrenable a veces? En ocasiones siento que no puedo decir nada, entonces es cuando hablo y hablo y no puedo parar. Como si una máquina interna me mandara información para suplir mi carencia. Pero, un momento, ¿cuál es la definición exacta de charlatán? Hablador incontinente/Embaucador. Ah, no. Lo segundo, seguro que no. En realidad, peco más por decir lo que pienso, y ahí es cuando tendría que callarme. Porque uno no se da cuenta que cada cual tiene su historia con algunos temas, y opinar a boca abierta lastima sin querer.

                     Cuando pienso en esta conducta mía me hago el firme propósito de enmendarme, que claudica a la primera ocasión de emitir sonido. El impulso me mata, ni los años han conseguido aplacarlo. Sin embargo, hay situaciones en que logro mantener una discreta calma y la boca cerrada. En esos momentos me siento satisfecha de haber cumplido mi tarea con eficiencia. Lástima que más tarde descubro que tendría que haber argumentado algo, porque se trataba de alguna acusación infundada o una injusticia hacia mí. Es ahí cuando me resigno, agotada por el esfuerzo de saber cuándo hablar y cuándo callar.


jueves, 20 de octubre de 2011

DOS NOTICIAS IMPACTANTES Y ALGO MÁS

A las siete de la tarde me sorprendieron dos noticias. El fin de la violencia por parte de la ETA. Y la muerte de Khadafi. No es que uno se alegre porque matan a un ser humano, pero este hombre no se iba a rendir ni ante la evidencia de su derrota, no había otra solución para Libia. Estas dos noticias son un alivio para todos, aún para los que seguimos desde lejos los conflictos en otros países.
Por otra lado, leí un titular donde la hija mayor de Maradona le expresa su cariño al padre a través de internet. Y me gustaría destacar en todo esto la mano de la mamá, que a pesar de haber sufrido durante años un matrimonio malo, supo encauzar a sus hijas y testimoniarles en todo momento el amor de su papá. Es un ejemplo para muchas parejas que cuando se separan tienen a sus hijos metidos en sus enfrentamientos y acrecentando odios innecesarios que los marcan de por vida.

domingo, 16 de octubre de 2011

DÍA DE LAS MAMÁS

Hoy estamos celebrando a todas las mamás de la Argentina, hace muy poco descubrí que no todos los países, aún los más cercanos, las recuerdan en esta fecha. A todas mis compatriotas les deseo un MUY FELIZ DÍA, que puedan estar junto a sus hijos, aunque sea a la distancia si no los tienen cerca, y para las que ya nos dejaron y nos acompañan en la memoria, una sonrisa y un gracias por su incondicional amor.

lunes, 10 de octubre de 2011

    Cómo se conocieron y avanzaron en su romance hasta el casamiento

 Mi papá y un grupo de amigos del barrio fueron de vacaciones a Montevideo, Uruguay, cuando él iba a cumplir treinta y dos años. Ahí mismo, en la playa, fue el amor a primera vista. Nunca tuve los detalles del encuentro y ahora no están para preguntarles, pero viendo una foto de mi mamá en esa época, en traje de baño y con una gran capelina, mi papá habrá quedado deslumbrado. Y a ella le habrá sucedido algo similar, aunque no era muy alto, tenía un físico armonioso porque practicaba boxeo y alguna vez quisieron llevarlo al plano profesional pero mi abuelo se negó. Era un tano pintón, con bigotito y sonrisa gardeliana. El breve veraneo terminó y comenzó la correspondencia. Y ahí el diablo metió la pata. Mi papá le pidió a un amigo que le hiciera las cartas para su enamorada, al mejor estilo Cyrano, y también como en esa historia las cosas no resultaron como esperaban. Llevados por el entusiasmo planearon una boda cuanto antes, única manera de estar juntos. Mi mamá vino a casarse con el de las cartas y acá la esperaba sólo el que ella había conocido el verano anterior. Todo lo que imaginó que viviría, tomando en cuenta las palabras apasionadas volcadas en el papel, fue solamente el amor llano y sincero de un hombre que no se había permitido mostrar tal cual era. La desilusión fue tan grande como el temor a deshacer los planes ya a punto de concretarse, el temor ganó la partida y se casaron. No sé si ella le reprochó en algún momento la mentira o si al descubrirla hizo como que lo perdonaba. Esa parte de la historia quedará oculta para siempre.

sábado, 8 de octubre de 2011

                              ¿HAIKUS?



Todo está claro
Para que funcione
la flor no debe ser flor.


Las lágrimas llegan
No tienen sentido
Mañana lo tendrán.


Un corazón es sólo un corazón
¿Otro corazón?
Ah, eso es otra cosa.


La cigarra canta
El gorrión la escucha
¿Para qué interrumpirla?


