domingo, 30 de julio de 2023

AMAPOLAS (Consigna del taller literario)

 

                                        


La otra noche soñé

   con un mar de amapolas.

Danzaban como olas

   sobre el verde brillante

de la hierba en su alfombra.

No podía entender

   la razón de ese sueño

hasta que comprendí.

   ¡No lograba inspirarme!

Fue a través de Morfeo

   que llegué a la consigna

en un breve poema

  ¡para no avergonzarme!

domingo, 23 de julio de 2023

EL ESPEJO DEL SR. BORGES

 

             

                     El Sr. Borges salía cada tarde luego del almuerzo. Antes de poner un pie en la calle se detenía ante el espejo de la entrada, que duplicaba su figura de cuerpo entero. Al lado, el alto perchero le recordaba llevar su sombrero y el paraguas si el tiempo ameritaba probabilidad de lluvia. Ese día en particular su imagen no lo complació, observó detenidamente su atuendo, la corbata bien anudada, el pañuelo haciendo juego en el bolsillo izquierdo, su peinado liso y encanecido. No comprendía qué era lo que no estaba en su lugar. Miró el pantalón con su raya bien marcada, los zapatos lustrados, en fin, el desconcierto lo colmaba. Ensayó una sonrisa tímida y no la vió reflejada, extendió su mano derecha y tampoco. ¿Quién era ese extraño enfrente de él? Un sudor frío lo cubrió por completo, la superficie clara del espejo quedó empañada, y cuando se fue desdibujando toda la imagen, comprendió que él ya no estaba ahí.

 

martes, 11 de julio de 2023

UN CLAVEL PARA ALICIA

 

                        

                 Alicia García nació en Villa Lynch, partido de San Martín, en una familia humilde y trabajadora. Cuando tenía ocho años les pidió a sus papás ser bailarina clásica. En su cabecita se veía protagonista de El lago de los cisnes, La bella durmiente, Cascanueces, Carmen…

                  Ellos, aún sabiendo que sería un gran esfuerzo y sacrificio, la llevaron un día a la escuela del Teatro Colón. Allí le hicieron una prueba y por su natural gracia y actitud fue aceptada. Los años pasaron, llegó a formar parte del ballet estable y cambió su nombre artístico por Irina Dukov, soñando en un futuro rol protagónico que nunca llegó.

                  Una noche de carnaval se disfrazó de gitana, les dio un beso y un abrazo a su mamá y a su papá y subió a la terraza de su casa buscando una flor para su pelo. Las grandes macetas estaban colmadas de flores, eligió un hermoso clavel rojo y brillante, lo colocó en su oreja izquierda y se lanzó al vacío.