jueves, 31 de diciembre de 2020

¡MUY FELIZ 20121 PARA TODOS!


No me equivoqué, solo que en cada respuesta a los amigos de los blogs ponía ese año y debía corregirlo, así que ahora lo patenté, no sea cosa que alguno haya quedado por ahí y alguien se lo apropie! 

sábado, 19 de diciembre de 2020

¡MUY FELIZ NAVIDAD!

                                       H

                                       O

                                       Y    

                                  QUIERO       

                            REENCONTRAR

                  CON MIS MEJORES DESEOS

          LA ALEGRÍA DULCE DE LA NAVIDAD

        JUNTO A TODOS MIS SERES QUERIDOS

         QUE SON MUCHOS MÁS SI INCLUYO

     A LOS MUY BUENOS Y VALIOSOS AMIGOS

        COMPAÑEROS DE BLOGS SIN IGUAL

             UN NUEVO AÑO NOS TRAERÁ

     RENOVADOS MOMENTOS DE FELICIDAD

 ¡SI LOGRAMOS VENCER A LA ADVERSIDAD!


                                                        

sábado, 28 de noviembre de 2020

EL CÍRCULO PEQUEÑO EL CÍRCULO GRANDE

 

     Son tiempos para lo pequeño, diría el I ching, lo grande deberá esperar.  No nos pongamos tristes mirando al mundo girar loco y descontrolado. Eso no lo podremos manejar ahora, en medio de tanta injusticia, dolor, desesperanza . Solo debemos concentrarnos en nuestro más cercano círculo, el de la familia, los amigos, la gente que conocemos y valoramos. Reforcemos esos vínculos con amor y amistad, siendo solidarios en las necesidades de unos y otros. Prestemos atención a quienes piden ayuda y tratemos de estar ahí. Miremos además hacia adentro, veamos qué necesita el espíritu para equilibrarnos y hagamos de eso una tarea sustentable. Que nada nos quite la esperanza en un porvenir quizás aun lejano pero posible.

 

sábado, 7 de noviembre de 2020

ENAMORARSE DE UNA NUCA

 

Así fue como digo / que conocí a mi marido /

Me enamoré de su nuca / y fue mío y el de muchas.

Un día lo vi de espaldas / rondaba el mes de febrero /

Y mejor hubiera sido / conocer su peluquero.

Porque su nuca yo vi / muchos días de mi vida /

Cuando con vos compungida decía /

me voy un tiempo querida.

Y entre esas idas y vueltas / pasó el tiempo y las heridas /

que por fortuna cerraron / con su última partida.

Mas esto no es una queja / al contrario / ya de vieja /

valoro lo que he vivido / aunque quede lo sufrido /

perdido en tiempos de lloros / hoy soy feliz y valoro /

lo que tengo y quiero tanto.

 

martes, 27 de octubre de 2020

VERSOS SALPICADOS

 

Estos versos desvelados / de las dos de la mañana / no son solo sentimientos / sino emociones variadas.

 

Soy la piedra en el zapato / de unos cuantos / Si el destino lo ha querido / no soy quién para cambiarlo.

 

 De qué voy a hablar / con quién / de qué /  palabras no dichas / palabras calladas / prefieren estar muy dentro de mí / quizás deberían / salir a la luz / para no estallar.

 

Pero que a mí no me pasa / que a mí no me va a pasar / pero un día sí me pasa / y ahí me quiero ver bailar.

 

Los pelos de la barbilla / tiene su maña encontrarlos / algunos son mañaneros / otros más bien nocheros / lo importante / estar atenta / y con la pinza en la mano / para evitar al contacto / pinchar a otro ser humano!

 

P.D. Disculpas al pié.

Perdón poetas! 

martes, 20 de octubre de 2020

UN CASO DE ESCOPETA

 

El Negro tiene la mala costumbre de eructar en medio de una comida, sin importar quiénes estén delante. El dice que en la antigüedad era signo de buena educación, como muestra de lo bien que se había servido una mesa. Nadie ha logrado convencerlo de que los años han cambiado esas ideas por otras muy diferentes y que debe taparse la boca y disimular lo mejor posible un incipiente eructito. Así que las peleas con su mujer por el tema son interminables. Estercita no le tolera esos malos modales, sobre todo porque ha sido educada en un colegio de monjas, con todo rigor. Sus hijos, adolescentes ya, son el resultado de esa unión estrafalaria, por lo tanto, uno actúa como la madre, dulce y delicado y la otra como el padre, feroz y mal entrazada. No se podía pedir nada peor para este clan familiar. Cuando llegan las fiestas de fin de año y tienen que planear el encuentro con el resto de la parentela, todo son reparos. (Tenemos que aguantar a ese maleducado). Y ahí hace su aparición el Negro, vistiendo, para sentarse a la mesa, una camiseta, unos shorts de baño y ojotas. El dice que bastante tiene con uniformarse el resto del año para repartir soda casa por casa, que lo dejen tranquilo disfrutar del placer de vivir cómodo en su propio hogar, y vocifera ¡Por qué no me dejan de jorobar un poco eh, manga de mantenidos! Pega un puñetazo en la mesa y se termina la cuestión. Todos comen con la cabeza gacha. Al fin y al cabo, en esta familia, es el único que trabaja.

jueves, 15 de octubre de 2020

BIG BANG

 Un viejo poema...



Infinitamente

Miles de ojos miran mis ojos

Miles de sueños sueñan mis sueños

Todos y uno hermanadamente

Como antes de la gran explosión.

  

Y después

Miles de manos buscan mis manos

Miles de bocas pronuncian palabras

Que no serán dichas

Por otras miles de bocas cerradas.