martes, 27 de septiembre de 2011

Los domingos en que lo invitaba a comer al mediodía, él llegaba con su infaltable paquetito, costumbre tana que siempre copié. Nos sentábamos y de inmediato mis hijos, mi marido y yo la emprendíamos fervorosamente con la pasta del día. El, en cambio, se tomaba su tiempo, partía trocitos de pan, comía muy despacio y saboreando la comida. Cuando nosotros ya estábamos por dejar el plato vacío, nos insistía para que no lo esperáramos, que siguiéramos adelante con el menú. Esa manera de ser, esa humildad de proceder, me emociona cada vez que lo recuerdo. Nunca quería molestar, si lo estábamos llevando de regreso a su casa luego de una salida familiar, se quería bajar en cualquier esquina donde un colectivo lo acercara. Su única debilidad eran las chicas, de cualquier edad y color. Los ojitos le brillaban si alguna andaba cerca y no sabemos cómo conquistaba de vez en cuando a alguna candidata que luego lo acompañaba por un tiempo en su diario vivir.  Era un tímido Don Juan, pero Don Juan al fin. Y a veces constituía un problema, porque no toda la familia coincidía con sus gustos a la hora de elegir. Una sola vez me negué a que nos visitara con su ocasional compañía porque se trataba de la comunión de uno de mis hijos. Quizás el fervor religioso se me había contagiado, pero luego lamenté haberlo hecho, él fue más cabezadura que yo y no concurrió. En lo sucesivo acepté su manera de ser con la comprensión que dan los años. Viéndolo ahora con la lejanía de su ausencia y la de mi mamá, creo que él logró ser más feliz a pesar del dolor que tuvo que atravesar. Porque vivió como quiso y eso no tiene precio. En cambio mi mamá luchó siempre por algo más pero no se hacía el tiempo para disfrutarlo y a la larga eso la desgastó. Es curioso el valor que las personas dan a los logros. A la luz de los acontecimientos mi mamá parecía una triunfadora, pero el que realmente supo valorar la vida fue él. Aunque tuvo que sobrellevar una enfermedad, lo hizo de una manera muy digna y cuando ya no estuvo dejó una huella imborrable en la memoria de quienes lo conocieron. Por distintos motivos mi mamá también lo consiguió, con la diferencia que ella no alcanzó su propia felicidad.
                   Tengo un portarretrato de los dos en la casa de fotos el día de su casamiento. Ahí van a estar juntos siempre aunque la vida los haya separado todavía jóvenes. Porque pienso que las parejas quedan unidas por un hilo invisible a pesar de las diferencias, cuando el destino los hizo elegirse alguna vez.
                  

domingo, 25 de septiembre de 2011

               “Negra, ¿tenés oxígeno?”. La frase la pronunciaba mi papá por teléfono alrededor del veinte de cada mes, justo cuando mis finanzas empezaban a flaquear. Yo iba en busca del refuerzo. Cuando mi marido cobraba el sueldo se lo reintegraba y al mes siguiente se repetía la operación. Este era nuestro pacto secreto y lo disfrutábamos sin hablarlo. Cuando empecé a ir a diario, luego de su infarto, encontraba siempre la barrita de Águila guardada en el lugar de las galletitas, chocolate para taza que nunca se usaba para tal fin, antes desaparecía entre mis fauces.
                Aprendimos a demostrarnos el afecto, no sin cierta timidez de los
dos. En los primeros tiempos de su separación de mamá, no podía hacer gran cosa, yo volvía al mediodía de mi trabajo para comer y encontraba siempre el mismo menú, una olla grande con verduras de toda clase y fideos bien gordos para que la panza no se quejara. Nunca le dije nada porque entendía su dolor. Al atardecer se refugiaba en el sótano y lloraba solo su fracaso. Cuando regresaba al departamento tenía los ojos rojos. Yo le alcanzaba un mate amargo, que aprendí a tomar con él. No hablábamos mucho por un rato, o tal vez le contaba alguna anécdota de la oficina para entretenerlo. Extraño esa suerte de compañía silenciosa que teníamos, en el fondo éramos dos solitarios que se acompañaban y comprendían.
                   

miércoles, 21 de septiembre de 2011

lunes, 12 de septiembre de 2011

CUANDO HACERSE LA GRACIOSA NO HACE REIR

                A veces uno cree estar contando algo ocurrente y resulta que sin querer
hiere a alguien. Hoy me pasó con mi hija, ya estamos acostumbradas a tener un trato
de confianza y nos decimos las cosas, pero a veces uno no percibe que lo que escribe
según como lo comente puede caer mal. La anécdota era narrar un día distinto, pero
no fue agradable para ella. Le expliqué cuál era mi intención, nos aclaramos las cosas
y creo que ya todo está olvidado. Pero siempre quedan temas para sacar lecciones de
vida y este es uno. Pasarse de listo no es bueno a veces.

sábado, 10 de septiembre de 2011

                             UN SÁBADO DISTINTO


                        Esperaba al service del lavarropas porque ayer dijo basta. Contenta, porque me habían prometido la visita para hoy mismo, me dispuse a preparar todo en la cocina para que trabajaran con comodidad. A las diez llegó mi nietita, los papás tienen clase de tenis los sábados por la mañana.

                        Como a las doce, ya pisando la papilla de la gorda, tocan el timbre, voy con ella a abrir la puerta y respiro más tranquila, a la tarde volveré a lavar la ropa. Ya el primer gesto del técnico me dio mala espina, torció la boca al comentarle el problema. Luego dijo:
-Es la plaqueta, sale cara.
-¿Cuánto sería?
-Mil doscientos.
-Mil doscientos - susurro, y ante mi gesto, agrega:
-Sí, por eso le adelanté que era caro el arreglo.
-¿Y uno nuevo como éste a cuánto está?
-Y, tenemos que hablar de tres mil y pico. ¿Me permite pasar al baño mientras lo piensa?
-Sí, al fondo, a la izquierda- contesto casi congelada. A todo esto, la nena iba y venía repitiendo “Pando”, la película del panda que estaba viendo hasta que la interrumpieron.

                       Abreviando, decido que se lo lleve, era necesario para sellar el repuesto, y se va con mi desolación a cuestas. A los diez minutos llegan mi hija y mi yerno que deciden, de inmediato, que es una barbaridad, entran a Internet y buscan precio y ofertas convenientes. Se van con la consigna de que llame al Técnico y anule el trabajo. Eso hago, pero al rato, una señorita me informa que la Empresa no acepta quedarse con el lavarropas, tengo que pagar por el traslado y recibirlo de vuelta por ciento cincuenta pesos. Casi enseguida tocan el timbre, bajo con el dinero y le pregunto al técnico si tiene el recibo por lo que le voy a entregar, que el lavarropas lo descargue en la calle y lo deje ahí. Bajando el tono me pregunta si se lo puede llevar y en ese caso, le daría solamente cien y él entrega el resto tal cual dice el recibo. Me parece razonable, no había pagado visita y por cien pesos me saco un clavo. Pero, hete aquí que mi hija no piensa lo mismo, cree que pagué una enormidad por la visita y comienza a largarme un rosario de: nuncavasaaprendermiraloquehicisteencimapagasparaqueselolleve.

