martes, 22 de marzo de 2022

AQUEL DÍA

 

Mirando hacia el cielo vi

un fondo de mar azul

El oeste presagiaba tormenta

Pájaros rodaban como peces

en el aire enrarecido

no lograban  huir del vendaval

Algo

condicionaba su vuelo

impulsándolos a una loca carrera

sin rumbo

ni respiro

Pude comprobarlo cuando

en plena claridad

la bandada desapareció

dejándome absorta

en el vacío.

jueves, 3 de marzo de 2022

A LA HORA DE AYUDAR

   No, no voy a referirme a la situación internacional actual, ya demasiado estamos viviendo en zozobra por las tristes consecuencias . Hoy voy a rememorar una época muy lejana, yo tendría ocho o nueve años. Mi mamá, una mujer todo terreno, se multiplicaba en sus quehaceres, me pedía que la ayudara con el secado de platos, ni se había inventado el escurridor para dejarlos reposar. Al principio, con muy pocas ganas, yo tomaba el repasador y lo hacía prolija y detalladamente, pero un inspirador día, dije, tengo que ir al baño! Y ahí estuve al menos media hora, haciendo nada y esperando que el tiempo corriera a mi favor y ella se hubiera ocupado. Así fue, cuando volví a la cocina ya todo estaba en orden, mi mamá me miró y me preguntó si me sentía bien, yo con cara de culpa dije, sí me costó un poco nada más. La escena se fue repitiendo cada vez y la paciencia de mi mamá se estiró todo lo que pudo hasta que un día dijo: Primero secás los platos y después vas a hacer lo tuyo! Cuando los años transcurrieron y yo tuve conciencia de todo lo que ella trabajaba, mi actitud cambió totalmente, fui su mano derecha para las cosas de la casa y pudo descansar en mí parte de las tareas. Llamaba por teléfono desde su trabajo para darme indicaciones en alguna comida y así todo estuviera a punto cuando ella volviera. Empecé refiriéndome a mi infancia, pero termino rindiéndole un homenaje a ella que fue motor y guía para toda su familia. Gracias mamá!