sábado, 10 de octubre de 2020

SECRETARIA, NO PRIVADA

                         Tuve dos jefes en dos empresas hermanas, una dependiente de la otra, la primera fabricaba máquinas agrícolas exclusivamente, ingresé apenas cumplidos los dieciocho, quien me entrevistó fue quien sería mi superior directo. Simpático, agradable, nos caímos bien de entrada. Al poco tiempo descubrió que me incomodaba el escritorio en su mismo despacho y lo ubicó fuera, en el salón principal junto a las chicas de contaduría, con quienes enseguida congenié, salvo con una, Isolda Aída Romano, su ascendencia del norte de Italia no perdonaba a la mía, del sur, y me miraba desde su montaña y me chicaneaba continuamente, tan hermosa como mala. Laura es mi gran amiga desde entonces, madrina de dos de mis hijos, y Teresa era la proveedora de la gran tortilla de su mamá para el almuerzo, que acompañábamos con jamón en una gran figasa al mediodía en la pausa. Mi jefe tenía una amante en el Banco Alemán, cuando lo llamaba por teléfono se le transfiguraba la cara, en seguida nos dábamos cuenta que hablaba con ella. Un día llegué con tortícolis, no podía girar la cabeza, al rato cayó mi jefe, igual!!! Carcajadas y bromas en general. Cuando esa empresa cerró me derivaron a la principal, también en puesto similar pero con distinto jefe. Para él todo era ya! Un día me hizo pasar a su escritorio y me preguntó sobre mi vida personal, no me llamó mucho la atención, fue respetuoso. A la semana me propuso quedarme una hora extra algunos días para actualizar el fichero, muy abandonado por la secretaria anterior. (Acá hago un paréntesis, en los dos lugares reemplacé a futuras mamás que se iban con su panzota a dar a luz a sus bebés, y algunos años más tarde yo hice lo mismo, gran casualidad) La cuestión es que yo dije que sí, y mi mamá también. Se sentaba en la entrada del salón y desde ahí vigilaba sonriente. A la semana mi jefe creyó que el fichero podía seguir atrasado y me dijo que no necesitaba más mis horas extras, todo con muy buenos modales. Al año ya me estaba casando con un compañero, que casualmente me ayudó con el ficherito y fue el padre de mis hijos. Mi jefe lo reconvino por robarme sin permiso, pero nos mandó una orquídea de regalo. Estaba en un pedestal que quedó abandonado por ahí. Como comprenderán, guardo mejores recuerdos de mi primer jefe, todo un señor.          

sábado, 3 de octubre de 2020

¡¡¡TERMINATOR YA LLEGÓ!!!

 

    Ayer estaba enviando un mensaje de voz por watsap a mi hija, y veía que la ventana del comentario se ampliaba a medida que yo hablaba. No me sorprendió demasiado, parecía estar todo bien, pero al concluir mi charla y quitar el dedo para enviar, ¡se desplegó un extenso texto escrito!  No podía entender, comencé a leer lo supuestamente oral de mi discurso y había incongruencias, por ejemplo, hablaba de un bebé, (creo que mi hija debe ir urgente a hacerse un evatest, está en esa etapa en que la fertilidad se va y no se va) dado lo extraño de la situación, creo estar en presencia de una tecnología que me supera. Cuando mi hijo llegó para almorzar y hacerme las compras semanales, ya que yo no salgo para nada, le di el teléfono para que revisara dónde podría haber estado la falla. Me lo devolvió diciendo, no sé qué hiciste o qué pasó, acá está todo bien. Y no es la primera vez que me suceden cosas así, ya en otras oportunidades el teclado toma vida propia, lo que me lleva a pensar que no solo estamos en el futuro de las máquinas en la ficción, al menos en mi celular ¡ya están presentes en la realidad!

 

martes, 29 de septiembre de 2020

RELATOS DE LLUVIA

 

                                 LLANTO DE LLUVIA EN UNA ESQUINA


         La mujer estaba inmóvil parada en esa esquina. Sus lágrimas caían sobre la vereda formando pequeños lagos circulares, poco a poco se fueron extendiendo y ahondando. Cuando ya nada se pudo hacer, más que flotar, ella se elevó en un segundo. Los rayos del sol traspasaban la gran cascada, describiendo en su irrigar, el arco iris. 


                                     CASI SIEMPRE LLUEVE


         El sol no alumbra como antes. Su apariencia juvenil no revela los años vividos. El viejo ritual de la cacería ahora lo cumplen a solas, para que el otro no vea el hastío. Ayer ella no regresó, él, tras los vidrios del ventanal mojado por la lluvia, ve la llegada de un extraño. Cierra sus ojos y al abrirlos nuevamente, se desprenden pequeñas lágrimas sangrientas.

 

                                  LA SOMBRA EN LA LLUVIA


         La sombra en la pared alargaba la noche. Tenues luces lejanas dibujaban el frente del edificio, empapado por la lluvia. Fugazmente se deslizó por una abertura lateral. La calle estaba desierta. La penumbra interior se convirtió en un estallido fulgurante y volvió día la noche. Cuando la gente del pueblo salió para ver qué había sucedido, mezclado entre la multitud, un hombre de traje gris avanzaba quietamente tomando el ala del sombrero con una mano para cubrirse de la pertinaz llovizna. Una sonrisa torcida cruzaba su cara y en sus ojos un odio mortal brillaba embravecido.


                                      LLUVIA EN EL PARQUE


          Siente que ya no puede seguir avanzando. Sus piernas no permiten el movimiento necesario. Lentamente se deja caer en uno de los bancos del parque. A su derecha, un mendigo lo mira sorprendido. Las finas gotas de lluvia que comienzan a caer empañan sus lentes. Casi es mejor así, esa nube traslúcida  le da una relativa tranquilidad que hace tiempo no tenía. Suspira aliviado, extiende el paquete de cigarrillos a su ocasional compañero y juntos comparten un momento de distensión bajo el aguacero impiadoso.  

 

viernes, 25 de septiembre de 2020

HOY

 

Mis ojos ven más allá

De la mesa ovalada

De la taza vacía.

 

Se remontan a un tiempo

En que el alma vibraba

Con los sones del cuerpo

Remolinos de viento

Recordando esos días.

 

En el hoy se han quedado

Esa taza

La mesa

Mi mirada

La vida.

 

martes, 15 de septiembre de 2020

AMOR REAL

 Susana y su nuevo post me remontaron a esta vieja historia


                           Lo pusieron allí y de vez en cuando le echan agua, pero su apariencia no mejora. Me estoy secando, piensa el arrayán. Nadie se da cuenta, de a poco pierdo lozanía. Sus pequeñas hojas van cayendo sobre la heladera que le sirve de apoyo. La dueña de casa parece desconocer lo básico para mantener viva una planta, o un árbol, porque se sabe que el arrayán es un árbol, o lo será en el futuro, si llega, claro.

                           Enfrente, a escaso metro y medio y con unas pocas hojas verdes, muchas amarillas y un solo manojo de florcitas, un malvón está pasando por una situación similar, colgado de un portamacetas, entre las dos aberturas de la cocina- lavadero. Me riegan sólo cuando es necesario, piensa,  pero voy camino a secarme. 

                            Un día, se encontraron los dos en el balcón, uno al lado del otro, muy juntos. El malvón, sorprendido con la nueva compañía, lo miraba de reojo, lo olía al arrayán. Estaba a la vista que no producía flores. Él, al menos tenía un ramillete, aunque casi marchito. Temblaba, pensando que, si no engendraba nuevos pimpollos, perecería. 