                     A todo esto, ya habíamos ido a comprar el nuevo, por suerte mañana me lo entregan. Mi yerno hizo toda la gestión con su tarjeta, entonces le pregunto cuánto salen las cuotas para irle adelantando el pago.
-Vas a arreglar conmigo-dice mi hija-y te va a salir más caro por andar pagando de más a cualquiera. Y así siguió.

                     Cuando puedo meter un bocadillo y explicarle, a pesar de sus gestos de que no quiere oir más, vuelve la calma y suspirando dice:
-Bueno, solo fueron cien pesos, nomás.

                      La amenacé con denunciarla por violencia familiar, mientras mi nietita, a mi lado, en el asiento de atrás, me tomaba la mano y sonreía.


domingo, 4 de septiembre de 2011

                                        ACTUALIDAD


                        Estamos en carne viva, los que votamos algo distinto no tenemos consuelo, porque además sabíamos que nada consistente teníamos para luchar contra tanto aparato de poder.
Toda la clase política se comportó de una manera tan sospechosamente ingenua, que uno terminó dudando de esa inocencia aparente. Firmaron un acuerdo inspirado por Terragno y terminaron yendo cada uno por su lado. ¿Cómo quieren que el pueblo crea en ellos, si dicen una cosa y hacen lo contrario? ¿O acaso no es eso lo que vemos y criticamos a diario de este gobierno? Palabras, palabras y más palabras, vacías, obsoletas e incompetentes a la hora de la verdad. Los hechos son la verdad. Tomás Abraham escribió algo hace poco, y una frase me impresionó mucho, la saqué del contexto para traerla acá, “…en este país de los recuerdos en el que las sombras son cada vez más largas”… Se vive de lo que pasó, para un lado u otro. Si Perón, si los militares, si los montoneros, si los del ejército revolucionario, todas condenas o loas, para un lado u otro. Nadie está libre de culpa, todos los que tomaron un arma para matar tienen que hacerse cargo, no quiero escuchar que hay más responsables que otros, eso es palabrería, el hecho es la muerte. Ante eso no hay nada más que decir, solo llorar y luego secar las lágrimas y seguir adelante. Eso es lo que no sabemos hacer, siempre estamos dando vueltas alrededor y alguien toma una piedra y la arroja y otro se la devuelve. No maduramos, no aprendemos de los errores, los años pasan y desperdiciamos la niñez, la juventud, la familia se resiente, se desintegra, ni siquiera sabemos fortalecer los lazos que formamos para que perduren. Quisiera, sin embargo, poder ver alguna señal de cambio en los años que quedan por venir.
Para esperanza de nuestros hijos y nietos, para su propio futuro.

sábado, 3 de septiembre de 2011

                             LA PROVEEDORA 
               

                    Hoy es un día como cualquier otro, pero tengo que salir más temprano porque el viaje en colectivo me va a llevar como cuarenta minutos hasta lo de doña Leonor. Y a ella no le gusta que llegue tarde. No porque no le trabaje lo mismo, sino porque está acostumbrada y cualquier cambio la pone mal.

                     Parece mentira que hace veinte años que le trabajo. Ella me trata siempre igual, nunca me tuteó, a lo sumo me dice, Isabel m’hijita esto, lo otro. A veces me habla como si yo fuera una jovencita, no se da cuenta de que el tiempo pasó para mí también. Claro que para ella quisiera que no, se hace la nena cuando llegan los hijos. Les habla ñañañaña… qué tontería, una mujer grande. Ellos me tratan bien, con respeto, si algún día no puedo ir se preocupan.

                       En casa las cosas están cada vez peor. La Nelly se vino ayer con los tres chicos, dice que el marido la trata con violencia, pero yo sé que es ella la que se pone violenta cuando él no le da más plata para el bingo, y tiene razón, se la pasa jugando, y a los chicos que los atienda otro. Julio y Eduardo ya no saben más que pedir plata antes de fin de mes, claro, como yo cobro por día, ellos no se saben administrar, pero la vieja es un barril sin fondo. Las vacaciones que iba a tomarme con lo que tenía ahorrado se las están llevando de a poco.

                        Este vientito que entra por la ventanilla me está sacando las lágrimas de los ojos.

sábado, 27 de agosto de 2011

                              COMO SI NO EXISTIERA


                    Cuando me lo contó no sabía si reir o condolerme, estaba muy angustiada. La pobre no tuvo mejor idea que salir a las seis de la tarde, imaginate con qué se encontró. Los colectivos no paraban, del subte ni hablar, resolvió caminar. Claro que los zapatos de taco no eran la mejor opción, pero se animó resuelta; quince cuadras, ella estaba acostumbrada.

                    Las primeras tres fueron pan comido, a partir de la cuarta aminoró la marcha, ya en la quinta comenzó a resoplar. Como iba en el trayecto del colectivo, espió por si venía alguno, y sí, en la cuadra anterior estaba detenido, esperando el semáforo. Decidida a todo se paró en medio de la calle y le hizo señas, quedó con el brazo extendido hasta casi chocarlo. El colectivero la miró ceñudo al subir y le dijo: “oiga, ¿quiere matarse hoy y me eligió a mí?”

