Cuando
mi hijo del medio viene a visitarme y tiene sus charlas con su hermano menor,
yo, sentada entre ambos, giro la cabeza
hacia uno y otro lado en cada frase del diálogo que mantienen, de vez en cuando
puedo meter un bocadillo, pero disfruto de los temas que tocan aunque a menudo
no entienda del todo. Sobre todo si hablan de autos, soy tan distraída con eso
que me ha pasado seguir de largo en lugar de subirme a mi propio auto con mi
familia esperando. Todo un problema si voy en un remis a buscar a mi nieta a la
escuela y lo hago esperar. Tienen instrucciones de buscarme ellos porque yo
seguro no los voy a encontrar a la salida. En lo que puedo tener alguna idea es
con los desperfectos que puedan aparecer y generen un ruido particular, porque
en los años en que mi marido arreglaba lo que no funcionaba correctamente, tuve
una buena enseñanza cebando mate y acompañando, o incluso ayudándolo si lo necesitaba. Hoy
estuvieron compartiendo recuerdos de unos juegos de cartas, creo que su nombre
era tope y quartet, con diferentes motivos, autos, aviones, tanques, motos,
etc.etc. Revisaban las cajas y mostraban sonrientes los hallazgos y me
contagiaron su alegría porque recordé que yo también participé de eso cuando
fueron chicos y hasta a veces les ganaba! Cómo puede ser entonces que con tanta
práctica no haya aprendido nada sobre las diferentes marcas y modelos? Soy un
caso perdido!