                             El arrayán, mientras tanto, comenzó a sentir la proximidad de esa plantita insignificante que le habían puesto al lado. Él debería tener un lugar propio y bien amplio, con una base de tierra sustentable, de otro modo, ¿cómo cumpliría su destino de árbol 

                             Sin embargo, le caía bien el malvón. Por las noches, cuando la brisa era más fresca, veía extenderse sus ramas, como para alcanzarlo. Tal vez no le fuera indiferente tampoco, y buscara su protección con el fin de hacer amistad. ¿Por qué no?  Lo mejor sería que unieran sus energías y planearan una relación en común para tener algún futuro. 

                             Fruto de esta unión, el arrayán, con sus hojas tiernas y lustrosas, hoy desborda la maceta y el malvón luce orgulloso sus ramilletes de flores rojas, que van naciendo y muriendo en un ciclo sin fin.

viernes, 11 de septiembre de 2020

MI BANDERA

 

         Desde hace muchos años, en el mes de mayo, a partir del cual se conmemoran nuestras fechas patrias, mi bandera estuvo hasta hoy, 11 de septiembre, conmemoración del día del Maestro, en homenaje a Domingo Faustino Sarmiento, maestro, estadista y presidente de los argentinos, flameando desde mi casa. Este año no fue así, ya sea por la pandemia o por el ambiente enrarecido, no había decidido colgarla en mi balcón. Pero ayer sucedió un hecho trascendental para nuestra patria. En respuesta a una infamia, un hombre de la política contestó con altura, firmeza y conciliación. Se trata de un gobernante de la oposición en nuestra capital, esa oposición que fue gobierno nacional en los cuatro años anteriores y varios más en la ciudad.  Lo que quiso ser una agresión y violación de la ley, se convirtió, en veinticuatro horas, en la demostración de lo que un hombre de bien puede hacer en el país. Y ahora estamos seguros de que el porvenir está a la vuelta de la esquina, de pronto y sin estridencias, tenemos esperanzas. Y por eso la bandera está ahí hoy, y estará hasta no sé cuando, a la espera de ese futuro promisorio que se avecina.

 

lunes, 31 de agosto de 2020

MI VIDA "EXTERIOR"

 

         Desde ayer estoy emancipada! Mi hijo menor pudo al fin mudarse a su casita propia y aunque es seguro que extrañaremos los intercambios diarios (el me dice que soy peleona yo aseguro que son solo diferentes opiniones intercambiables) los abrazos, las comidas compartidas (aun con teléfono mediante) nos adaptaremos cada uno a su propia realidad, porque ambos somos solitarios y disfrutamos de nuestra soledad positiva, así la llamo. La pandemia ayudó de algún modo a que pudiera armar su nido, ya que trabajando desde acá pudo hacer todos los arreglos para recibir el mobiliario y los utensilios necesarios. En mi caso, recién hoy caí en la cuenta, el sábado fue la mudanza y ayer quedé reacomodando, muy entusiasmada todo el día. Y me siento bien, contenta con su progreso,  y armando mi nueva rutina, que no necesariamente será rutinaria. Solo espero que antes de fin de año podamos reunirnos las familias y amigos como antes, mis encuentros habituales con dos amigas de años, fuera de casa, cambiando el ambiente con charlas interminables, matizadas con risas y reflexiones varias. Por ahora nos conformamos con encuentros esporádicos con mis otros hijos, ellos hacen el permiso de cuidado familiar por un día. La calle la miro desde mi balcón, mientras cuido las plantas que piden atención, ya comprobé que algunas necesitan cambio de ubicación para crecer mejor, así que las voy rotando y mimando. Y por suerte Netflix tiene estrenos de series en septiembre, algunas con temporada dieciséis!  Mis libros, las películas, en fin, me preparo para la nueva etapa de mi vida “exterior”.

sábado, 15 de agosto de 2020

LAS DOS MIRADAS

                Los argentinos tenemos memoria, no es verdad que olvidemos y dejemos pasar, lo que sucede es que algunos se benefician olvidando. Y como saben relatar la historia a su conveniencia, queda en el titular lo que se quiere instalar. Quienes viven en el exterior y los jóvenes compatriotas que escuchan esos discursos, creen en ellos. Hay habilidad para equiparar faltas, la delincuencia no puede ser igual a cometer errores. Al presidente Macri lo denostaron por pertenecer a una familia corrupta. Pero él no lo es, hasta el final de la vida de su padre tuvieron malas relaciones, precisamente por las diferencias éticas. El peronismo usó y abusó de la comparación, son especialistas en borrar de un plumazo las malas acciones propias y vociferar las ajenas. A quien le interese ver cómo se comportaron anteriormente lo podrá comprobar de inmediato, yendo a los archivos de reportajes en vivo. El gobierno macrista logró restaurar las instituciones, pero no pudo superar la difamación y los golpes bajos, sobre todo del ala más dura, la que responde a la actual vicepresidente. La gobernadora anterior quiso acercarse a toda la gente, pero tropezó con los intendentes que mostraban una cara y ejecutaban otra. Le endilgaron faltas que ellos cometieron a sabiendas. Para enfrentarse a la hipocresía no basta con la buena voluntad, se necesita desenmascarar con mano firme. Y eso faltó, por eso es muy inocente ahora sorprenderse por lo que pasa, es sabido cuáles son sus intereses personales y los direccionan muy bien. La moral está en decadencia, no hay muchas esperanzas, los viejos sabemos soportar, los jóvenes tendrán que salir adelante sin confiar en nadie, por sus propios medios. Pido disculpas a quienes me siguen y los canso con mi discurso, solo puedo hacer catarsis escribiendo acá.

martes, 11 de agosto de 2020

IRINA DUKOV

 