                    Con la mejor sonrisa se disculpó, “es que temía que no parara, está tan lleno…” y se corrió como pudo, a los codazos para alejarse cuanto antes del papelón. Miró el reloj, la película estaba por empezar, con suerte llegaría a tiempo. Pero el colectivo no avanzaba, una larga hilera por delante le impedía el paso. Estirándose por sobre la gente, vislumbró unas luces de ambulancia, casi dos cuadras más arriba. Lo que le faltaba, un accidente. Tocó el timbre para bajarse y el chofer, inmutable, ni la miró. Ella reclamó dos o tres veces, “por favor, ábrame la puerta”. El tipo como si nada, miraba hacia adelante. Lo más extraño es que nadie salió en su ayuda, cada uno siguió en lo suyo. Desolada, se puso a llorar, primero en silencio, luego con sollozos hipados, así, hasta que pasados diez minutos, el colectivo retomó la marcha.

                      Y ella insistía, “como si yo no estuviera ahí, como si no existiera.”

jueves, 25 de agosto de 2011

MI NIETA ME DIJO ABUELA!!!! CON TODAS LAS SÍLABAS!!!!
ALELUYA!!! QUÉ EMOCIÓN, LA COMPARTO CON USTEDES!!!

domingo, 21 de agosto de 2011

                                  FRENTE A FRENTE



                 Se miraron estudiándose, con dureza, la distancia, sin embargo, no se acortó. Ambos se quedaron en el mismo rectángulo de baldosa conteniendo la respiración por unos segundos. Luego, cada uno sacó una mano, recta a la mandíbula. Trastabillaron unos momentos pero enseguida se recompusieron. Las bocas se abrieron como para acomodar la mordida. Algo de sangre se vio apenas. Como si fuera una llamada a la lucha, los golpes se sucedieron incansables. Los minutos agotaban sus fuerzas, sin embargo no se rendían. El sol cayó en el horizonte y aún peleaban.



                    María Augusta entró a su casa y fue encendiendo las luces. Al llegar a la cocina, los encontró a los dos, perro y gato, a los arañazos limpios, con los potes de comida a un lado, todavía sin tocar.


sábado, 13 de agosto de 2011

                                   EL OSITO THEDDY


                Cerré la boca de inmediato. Las últimas palabras del capítulo mencionaban que el osito había hablado en voz alta, mientras creía que sólo estaba pensando. Y ante el temor de que me sucediera lo mismo,  mi cara se mantuvo inmóvil por unos momentos, con mis carrillos inflados por la fuerza que implicaba no ceder la apertura de los labios. Tenía cinco o seis años, no puedo recordarlo con claridad porque había comenzado a leer desde muy pequeña. Y el miedo que sentí fue real. Mis ojos ya registraban demasiados hechos cotidianos que me costaba entender. A veces jugaba a las visitas, rodeada de todas las muñecas, al tiempo que observaba a los demás integrantes de la familia en sus diferentes conversaciones. Nunca entendí el mundo adulto, me atrevo a decir que ni aún siendo yo misma una. El accionar de algunas personas resulta devastador.

sábado, 6 de agosto de 2011

                       ESTOY SEGURA DE QUE SE MOVIÓ

                        No quiero decir mucho delante de esta gente que no conozco bien. Más tarde te cuento, pero te aseguro que no estoy loca, el piano se movió de lugar. Imaginate que algo tan pesado cambie de espacio así como así, es impensable. Consulté con Dorita, ella me juró y recontrajuró que no lo tocó para nada, pasó la aspiradora como siempre pero no lo movió un centímetro.   Menos mal que la tengo a ella de testigo, sino cualquiera diría que tengo visiones o la edad me está trayendo delirios. Bueno, está bien, venite a casa en cuanto puedas, mañana estoy a la tarde, un beso, chau.

                          Pasá, pasá, qué calor nó. Dame el paraguas, claro, te entiendo, ahora llueve cuando uno menos lo espera. Preparé el té, pero si querés hago unos mates. No te hubieras molestado, qué ricas son estas masitas, las compraste en la esquina. Viste las delicias que hacen ahí. No se puede creer y los precios no te matan, porque por lo general lo bueno es caro. Mirá y decime si notás el desplazamiento, siempre estuvo casi pegado a la ventana, ahora está casi en el centro de la sala, es muy evidente. Claro, claro, pero qué tiene que ver el terremoto de Chile, sí, leí que tuvimos un corrimiento del eje del planeta, pero no será para tanto nó. Vení, vamos a la cocina, así estamos más cómodas.

                           No oís la música, de dónde viene. Qué raro, mis vecinos están afuera, esto es muy solitario cuando viajan. De dónde viene esa melodía, vení, quiero sacarme la intriga, pero no te asustes mujer, acompañame a la puerta de calle nada más, por ahí es un festival callejero de esos que arma el gobierno de la ciudad…AAAAYYYYYYYY…

                           (En medio de la sala, se ve el piano abierto y sus teclas moviéndose con gran energía, llenando el aire de Bach.)

miércoles, 3 de agosto de 2011

                                COMPLICIDAD


               Se quedó mirando a la psicóloga que muy sonriente le decía: “usted es la mejor abogada de su marido” De entrada no entendió muy bien, pero tomó una pausa en la charla para pensar.

                Todos esos años compartidos estuvo justificando las conductas impropias de él, siempre encontraba la razón que lo salvara del juicio ajeno. Como una madre con su hijo, tal cual.

                 Y ahora estaba ahí, haciendo lo mismo por inercia, casi sin darse cuenta. Es que ella sabía muy bien que él siempre necesitó una madre para compensar su falta o la presencia esporádica en la primera infancia. Presentarse como una mejor opción, ¿acaso ella no hacía de madre de casi todos los que se le cruzaban? Ah, esa era la cuestión, cumplir el rol de madre para no asumirse como mujer. A eso había que escaparle, era riesgoso, llevaba el peligro del sufrimiento ante el rechazo, entre otras cuestiones.

