martes, 28 de junio de 2022

¿CÓMO NO SE ME OCURRIÓ ANTES DE DESPERTAR?

 

                  

 

           El sueño había terminado. Daba vueltas en la cama, inquieta y desconcertada. Veía el papel que la chica me había entregado. Yo debía cuotas sociales desde el año 64. Pero, ¿cómo era posible, si me había mudado al barrio recién en el 73? ¿Y desde cuándo uno se asocia a la tienda de la cuadra, si sólo hace compras esporádicas? La duda me carcomía como si formara parte de la realidad. Esa cuestión me tuvo desvelada hasta el amanecer. Mi gran interrogante era: ¿Cómo no se me ocurrió responder en el mismo sueño? Ahora ya era tarde, quedaría registrada como deudora serial en todos los portales oníricos.  

miércoles, 15 de junio de 2022

YA NO SOY UN ROBOT

 

Las industrias Robotech S.A. nos crean con apariencia humanoide y diferentes habilidades, de acuerdo a la solicitud de los clientes. Estamos los cultos, los asistentes de hogares, los instructores de deportes, los cuidadores de niños, etc. Un año atrás, el matrimonio Smith llegó en busca de un reemplazo de su hijo adolescente, se había ausentado por estudios y lo extrañaban horriblemente. Adaptado para tal fin, me integré al hogar familiar, al principio para gran alegría de ellos. Con el correr del tiempo noté una frialdad en el trato, ya no conversaban conmigo ni departíamos sobre diferentes temas. No comprendía el motivo, yo los trataba con respeto y consideración, era ordenado, juicioso, en fin, un modelo de robot. Puesto a investigar, busqué libros en la biblioteca que me orientaran. Fue así que encontré la solución. Una mañana desperté quejoso, malhumorado, dejé abierta la puerta cancel y Sultán salió corriendo y ladrando, causando gran alboroto en todo el barrio. Mis ropas en completo desorden tiradas por el piso de mi cuarto, a altas horas de la noche aporreaba el piano acostumbrado a Chopin y Bach, remedando a ICDC, RIFF, y otros de igual tendencia. El cambio que logré fue sensacional, se volcaron completamente a mi atención, preocupados por mis habituales berrinches, se acercaban con propuestas de paseos, excursiones, entretenimientos. Me había convertido en un clon de su propio hijo. Hoy puedo decir con entera convicción, ya no soy un robot.