             Era una de las noches de carnaval. Mi papá se había subido a los techos para conseguirle rosas a la prima Alicia. Ella insistía en que tenían que ser rojas acorde al traje de gitana que llevaría en la salida con su novio. Se había creado un clima de nerviosismo, yo era chica, pero percibía la tensión en el ambiente. Tuvo que conformarse con un ramo de rosetas de ese color, y muy a disgusto se lo colocó en el pelo, al lado del rodete. Estaba linda en realidad, pero su carácter no le permitía ser agradecida. Llegó un día a casa, luego de una gran pelea con su familia, la mamá era prima de la mía, que creyó tener una ayuda para vigilar a sus pichones mientras trabajaba y en cambio fue una pesadilla. Alicia era bailarina clásica del teatro Colón, se iba todas las mañanas muy temprano y volvía por las tardes. Sus horarios no le dejaban tiempo para trabajar y mantenerse, así que aceptó hacerse cargo de algunas tareas en casa, por ejemplo, hervir en un gran recipiente la leche del consumo diario que en ese entonces nos traía cada mañana el lechero. Un día la puso  en el fuego mientras hablaba con su novio por teléfono. Al grito mío ¡se va al fuego la leche! ella, muy tranquila dijo a su enamorado, por mí que se venga el techo abajo mientras hablamos, ¿no es cierto amor? Resultado, estropicio. Todo era conflicto con ella, la paciencia llegó a su fin y se fue de un día para otro, no supe los detalles. Años después escuché algo pero no tuve la certeza, como que no pudo superar el no verse comprendida y tomó alguna triste decisión. Ah! El título fue el nombre que ella eligió para hacerse conocer en el mundo de la danza clásica, y que no pudo trascender, por eso lo traigo acá, para dejarlo impreso como vestigio de una ilusión que no fue.

domingo, 2 de agosto de 2020

"DR.JEKYLL Y MR. HYDE"


Ese era mi vecino, el que dejaba cada día dos botellas de vino y una de agua mineral vaciado ya su contenido, en el cuarto de residuos. Hace dos semanas se mudó, dejando tras de sí grandes charcos de agua pisoteados en su recorrido hasta la salida, como despedida  informal. Nunca fue muy sociable, pero durante el día se lo podía ver serio y circunspecto, saludando con la cabeza muchas veces. Cuando vino a vivir lo visitaban dos chicas adolescentes, muy parecidas a él, supongo que eran sus hijas, pero repentinamente no vinieron más. De noche la historia era otra, se transformaba como en la novela, se lo oía dando voces o cantando hasta la madrugada, cuando clareaba se iba a dormir. El mediodía solía ser su habitual salida, tosiendo mientras aguardaba el ascensor. Casualmente, ese sábado yo había puesto un CD de música española muy alegre para acompañarme en la limpieza de la casa. Fue sin querer mi saludo final. A pesar de su ruidosa noctambulidad  jamás me quejé, su living daba a mi dormitorio, y lo tomaba como algo inevitable, de alguna manera era una compañía. De casualidad me enteré ahora que es psicólogo. Quizás pueda desempeñarse bien en su profesión, ayudando a quienes lo consulten, pero como tantas veces sucede en la vida, la suya tiene una dominación que no puede manejar, la soledad del alcohol es su cómplice y amigo.
             

jueves, 30 de julio de 2020

¿ENSOÑACIÓN?


                    La playa está desolada, es temprano todavía y los turistas descansan. Dueñas y señoras, las gaviotas pululan en el horizonte y avanzan sobre la orilla. Algo raro sucede, se han amontonado en un determinado sector, no muy lejos de donde yo estoy recostada, disfrutando de los rayos suaves del sol, a esta hora de la mañana.
                    Me incorporo con pereza, la curiosidad puede más que mi deseo de reposo. Hago visera con mi mano para ver mejor pero no distingo nada especial. Entonces, me pongo de pie de un salto y camino decidida hacia ahí. A medida que me acerco parece alejarse más la improvisada reunión. Mis piernas pesan una enormidad, la arena, cálida y abundante, me obliga a realizar redoblados esfuerzos para llegar. Cuando quedan pocos metros, el grupo se dispersa rápidamente, tal vez sorprendidas por mi presencia inesperada. Me quedo mirando el lugar, pero no encuentro nada que haya justificado esa conducta. Pienso, bueno, seguro había restos de peces diseminados y los devoraron. Qué tontería, haberme preocupado por una cosa tan natural. Y me dispongo a volver a mi lona, que se ve más distante desde donde ahora estoy. Casi a mitad del trayecto de vuelta, oigo un sonar de alas a mi espalda, y antes de poder reaccionar, me derriba la feroz bandada, que, ahora sí, tiene una actitud definida.



sábado, 25 de julio de 2020

¿EL DESTINO O EL LIBRE ALBEDRÍO?


                   A menudo converso con mi hijo más chico sobre este tema, él reniega de someterse a una ley escrita, yo sostengo que tenemos libertad para elegir nuestro camino, pero que nuestros pasos se dirigen indefectiblemente al lugar donde está escrito. Creo en esto que digo y aunque escucho diferentes opiniones, nada me demuestra hasta ahora que estoy errada. ¿Cómo lo afirmo? Alrededor de mis sesenta años decidí hacerme una carta astral, no para saber qué tenía por delante, sino para comprobar lo vivido. Además, podría vislumbrar si realmente los astros tienen algo que ver en la vida de las personas. Lo que resultó de ese estudio me impresionó. Vi un mapa con variedad de líneas y el significado de algunas cosas que no podían haber sido de otra manera. Comprendí que mis decisiones estaban delineadas de antemano, en el día y hora de mi nacimiento. Y aunque la astróloga, una señora muy amorosa y bastante mayor, me quiso adelantar algunos pasos en el futuro, no me interesaron en lo absoluto. Mi propósito estaba cumplido, y a partir de entonces disfruto cada instante, trato de no amargarme más de lo necesario por los contratiempos diarios, sabiendo que mi vida está trazada y me siento satisfecha por cómo la estoy viviendo.

lunes, 20 de julio de 2020

¡HOY, DÍA DE LOS AMIGOS!

Un amigo es alguien que nos da la mano cuando nos estamos cayendo, y que la suelta luego de incorporarnos para que sigamos haciendo nuestro propio camino. Y es muchas cosas más que serían innumerables, pero que siempre está, ¡MUY FELIZ DÍA DEL AMIGO para todos mis compañeros del blog! 

viernes, 17 de julio de 2020

UN CASO CURIOSO


                   El chico nació negro como el betún. De inmediato, intentaron encontrar explicaciones entre los orígenes de ambas familias. Llamados a larga distancia, consultas entre los conocidos de los antepasados, en fin, nada se dejó librado al azar.
Pero no lograron resultados satisfactorios. Con la palabra autorizada del pediatra, dejaron de hacer conjeturas y se dedicaron a criarlo. “Si pasan el tiempo buscando el origen, el pobre chico se les va a morir de desatención.” No necesitaron más para darse por vencidos, al fin y al cabo, por años buscaron el embarazo sin conseguirlo y ahora tenían la dicha del fruto de sus desvelos, más oscuro que sus rubicundos padres, pero heredero al fin. La mujer se mostraba aliviada y feliz. El marido, en apariencia, también.