                   La psicóloga la miraba seria ahora, ella le sostuvo la mirada y se puso de pie. “Gracias, ya entendí”.


viernes, 29 de julio de 2011

                                LOS LÍMITES


                     ¿Hay algo más odioso que poner límites? Uno quisiera que el otro tomara conciencia de su proceder incorrecto para no tener que intervenir. Pero no, la autoprofecía se cumple nuevamente y mi límite extremo está otra vez ahí, haciendo ruido como si fuera muy viejo, como si la artrosis lo hubiera invadido.

                     Y hay que hacer oídos sordos a los comentarios malévolos, a opiniones intencionadas, y seguir adelante. Claro, más solo que nunca, quizás no sea terminante esa soledad, quizás tenga un prolongado descanso hasta que algo ilumine ese oscuro desván del criterio y salga a la luz la comprensión y todo pase.

                      Con esa esperanza salgo hacia el nuevo día, los hijos tardamos en darnos cuenta, pero todo llega a su tiempo. Cuando somos padres vemos lo difícil que resulta decir no al ver el error en un hijo. Quisiéramos acunarlo aunque ya sea grande y decirle todo lo que lo queremos y deseamos que recapacite. Pero él va a crecer cuando sea su momento, habrá que esperarlo para darle la mano cuando llegue hasta nosotros.


martes, 19 de julio de 2011

MUY FELIZ DÍA DEL AMIGO!!!!!!!

A    algunos los conozco desde hace mucho


M   uchos otros desde hace poco


I     ndistintamente, los encierro en este saludo


G    randes y entrañables de siempre


O    recién conocidos pero muy apreciados


S     on  todos rememorados hoy



 MUY FELIZ DÍA DEL AMIGO, AMIGOS!!!

20/7/2011



domingo, 17 de julio de 2011

Tengo un vecino que se está haciendo daño, soy testigo involuntaria, pero no puedo hacer nada. Hace seis meses, en medio de la obra de desagote de mi baño, realizada por el famoso equipo de la administración (creo que ya lo cambiaron, era hora) y cuando habían dejado una abertura en la pared medianera con el departamento de al lado, se mudaba este hombre de unos cuarenta y pico, en apariencia. Vive solo y lo visitan en la semana y los sábados o domingos, dos hijas adolescentes. Cuando uno se cruza con él parece una persona normal, que se ve a diario en el ir y venir. Pero cuando la noche ya manda, él hace una serie de peripecias que lo llevan a encerrarse en una soledad malsana. La casualidad y el hecho de que la obra terminada con escaso material nos haya dejado el grosor de una hoja de papel en medio de nuestras moradas, hace que sus movimientos y los míos sean compartidos, en sus sonidos al menos. Creía que él llevaba la peor parte (mi baño y su living) pero me equivoqué. Intrigada por las madrugadas llenas de ruidos y gritos desafinados, me detuve a escuchar primero y a vigilarlo después. Sí, no me da vergüenza admitirlo, pongo la pantalla cuando veo que sale y entra después de las nueve de la noche, en repetidas sucesiones de viajes en ascensor y salidas a la calle. Y ahí descubro que compra bebidas en diferentes comercios, yendo y viniendo y luego va hacia la esquina buscando a los muchachos proveedores que abundan en la zona. Desconozco las sustancias que consume, pero el resultado son atroces arcadas, cantos destemplados y desplazamientos torpes y bulliciosos hasta altas horas de la madrugada. En realidad, cuando yo me duermo no me molestan, pero es muy inquietante saber la causa de todo eso y no poder ayudarlo. Quizás él no quiera que lo ayuden, habrá decidido que su vida vaya por esos carriles y a quién le importa si no se mete con nadie más que consigo mismo. Me apena que tenga que vivir esa doble vida y no poder balancearla con alguna compañía femenina o masculina que lo complemente y no necesite autodestruirse. Para descargar mi imposibilidad, escribo esto.

sábado, 16 de julio de 2011

                                       EL TÍO TITO


             Llegó a la otra orilla, llevada por la abuela, para disfrutar de unas vacaciones prolongadas. No más de dos meses, le había dicho la mamá. Apenas arribaron a Montevideo, toda la gran familia salió a recibirla con invitaciones a distintas casas, a playas alejadas y paradisíacas, en fin, no se podía quejar. La perspectiva veraniega era todo lo que podía soñar y más.

              En la casa de la abuela la esperaba el tío Tito, sonriente y animado. Charlaba con ella en las horas de la siesta, o mientras la abuela cocinaba o hacía las compras; en cada momento disponible se acercaba, amigable y solícito. Era un misterio para ella dónde había estado su tío en el tiempo anterior. Nunca nadie le había hablado de él, hasta ese verano. Había ciertas actitudes que llamaban su atención, cada vez que se retiraba de la mesa levantaba la mano, como en un aula de enseñanza o alguna otra institución. A veces la intimidaba un poco su cercanía, se decía que por la falta de confianza, recién lo estaba conociendo. El le elogiaba su largo cabello castaño, que intentaba acariciar sin llegar a hacerlo, ella lo rehuía con hábiles movimientos, alejándose para tomar agua o comer una galleta, justo cuando la mano de él se aproximaba.

                Le pidió una foto para mostrarla a sus compañeros de trabajo, se alegró por no tenerla. El hecho de que su tío fuera poseedor de una fotografía suya, la hacía estremecer.

                 Con los años, cuando recordaba esa época, pensaba si no había sido injusta con el tío Tito, que tan amable y tierno se mostrara con ella. Sin embargo, y casi al mismo tiempo, presentía  que ese instintivo proceder suyo, de alguna manera, la había salvado.

viernes, 8 de julio de 2011

                            CAMBIO DE ROL

          
                 Al principio fueron las cucarachas, lucha interminable por años hasta que apareció el milagroso gel en jeringa, de origen alemán, luego hubo imitaciones pero no lo igualaron. De verlas aparecer lo más campantes en medio de la noche, de un día para el otro las encontraba duritas y patas arriba dentro de los armarios de la cocina, bajo la mesada. Aún hoy hago el mantenimiento regular, por si realizan alguna visita turística de improviso.

