Infinidad de veces he leído esto de
abandonar el miedo y lanzarse en pos de los sueños. Como frase de impacto está
buena, pero a veces no es tan sencillo discriminar el miedo de la prudencia. Cuántas
personas han cometido graves errores al llevarse por delante situaciones
comprometidas en pos de ensoñaciones. Los impulsos no siempre son buenos
consejeros, después del primer momento es saludable reflexionar, ver los pro y
los contra del paso que vamos a dar. Ser impulsiva me ha jugado a favor y en
contra y con el paso de los años el saldo en contra es mayor. Salir del
cascarón lleva implícita la madurez de nuestras acciones, cuando se es joven
todo está justificado aunque nos llevemos porrazos por el camino, por suerte
tenemos tiempo por delante para rectificar. Quiero aclarar, sin embargo, que me
considero miedosa, quizás sea una luz de alarma que me cuida.
lunes, 25 de enero de 2016
lunes, 11 de enero de 2016
ÉRASE UNA VEZ...
Una chica con sex appeal, al menos era lo que
la gente decía de ella. Lo que para algunas puede ser una bendición para otras
es lo contrario. Lo vivía con gran culpa, siendo que no se hacía cargo de las
pasiones que desataba a menudo. Con gran esfuerzo modificó su modo de caminar,
que era naturalmente contoneante, para convertirlo en duro y controlado. O sea,
que todo lo que la naturaleza le brindó fue su gran maldición. Pienso que estos
atributos llegaron a la persona equivocada, ya que otra en su lugar los habría
explotado inteligentemente a su favor. Mirando ahora las fotografías de su
juventud ve con asombro que era muy bonita además, nunca había tomado nota de
sus cualidades, solo veía algunas fallas a las que tampoco daba importancia. En
contrapartida, sus objetivos estaban direccionados a formar una familia y
dedicarse a ella, además de sus ocupaciones laborales. Lo que se dice, un
verdadero desperdicio de destino equivocado. Recuerda haber deseado
fervientemente llegar a vieja y no tener ya el peligroso atractivo. Bueno, “ten
cuidado con lo que deseas”. Ese momento ha llegado, el espejo le muestra todo
lo que anheló para verse libre de esa atadura, totalmente logrado. Como diría
mi amigo Anuar, esto es ficción, ja!
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