                    Los años pasaron entre resfríos, cumpleaños, escuela. Justamente fue en la escuela donde se presentó un día un hombre alto, corpulento y de piel oscura, diciendo que quería conocer a su pequeño pariente. Como era de esperarse, no le permitieron hacerlo. Con muy buenos modos, la directora le explicó que tendría que dirigirse a la casa de la familia para lograr su propósito. La escuela no estaba autorizada a permitir la entrevista.
El hombre se fue con algo de desconsuelo, pero aceptando los argumentos.

                      Tocó el timbre, una voz femenina preguntó desde la mirilla. Se acercó para ser visto y una exclamación ahogada se oyó del otro lado de la puerta. A continuación, silencio. Por varios minutos se quedó ahí, escuchando sollozos entrecortados pero ninguna palabra. Entonces, tomó coraje y dijo: María, vine a conocerlo.



viernes, 10 de julio de 2020

SI HAY QUE HACERLO, SÍ O SÍ, ¡HÁGANLO!


Estamos asistiendo a un sinfín de irregularidades, suceden hechos inéditos, como la liberación de detenidos con causa, algunos con la excusa de la pandemia, otros por detención domiciliaria, en algunos casos se los está premiando con asignaciones suspendidas en su momento por sus condenas y ahora vueltas a acreditar y con retroactivos. La justicia continúa en su letargo, muy conveniente ahora por la cuarentena, en su momento no tuvo el coraje de completar su trabajo y ahora estamos en un stand by obligado. Por otra parte, hay un apuro por meter presos a funcionarios del gobierno anterior por escuchas ilegales, las mismas que sucedieron cuando la actual administración estuvo en el poder pero que no se han investigado porque “los muchachos” saben apretar donde duele a cada quien. Hay discursos con errores conceptuales que nadie corrige, vaya a saberse por qué. O mejor dicho, sabemos por qué, pero hacemos de cuenta de que no. Entonces, ante el ataque indiscriminado a periodistas, personas de la política, empresarios, productores del campo, etc., creo que hay que dejarlos hacer lo que necesitan. Borrar de un plumazo causas importantes ya investigadas y comprobadas de todos los inculpados y actuales dirigentes, salir quienes los apoyan a darles el beneplácito correspondiente, ondear las banderas de la impunidad, y así dejarán en paz a la gente que solo quiere trabajar, vivir en paz y seguir con sus vidas. Eso sí, dentro de cuatro años, podemos volver a votar, y para eso hay que tener memoria y dignidad.
                                  

miércoles, 8 de julio de 2020

MI PRIMO


             Yo escucho siempre detrás de las puertas. Es la única manera de enterarme de lo que pasa. Mi vieja me huele y cuando hablan con mi viejo y las otras tías se fijan primero si ando cerca. Pero como me escondo bien, casi nunca se dan cuenta. La mamá de Cachito se las tomó con un pariente lejano que le dicen el primo Juan Carlos. Primero se iba a ir un tiempo a pasar algunos días allá donde él vivía, pero al final se fue y chau. Pobre Cachito, me da lástima, lo veo tan zonzo, haciéndose el bebé con ese conejo pelotudo que arrastra de acá para allá, que le tuve que decir la verdad. Para que no se rieran de él por atrás los otros pibes del barrio. Porque las chusmas que se enteran de todo desparraman las noticias y los muy hijos de puta se la agarran con mi primo. Yo lo voy a defender si lo cargan de nuevo cuando pase en bici por la otra cuadra, donde están los tarados estos. También, pone en el canasto a ese conejo mugriento del que no se separa ni a sol ni a sombra. Cómo no lo van a jorobar, no sé cómo no se da cuenta de que ya está grande para andar con peluches. Se ofende si le digo que es un juguete, él dice que es su único amigo, ¿y yo qué soy entonces? Soy su primo, pero también su amigo, el que lo acompaña cuando sale solo a caminar; como todavía es chico, en una de esas se pierde, y el padre está tan mareado que ni se da cuenta de lo que hace. Se la pasa suspirando y tomando mate en la puerta de la pieza. A veces parece que se le vuelca el agua porque saca el pañuelo y se seca las manos y después se suena la nariz. Cada día está más flaco, ni la comida hace ya. Menos mal que Cachito viene a comer con nosotros, sino se lo estaría llevando el viento, como a mi tío. Hoy es sábado y en un rato van a venir todos los parientes, los escuché anoche, van a hacer una reunión para decidir qué se hace con él. Si a alguien se le ocurre llevárselo lejos, están locos, no se los voy a permitir. Le voy a prestar mi cama, que se acueste a los pies, y también los patines, esos que tienen las ruedas torcidas pero todavía sirven. Y los dos nos vamos a ir a la plaza, todos los días un ratito, hasta la hora de la leche.

sábado, 4 de julio de 2020

¡YA NO ESTOY AQUÍ!


                    Hace más de una semana abandoné este mundo y en mi familia parecen no darse por enterados. Miran hacia mi cama y hablan entre ellos en voz baja, luego me sonríen con ánimos. Actúan con afecto y consideración, me preguntan cómo me siento. ¿Que cómo me siento? ¡Ausente me siento! ¿No me ven acá arriba, dando vueltas y vueltas?
               Ya en la mañana temprano empieza el desfile, yo les grito, ¡Ey, acá estoy! Ellos como si nada, cambian las sábanas, sonriendo, siempre sonriendo. ¡Qué caras de estúpidos tienen! Nunca vi gente tan cabezadura. Me da pena por los chicos, ellos me traen caramelos, se sientan y me cuentan lo que hicieron durante el día, si se pelearon en la escuela. Eso es lo que más voy a extrañar. Las charlas con mis nietos, son tan chiquitos e inocentes. Pensar que un día van a ser tan tontos como sus padres y tíos, que no se dan cuenta de que el viejo se fue.



miércoles, 1 de julio de 2020

NO COMER CARNE ALARGA LA VIDA... ¡SOBRE TODO LA VIDA DE LA VACA!