                  Pero resulta que, en su lugar, vivo rodeada de unas mosquitas insignificantes, veloces y molestas, imposibles de eliminar hasta ahora. Como buena cazadora, no pierdo las esperanzas de encontrar algún producto que las ayude a mejorar su muerte. Mientras tanto, hago inútiles manotadas al aire o contra las paredes, ellas se ríen de mí. Sin embargo, esta noche tuve una satisfacción, acomodando mi mesa de luz, luego del vaciamiento obligado por la visita de mi nieta los viernes, vi una en la pared, justo al alcance de mi arma mortífera, y ahí quedó estampada, ni pienso pasar un trapo para borrar las huellas de mi delito. Las dejo como testimonio para alguna parienta que ose imitarla. Para que vean a quien se enfrentan.

jueves, 30 de junio de 2011

                                VISTA DESDE LO ALTO

                       
                         Miro correr las nubes hacia el este y pienso, el río se comerá la tormenta, pero no, el viento gira y las nubes vuelven a pasar. Como la ilusión, que se alimentó en el tiempo y creció y creció hasta casi convertirse en algo tangible, pero no.

                         Algunos cierran las ventanas ante la inminencia de la lluvia. Unas cuantas bolsas vacías, infladas como globos, danzan graciosamente antes de alejarse en busca de otro cielo.

                          Cuando planificaron la autopista que pasaría por la esquina, creíamos que desaparecerían las casas bajas de la manzana. Por suerte, ese trayecto quedó en la nada y podemos seguir mirando hacia el noroeste en el atardecer y descansar en los rojos grisáceos, con el alma en suspenso.

                           Hay días en que añoro sentir la nostalgia de un amor lejano, más allá de toda realidad. Esa sensación me colma de tibieza, sólo comparable al chocolate amargo saboreado a solas y despacio.

                           Algo salpica mi cara, deslizo mi mano por la mejilla, y al apoyar mis dedos en los labios, me sorprende no percibir el sabor salado de las lágrimas. El viento me empuja más hacia arriba y la lluvia moja mis alas.

miércoles, 29 de junio de 2011

                                DE NUEVO, UN NUEVO DÍA


                   Me levanté apenas amaneció, encendí el fuego y puse la pava, mirándola bien, necesitaba urgente un lustre, pero no era el momento, más tarde tal vez. Comencé a preparar el mate, las tostadas, este día en particular, con gran calma. Miré el pan mientras tomaba color y me quedé pensando. ¿Cuánto hacía que ese ritual no lo realizaba despacio, tranquilo, sin el apuro de costumbre? Mis manos tienen manchas nuevas, ya ni me acuerdo de las primeras. Debían ser de hace unos cinco años o más, no sé, recuerdo sí, que me sorprendieron, eran el aviso directo hacia la vejez. El agua hirvió, mejor la tiro y pongo nueva, eso de agregar agua fría no va, el mate se lava igual. Podría lustrarla ahora, no, mejor lo dejo para más tarde, hay tiempo. También la yerbera se ve opaca, aprovecho y limpio las dos. Queda poca mermelada, voy a probar con otro gusto, la de tomate me está cansando, algo más dulce, como frutilla o frambuesa, bueno, después me fijo en el almacén. No voy a ir muy tarde porque se llena de mujeres que rompen la paciencia, siempre están apuradas y compran a lo loco, cotorreando, y lo peor cuando me preguntan los precios que no llegan a ver. ¡Como si yo viera más que ellas! Mejor arrimo la mesita hasta la ventana y pongo el sillón de mimbre frente al campo, todavía blanco de escarcha. El sol me mira de frente, grande en el horizonte. Ya habrá tiempo para empezar el trabajo, hoy tengo ganas de disfrutar del nuevo día. Uno nunca sabe cuál puede ser el último, hace una semana que empezaron estos suaves dolores y van en aumento. Puede ser algo importante, por eso decidí que, de ahora en adelante, voy a cambiar el ritmo incesante por el pausado. Así estiro los plazos y le hago pito catalán a la escuálida. Si me quiere venir a buscar, va a tener que esperar un poco. Hoy el mate me salió bárbaro.

sábado, 25 de junio de 2011

                                  LOS ZAPATOS GRISES



                 Cada semana los lustraba con mucho esmero, utilizaba la pomada incolora porque gris nunca conseguía. El sábado era el día señalado. Mientras desarrollaba sus tareas en la oficina de recursos humanos, de lunes a viernes, pensaba a qué barrio le convendría dirigirse para cumplir con su objetivo. Consultaba con sus compañeros de trabajo, con la gente conocida o haciendo las compras en el supermercado. No dejaba pasar oportunidad, incluso a los mismos comercios que visitaba les pedía referencias. Su mujer ya estaba resignada a esa constante búsqueda del producto imposible. A menudo le decía, pero si con la incolora te quedan bien igual, ¿a qué seguís buscando? El sonreía cabizbajo, como chico en falta, pero no le contestaba, ella, suspirando, seguía con sus quehaceres. Algún día se le pasará, pensaba. Pero no, los años pasaron, los zapatos siguen brillando, incorregibles, con medias suelas renovadas de tanto en tanto. Lo único que ha cambiado es la rutina. Cada sábado, por la mañana temprano, Ramón se sube a un micro de larga distancia y recorre las provincias, en sus diferentes localidades. Regresa los domingos por la noche con las manos vacías. Nunca pudo conseguir la famosa pomada color gris, pero conoció lugares incomparables, gracias a su infatigable obsesión.

viernes, 17 de junio de 2011

                     ALGUNAS CUANTAS NUEVAS CARAS


                 Desde hace algún tiempo, mi barrio ha cambiado su fisonomía, y al decir esto estoy hablando de todos los sentidos posibles. Las nuevas caras que diariamente cruzamos en nuestros recorridos, nos visitan desde países limítrofes unos cuantos y algunos menos desde África, pero han llegado para quedarse. Al principio, tímidamente, ahora, a los que somos minoría, nos miran por sobre el hombro. Como diciendo, ¿no ven que somos más, por qué no hacen lugar?

