jueves, 11 de mayo de 2023

EL HOMBRE QUE NO PODÍA TENER AL LADO A UNA INSIGNIFICANTE


                       La frase la dijo naturalmente, y ella lo observó con curiosidad, ah, murmuró. Algún día seré yo, pensó. Y así fue. Mientras la belleza y la juventud fueron su estandarte todo anduvo bien, luego ya no. Ese momento llegó de a poco, casi sin darse cuenta ella vio el desmoronamiento lento y fatal. Él buscó otro trofeo, más adecuado a su mirada, a su narcisismo ancestral. Y lo encontró fácil, porque se le daban fáciles las conquistas. Ellas caían rendidas ante el caballero andante que las trataba con excesiva y edulcorada corte, tan fuera de moda, tan atrayente. Claro que el destino estaba a la espera, la elegida sobrevivió al estigma, él no.