               Empieza como chiste, pero es la realidad que se vive en muchos lugares y personas. Todo lo que se haga para vivir bien y comer saludable es loable, por lo tanto, si alguien decide que su dieta sea solo vegana o vegetariana o sus variables, exentas del consumo de carne animal, bienvenido sea. Así como pienso que está bien y es sano decidir cada uno su alimentación, también opino que no está bueno meterle ideas como martillo en la cabeza de los otros, decisiones personales. Porque esto es lo que sucede muchas veces. Una persona conocida del ambiente artístico, en pleno aire de televisión, dijo que no hay que vacunarse, que no es necesario si se toma el vaso gigante con alimento de color verde en su interior, cada mañana. Afirmó, que la alimentación exenta de carne animal no necesita de vacunas en las personas que así lo hacen. Una burrada fenomenal, que gracias a la pronta difusión, tuvo sus desmentidas por distintos profesionales de la salud. Pero, como todo influye, hubo gente que hizo caso de esos consejos delirantes, no vacunó a sus hijos y hubo rebrotes de sarampión y sus nefastas consecuencias. Familiares míos que han comido suculentos asados, vivieron muy bien por muchos años. Hace un tiempo, hubo un reportaje a dos hermanos gemelos que cumplían noventa y tantos años, uno era abstemio y no consumía carne, el otro tomaba vino a diario y comía todo tipo de corte animal. Se los veía muy bien a los dos, contentos y felices. Y me parece que esto puede cerrar el tema, lo importante es hacer uno lo que siente, y dejar a los demás que hagan lo mismo.

domingo, 28 de junio de 2020

EL FORASTERO

(En este tiempo estoy sacando de mi carpeta de cuentos algunos viejitos que andan por ahí, no sé si alguno ya fue publicado en el blog, pido disculpas por las dudas, desde 2011 ya perdí la cuenta!)



                    El hombre llegó arrastrando los pies y se sentó a beber, casi no se lo escuchó hablar. Su portafolios, viejo y raído, reposaba en el piso, cerca del mostrador. Dejaba pasar las horas con el vaso en la mano, a veces agitaba el aire hasta encontrarlo y bebía insaciable.
                    El dueño del boliche lo llenaba de nuevo, como atento a una orden predicha, un acuerdo entre los dos. De a ratos lo observaba de reojo, calculando cuándo caería inconsciente. Pensaba, “otro más para el fiado, mejor le voy cobrando ahora para no perder todo después”. Le llamaba la atención que de vez en cuando girara la cabeza hacia la escalera. Su mujer llegaría de un momento a otro, no le gustaba madrugar. Se miró las manos, las manchas delataban la edad, años y años la misma rutina, sin cambio en días y noches, ¿para qué? En el pueblo estaban habituados a entrar y olvidarse del mundo, algunos jugaban a los dados, otros a las cartas, la mayoría, simplemente se ponía a tomar hasta que había que ayudarlos a llegar hasta sus casas. Estaba tardando demasiado, tendría que subir a despertarla. Dos años atrás llegó como de paso y se quedó. Mejor dicho, él la había hecho quedar, en cuanto la vio, se enamoró. Después, el tiempo hizo el resto; al parecer, no la esperaban en ningún otro lugar y por comodidad o gratitud, seguía ahí. Se daba cuenta de que no lo quería, pero era casi feliz sintiéndola cerca. Todo no se puede tener.
                       Levantó la vista, ella bajaba por la escalera distraída, arreglándose el pelo. Cuando estuvo a su lado, rozó su mejilla y le dijo, como siempre, “andá a descansar, ya estoy yo”. El la retuvo un momento, aspiró su aroma a recién bañada y luego se fue yendo despacio. No había llegado al primer escalón cuando un estampido a su espalda lo paralizó. Al darse vuelta la vio tendida, la sangre comenzaba a rodearla. El borracho, sostenía en su mano vacilante el arma, todavía humeando.

viernes, 26 de junio de 2020

DE DUENDES Y DE HADAS


                         Las hojas, semejantes a grandes acelgas, se movían nerviosamente. Una ardilla, asustada, salió trepando por los árboles más cercanos, pero no se alejó demasiado para observar a cierta distancia qué ocurría ahí. Al fin y al cabo el viento no soplaba ese día, por el contrario, una calma sospechosa reinaba en el bosque. Si casi no se oía el piar de los pájaros.
                    Dos ciervos cruzaron delante de sus ojos como si huyeran de alguna persecución. A partir de este momento todo fue calma otra vez. Ya sea por aburrimiento o por cansancio, la ardilla cayó en un profundo sueño.
                    Un pequeño duende, vestido de azul, salió tímidamente de su escondite. Miró hacia todos lados e hizo señas a los demás, que también fueron apareciendo con algún temor, sacudiendo el polvo de sus coloridos trajes. Un murmullo llenó el ambiente, unos y otros querían hablar y no se ponían de acuerdo. ¿Cómo despertar a la joven dormida tan profundamente? Ninguno notó a pocos pasos a una figura esbelta y rodeada de luz que seguía atenta sus movimientos. Cuando la discusión hubo llegado a un punto sin retorno, ella intervino, suave y decidida. Acercando su varita al grupo de duendes, realizó tres giros rápidos y todos ellos fueron alcanzados.
                     La ardilla despertó al sentir una ráfaga de aire que la envolvía. Allá abajo, entre los matorrales, un grupo de enanitos bailaban junto a Blancanieves.


sábado, 20 de junio de 2020

EN EL DÍA DEL PADRE, "ALLÁ EN ITALIA"


            En sus últimos días, él me hablaba de su pueblito natal, allá en Italia. Relataba anécdotas de sus viajes diarios al monte, para que las cabras retozaran. Quiero hacer memoria para repetir alguna de esas historias, pero sólo recuerdo su cara, su mirada perdida, como si ya no estuviera acá, como si la inminencia de su partida final lo hubiera depositado otra vez en la infancia.
            -Cómo, ¿ya te vas tan rápido?
 Su pregunta me sorprendió, siempre me decía:
-Andá, que tenés que hacer, yo estoy bien.
No quise darme cuenta de que ya no podía seguir con nosotros mucho tiempo más, por eso la urgencia de contar lo que en su mente todavía quedaba intacto, el pueblito, un libro leído de apuro, mientras el sol se filtraba desde algún pequeño arbusto, cobijándolo en su descanso, después del almuerzo frugal que su madre le había preparado muy temprano, antes de subir al monte.             
              Ahora, cuando alguien cercano, comienza a reiterar sus historias de infancia, presto mucha atención, me quedo a su lado todo lo que puedo y más, en tu homenaje, papá.