                  Recuerdo a los primeros orientales que cruzaron todo el globo para venir a trabajar e instalar sus famosos autoservicios y se diseminaron como hormiguitas. De a poco, aprendieron el idioma, y a conocernos, porque nosotros a ellos, difícil. Más de una sonrisa y una pequeña reverencia no les sacamos. Y sin embargo ahí están, se han abierto camino con puro trabajo. Eso sí, si es verdad que a la noche desconectan las heladeras, no lo vamos a saber nunca, quedará como leyenda.

                   Imagino que algo similar habrá sucedido cuando llegaron los primeros inmigrantes a lo que ya era una nación pujante, los famosos conventillos con la mezcla de italianos, españoles, polacos, rusos, en fin, el acomodarse a esa nueva realidad habrá costado bastante. La diferencia, para los que tenemos algunos años y vivimos de chicos todo aquello, es que estas nuevas generaciones no se comportan de la misma forma. Hay un facilismo para sobrevivir que antes no había y eso cambia fundamentalmente el paisaje, en este gran barrio de la ciudad de Buenos Aires.

viernes, 10 de junio de 2011

No hay nada más encantador que la sonrisa de mi nietita cuando le digo, eso no se toca. Ella ensaya una mirada de reojo picarona y me muestra sus dientitos delanteros, mientras con su dedito veloz apaga el televisor una y otra vez. A la tercera no lo enciendo, la miro seria y le digo, bueno, si no querés verlo lo dejamos apagado. Ella se resigna a quedarse sin sus dibujitos, pero su actitud decidida me dice que no lamenta haber desobedecido. Una hora después, no parece extrañarlos, está muy ocupada con unos lapicitos de colores que le compró su mamá al ver que firmaba con entusiasmo una cartilla en desuso, pasando hojas y garabateando al pie, como una profesional consumada. Ahora su firma va en colores y si uno le pregunta busca el azul (preferido) o el verde o el amarillo o el rojo. También combina su tiempo con unas plantillas con vocales, elige la U y  repite con entusiasmo UUUUUU… El dedido famoso va de una letra a otra, pero su preferencia es siempre la misma. Este mes va a cumplir dieciocho meses, cuando la miro proceder me parece bastante mayor. Pero es como que ya nos estamos habituando, nada de lo que hace nos sorprende demasiado, pero eso no quita que entre los que la observamos se nos caiga la baba.

jueves, 2 de junio de 2011

                            LAS COSAS CAMBIAN

                  Mirá hijo, cuando yo era chico, Dios era Dios y el diablo era el diablo. Ahora las cosas cambiaron. Vas a ver que muchas veces la gente actúa de manera sorprendente. Y no solamente eso, sino que quienes los observan y los rodean, no hacen nada para decir: ¡Epa! Esto está mal, ¿cómo nadie reacciona para corregirlo o sancionarlo? Te lo estoy advirtiendo porque muy pronto vas a entrar en el camino de tu independencia y tenés que saberlo para enfrentarte a estas situaciones con firmeza de ánimo. Ya sea para actuar o para observar y dictaminar si fuera necesario. Con suerte formarás tu propia familia, traerás al mundo a tus hijos y tendrás que educarlos en esta nueva realidad. Para darte un ejemplo sencillo y a la mano: Resulta que un muchacho que se siente chica, ahora va y pide un documento como mujer y se lo dan sin preguntarle si cambió su sexo o no. Y si por casualidad se te ocurre opinar que es una aberración, te miran como si fueras Hitler, poco más o menos. Así que andá preparado para cosas como esas. Calladito y discreto, vos hablá con quienes tengas confianza sobre tus verdaderos pensamientos, no sea cosa que tengamos que salir en los diarios por una opinión en contra. Por eso te digo que cambió todo, no sé si para bien o para mal, fijate que vos , que todavía sos menor de edad, podés tomar de rehenes a personas o familias enteras, quitarles sus pertenencias o hasta matar a alguno de ellos, y no pasa nada. Te mandan a tu casa y te cuidamos nosotros, que decí que tenemos una educación a la antigua y podemos darte buenos consejos, sino imaginate que podríamos armar una banda con vos y tu hermano más chico y nos llenamos de guita en poco tiempo. Total, después se habla del caso unos días, hasta la próxima noticia por el estilo y chau pichu. Entonces, como te decía, fijate que es lo que más te conviene, a vos y a nosotros, y obrá con toda libertad, hijo.

viernes, 27 de mayo de 2011

                        ELLA BUSCABA TERNURA…
                              ¡Y ÉL TAMBIÉN!


                          Nunca la embocaba, cuando le gustaba algún muchacho, seguro que él quería sólo “eso” y nada más, En cambio, si alguien se acercaba a ella con modales gentiles y aparentes buenas intenciones, lo miraba con desprecio al papanatas de turno. Buena parte de su juventud transcurrió en esa misma rutina, hasta que apareció “él”.

                           No era para decir: Ahhhh… pero tenía un no sé qué. Al principio le costó que se decidiera, los lugares en común los encontraba charlando distendidos, riendo despreocupados, pero ella quería algo más y él no pudo resistir su ímpetu avasallante. Por fin, se decía, ahora sí tengo a mi hombre ideal. A veces los milagros suceden, las almas gemelas se unen y todo así.

                            Ya no eran tan jóvenes y el tiempo los ayudó a tomar la decisión de formar una familia. Claro que la que motorizaba la relación era ella y él se dejaba llevar, encantado con su cómoda posición de galán consorte. Antes de que se preguntara si no se estaría equivocando, se vio en el Registro Civil y la Iglesia, todo el mismo día, para qué demorar las cosas, ¿no?