jueves, 18 de junio de 2020

LOS ZAPATOS DE MI TÍA


                         Cuando tenía algo más de seis años, pasaba mucho tiempo en el patio trasero, jugando o leyendo cuentos.
Detrás de mí, sobre el techo de chapas que correspondía a la cocina del abuelo, dormían al sol los zapatos de mi tía que vaya a saberse el por qué, ella dejaba ahí, abandonados. Alguna que otra vez, subía con la escalera de madera y estirándome con cuidado alcanzaba a bajarlos, aunque de pares diferentes, nunca estaban juntos a mano. Me daba unos buenos porrazos andando en las alturas por un buen rato, hasta que alertados por el taconeo, aparecía alguno de mis tíos a llamarme la atención. De todos modos, no era nada placentero calzarlos, estaban tan endurecidos que lastimaban mis pies. Cuando crecí, olvidé preguntarle a mi tía para qué los dejaba en ese lugar, en lugar de tirarlos a la basura. Y ahora ya es tarde, murió delirando persecuciones. Fue una mujer hermosa, tuvo infinidad de pretendientes pero con ninguno logró formar una familia. Quizás esa no era su ambición, recuerdo muy bien un último contacto telefónico. Al llamarla para reunirnos en Navidad, su respuesta fue lapidaria. “Para qué? Tengo que gastar en regalos, ustedes son un montón y yo sola para todos.” No estaba lejos de la verdad, pero nunca entendió que no queríamos regalos, sólo compartir los festejos con la familia. Eligió a su hermano menor para continuar ligada al resto. Y hacía periódicos viajes a San Miguel, donde él vivía, reprochándole que no la visitara más seguido. Él y una antigua amiga, fueron su compañía. Los sobrinos y nuestra prole no participamos de sus últimos años, aceptamos su decisión, que mantuvo firme hasta el final.


miércoles, 17 de junio de 2020

CUIDAR LOS DETALLES


                        Miro el entorno donde me senté a escribir y me reconozco, no en este tiempo, sino cuando recién lo habitaba, muchos años atrás. En ese entonces la cocina era mi favorita y ahí pasaba gran parte del día. Hoy todo cambió, cada rincón tiene su encanto, voy paseando mi osamenta por todos los ambientes, plena dueña de mi casa y cuido los detalles de cada lugar.
                        Cuidar los detalles, para mí, no significa sacar lustre. Eso se lo dejo a los vanidosos. Encontré la razón perfecta para no exigirme la excelencia, la vanidad y el brillo van de la mano y no tengo nada que ver con ninguno de los dos. El polvo que pueda acumular la biblioteca pertenece a un orden al que soy ajena. Y digo, el polvo forma parte de la naturaleza y la naturaleza me fascina. Recorrer lugares, encontrar un árbol enmarcado en un fondo de agua de río. O caminar por la orilla del mar, temprano en la mañana, con el horizonte brillante de sol.
                         Digamos que lo que más me cuesta es cuidar los detalles en las relaciones con las personas, sobre todo porque también depende del humor de cada uno, pero con buena voluntad y tolerancia se puede lograr, cuidando los detalles.            




lunes, 15 de junio de 2020

GUIJARROS EN EL CIELO


Cuando cae la tarde
y el oeste se pinta de escarlatas dorados
nostalgio mirar hacia el infinito.
Imagino otros soles
otro universo
otra realidad.
Qué poco sabemos
cómo nos asemejamos
a pequeños
guijarros en el cielo.

viernes, 12 de junio de 2020

UNA VISITA INESPERADA


                       Subí la persiana unos centímetros para descubrir el amanecer. Sobre el alféizar había dos globos, uno verde, el otro desapareció antes de que pudiera ver bien su color. Un hombre descendía por el enrejado que cubre la ventana hasta la mitad. Quise continuar subiendo la cortina enrollable, no pude, quedó atascada. En el pequeño rectángulo aparecieron dos ojos, observándome. Dos enormes y hermosos ojos claros, transparentes como el agua. No había nada más alrededor, ni arriba, ni abajo, sólo esos ojos inmensos que me daban una gran paz. Lo sentí en todo mi ser, como si un mar me cubriera y yo flotara suavemente hacia no sé qué lugar. Le pregunté su nombre, escuché: “Kal-el”, pero fue sin palabras, sólo con su mirada en la mía. 
                        Ahora le estoy escribiendo al autor del cómic para preguntarle cómo demonios llegó Súperman hasta mi ventana.




miércoles, 10 de junio de 2020

ASPIRAR A JUAN CARLOS


                       Yo tenía ocho, él nueve. Olía a jabón Palmolive, su piel blanca sonrosada y su pelo rubio con rulos eran mi debilidad. Me sentaba cerquita para aspirar su aroma a recién lavado.
                 Sus ojos celestes transparentes rara vez se fijaban en mí, pero cuando lo hacían, me achicaba en el asiento de la vergüenza. Quería hacerme invisible, mi única aspiración era aspirarlo. Hacíamos las cuentas codo con codo, un hilo invisible era el espacio entre los dos.
                  Por más que me esfuerzo, no recuerdo a los demás compañeros en esas clases particulares de media tarde, tres veces a la semana. Mi mundo era Juan Carlos y su aroma. No sé si los demás se darían cuenta de mi estado emocional, pero nunca me lo hicieron notar. Y yo vivía para esos encuentros, interminable espera durante el fin de semana hasta el lunes. Ah, los lunes… Yo volvía a nacer, me preocupaba que no me viera desarreglada, con los zapatos sucios, o alguna arruga en la pollera.
                   Jamás cruzamos una sola palabra, pero fue mi novio por dos años. Completamente enamorada.




martes, 9 de junio de 2020

LOS PATINES


Uy, qué lindo, es como volar bajito, ahora abro los brazos, vuelo, vuelo, ¡cuidado acá va la mujer maravilla, salvaré al mundo!… zás, qué susto, pobre colita, cómo duele, ¡mamaaá!
                       La próxima vez no le digo nada, sino me los hace sacar como hace un rato y me quedo sin jugar. Me la voy a aguantar solita, total duele un rato y después pasa. Mañana salgo a la vereda y les muestro a las mellizas cómo ando sobre rueditas. Se van a morir de envidia, son unas pavotas insulsas con esos moñitos en la cabeza parecen muñecas de plástico. La madre las tiene cagando, si corren les grita, ¡paren que se van a ensuciar!
Y las muy estúpidas le hacen caso, en lugar de irse corriendo y después aguantarse la paliza, porque les pega de lo lindo, yo escucho desde mi pieza cuando se arma la gorda. Pobrecitas, son tan debiluchas que si las tocás se caen. Y lo miran con esos ojos de huevo duro a Juan Ignacio cuando pasa con la bici y hace ring! Como si él se fuera a fijar en ellas. Yo lo veo mirarme de reojo, se hace el indiferente, pero bien que le gusto. La otra tarde se puso todo colorado cuando casi chocamos en la esquina. Pero lo que no sabe es que lo hice a propósito, me asomé y lo vi que venía, entonces me quedé quietita y cuando escuché los pasos me apuré y di la vuelta. Ja ja ja, ¡la cara que puso! Le queda lindo el pelo más largo…

-         Betinaaaaa! ¡Bajá de la nube y vení a ayudarme, mirá que no te compro los patines, eh!