                              Le extrañaba que, en el corto noviazgo, ella no hubiera tenido la inquietud de intimar más, pero como estaba educada a la antigua y su familia era tan religiosa, lo comprendió.

                               En la gran cama de la suite nupcial, ambos con primorosos conjuntos de dormir, están tendidos, muy juntos,  tomados de la mano y charlando. En tren de romper el hielo, él le dice, muy quedo, querida, soy gay. Ella sonríe y le contesta, ya lo sé mi amor, yo también.

miércoles, 25 de mayo de 2011

CANDIDATOS SORPRESIVOS


En estos últimos tiempos han aparecido algunos “candidatos”
a mi mano en situaciones muy sorprendentes. Parece ser, que mientras esperaban que yo me liberara, vivían “otras vidas” con otras mujeres, y ahora se quieren desembarazar rápidamente de ellas para ofrecerme un futuro. Tanta liviandad me produce un enorme rechazo, y es fruto de esta época tan efímera en emociones y relaciones. No se trata de exigencias desmedidas ni de buscar al mejor, sólo de saber que algunas personas no estamos dispuestas a hipotecar nuestra vida al albur. Afortunadamente, no padezco de vanidad sobreestimada, sólo el criterio necesario para vivir mi propia vida con mis elecciones, en el presente, sola y en paz. Gracias a todos por sus ofertas, algunas serían muy estimables sino fuera por los detalles antes mencionados. Aspiro a sentimientos profundos.

sábado, 21 de mayo de 2011

Cuando una mujer ama a un hombre
No debe permanecer a su lado.
Debe irse siempre un poco
Y obligarlo a que la siga
Así lo conservará para siempre.



Cristina Scarlato

viernes, 20 de mayo de 2011

                           EL SEÑOR INGENIERO


                       El señor ingeniero llegó un viernes. Hay que romper. Lo dijo mirando la columna de la cocina, donde supuestamente se producía la obturación del paso de agua al piso inferior. Por favor, que sea el lunes, le pido,  mañana tengo una reunión. Muy bien, ningún problema, a las nueve entonces. Buenos días. Buenos días.

                       Malos días vinieron. El señor ingeniero no apareció, en su lugar, pasadas las diez, llegó Jorge, un gordo, gordo, negro, negro, bruto, bruto. A romper. Polvo y ruido por dos horas, luego descanso, voy a comprar algo, volvió a las dos de la tarde. Primer día, fin del trabajo a las diecisiete.

                       Segundo día, nadie vino hasta las doce, ahí llegó otra vez Jorge, gordo, negro, bruto, siguió con polvo y ruido y se fue a las dieciséis.

                       Llamada mía al señor ingeniero preguntando hasta cuándo y con qué continuidad. No se preocupe señora, para el fin de semana estará todo terminado. Fue el fin de semana, pero de la siguiente y no quedó todo bien terminado. El gordo, negro, bruto Jorge, recubrió columna y piso con materiales de un color bastante parecido al original, si se los mira rápido y a media luz. Nunca vi elogiar tanto a un empleado tan malo, como el ingeniero a su ayudante. ¡Es una barbaridad el gordo, cómo trabaja, de no creer! Claro, nadie puede creerlo. Ni el administrador, que también elogia, ante mi queja. Pero señora, ¡el ingeniero es un genio, no me diga!


viernes, 13 de mayo de 2011

Mis dos hijos varones me confirmaron ayer algo que ya venía sospechando, soy mi mamá. Entrando en la primera etapa de la vejez, (ahora seremos centenarios) mi figura se asemeja mucho a la de ella. Desde hace unos años me voy reconciliando con esa realidad bastante dura para mí, que luchaba por diferenciarme. Pero además, ellos me adjudicaron un defecto que no me gusta nada, como quien no quiere la cosa manifestaron que yo siempre hago lo que quiero, como ella lo hacía  y por lo que discutíamos.
Me asaltó el eco de la voz de mi hermano, no hace mucho. Fue en el sanatorio donde nació mi última nietita (tengo dos más grandes, varones). Ahí, al llegar con su mujer, me preguntaron si la había alzado, y yo, con mi mejor cara de obediencia dije, no, los papás dijeron que no la saquemos de la cunita, ellos se encargan. Mi hermano entonces dijo, bueno, igual vos vas a hacer lo que querés. Sonreí estúpidamente como si no hubiera entendido, pero la frase quedó dando vueltas en el espiral del tiempo y justo ayer chocó con la de mis dos hijos. Lo peor de todo este asunto es que, por más que quiero verme en esa calificación, no puedo hacerlo del todo. O sea, debe ser verdad, va a ser mejor que empiece a verla. Tal vez debería comenzar por si todo lo que yo hago para hacerlos sentir bien tiene que ver con eso que piensan. El ocuparme demasiado de sus cosas tiene su costado meterete y de ahí viene el tema. Dejar que cada uno resuelva sin ofrecer mi ayuda, hacerme la distraída cuando aparece alguna demanda, ocuparme de mis propias cosas es un camino. Aunque esto parecería una venganza más que un cambio, no? Ah… así que yo me meto mucho, bueno, a ver cómo se las arreglan sin mí… El punto intermedio, del que soy tan aficionada, sería la solución. Estar cuando me pidan ayuda, alejarme cuando no. Será esto o se trata de algo que ni puedo vislumbrar? No me estarán pasando factura por el divorcio? Casualmente son los varones de la familia los que me cuestionan, los que me juzgan porque tomé la decisión final, quizás ellos hubieran preferido seguir teniendo a una madre sometida a los vaivenes amorosos de su papá, soportando más humillaciones con estoicismo. Una dolorosa lección para aprender.