sábado, 6 de junio de 2020

DEBEMOS TENER CUIDADO

    Lentamente, nos estamos dando cuenta de que algo pasa en medio de toda esta batalla contra el virus. Por debajo de los discursos oficiales para cuidarnos, se gesta una antinomia peligrosa. Quien preside el gobierno no es quien manda. Por algún tiempo nos olvidamos de que fue electo por su mentora para el cargo. Creímos en el relato de la buena convivencia y de la autocrítica. Las señales aparecen ahora más claras, ante la prolongación de una cuarentena que parece interminable. Los agujeritos permiten ver en el interior al monstruo. El elogio a un gobernante provincial de ininterrumpidos veinticinco años en el poder, evidentemente corrupto, reinando en medio de una pobreza extrema de sus habitantes, con excepción de su corte, fue una cachetada. El perdón de una multa millonaria a un sindicalista también millonario, otro signo inequívoco de hacia dónde estamos yendo. He vivido demasiados años de esa política para no dejarme engañar, quienes dicen que nos cuidan y nos aman, nos quieren pobres y dominados. Un mediocre gobierno anterior, que no supo manejarse con el cuidado que se debe tener ante adversarios poderosos y siniestros, permitió su propia destrucción. Ahora ya es tarde, la justicia investigará escuchas, sobornos, persecuciones, y quedarán sin resolver causas de corrupción con muchas pruebas a la vista de los actuales gobernantes. Entre los alumnos del interior que no tienen internet, se distribuyeron cartillas de estudio elogiando a líderes terroristas y condenando a demócratas. Nunca vamos a salir de la cloaca si nos conformamos con el espaldarazo y el choripán. La educación tiene una inmensa deuda con los ciudadanos de mi patria, cuando los poderosos tienen mucho dinero y conexiones, deciden los destinos de un país. 

lunes, 1 de junio de 2020

¡ESTOY SEGURA DE QUE SE MOVIÓ!

                       No quiero decir mucho delante de esta gente que no conozco bien. Más tarde te cuento, pero te aseguro que no estoy loca, el piano se movió de lugar. Imaginate que algo tan pesado cambie de espacio así como así, es impensable. Consulté con Dorita, ella me juró y recontrajuró que no lo tocó para nada, pasó la aspiradora como siempre pero no lo movió un centímetro.   Menos mal que la tengo a ella de testigo, sino cualquiera diría que tengo visiones o la edad me está trayendo delirios. Bueno, está bien, venite a casa en cuanto puedas, mañana a la tarde estoy, un beso, chau. 
                         Pasá, pasá, qué calor nó. Dame el paraguas, claro, te entiendo, ahora llueve cuando uno menos lo espera. Preparé el té, pero si querés hago unos mates. No te hubieras molestado, qué ricas son estas masitas, las compraste en la esquina. Viste las delicias que hacen ahí. No se puede creer y los precios no te matan, porque por lo general lo bueno es caro. Mirá y decime si notás el desplazamiento, siempre estuvo casi pegado a la ventana, ahora está casi en el centro de la sala, es muy evidente. Claro, claro, pero qué tiene que ver el terremoto de Chile, sí, leí que tuvimos un corrimiento del eje del planeta, pero no será para tanto nó. Vení, vamos a la cocina, así estamos más cómodas. 
                           No oís la música, de dónde viene. Qué raro, mis vecinos están afuera, esto es muy solitario cuando viajan. De dónde viene esa melodía, vení, quiero sacarme la intriga, pero no te asustes mujer, acompañame a la puerta de calle nada más, por ahí es un festival callejero de esos que arma el gobierno de la ciudad…AAAAYYYYYYYY…
                           (En medio de la sala, se ve el piano abierto y sus teclas moviéndose con gran energía, al ritmo de Bach)

sábado, 23 de mayo de 2020

"LA ÑATA CONTRA EL VIDRIO"


      En los últimos días ocurren cosas de las que no me puedo enterar totalmente por estar en la vereda equivocada. Resulta que tengo el balcón con protección y no puedo asomar la nariz, lo mismo en las ventanas de los dormitorios, razón por la cual si se produce un entuerto del lado de mi casa es imposible verlo. Escucho voces destempladas, a veces ruidos sorpresivos, y salgo hasta donde puedo alcanzar la mirada y nada! En cambio, en la vereda de enfrente un montón de gente mira curiosa. ¿Y dónde queda mi propia curiosidad satisfecha? Nadie está tomando en cuenta eso, y me siento muy disgustada. Ya pensé en hacer una queja por los medios, planteando el problema, y dando alguna solución. Si alguien necesita descargar su impotencia, que lo haga enfrente, así me entero de todos los detalles, de lo contrario corro serio riesgo de un problema coronario. Se sabe que lo peor para la salud es la incertidumbre, ¡así que a ponerse las pilas!


martes, 19 de mayo de 2020

Y UN DÍA EL CHOCOLATE FUE FATAL


Una amiga de mi mamá llegó de su viaje a Bariloche trayendo una enoooorme caja de chocolate en rama, toda una novedad en aquellos tiempos. Yo tendría unos ocho años, mi hermano estaba en la escuela, iba al turno tarde para que no peleáramos todo el día, solo la mitad. Ellas se fueron a charlar al patio, yo me quedé con la caja en la cocina, mala idea de mi mamá, dejar en mis manos la gran tentación. Creo que demoré una hora más o menos en bajarme tres cuartos del contenido, no lo comí todo porque pensé en los demás, claro que no de manera muy equitativa. Al rato, un dolor de cabeza intenso me llevó hasta donde estaban charlando animadamente, en un principio no le dieron importancia, ponete un pañito frío, me dijeron, sin saber el origen del malestar. Como yo empecé a quejarme, fueron y vieron lo que había sucedido, de inmediato me dieron a tomar un vaso con agua y bicarbonato, con esto se te va a pasar, dijeron. Sí, pasó, pero no como yo esperaba. Me llevaron al dormitorio, mi papá guardaba cama con un dolor lumbar muy fuerte. Armaron mi sofá cama y me hicieron acostar, ya la pelela al lado mío en el piso me dio mala espina, y no fue menor la sorpresa de la casi inmediata devolución del seductor chocolate al interior de la bacinilla, ayudada por mi papá, que saltó como un resorte desde su lugar para auxiliar a la traviesa criatura y sus consecuencias. El dolor de cabeza desapareció como por encanto, pero creo que hasta el viaje de egresados de mis hijos no volví a probar las tentadoras ramas, no sin un poco de aprensión y con gran generosidad de mi parte para compartir.

lunes, 11 de mayo de 2020

LA VIDA COTIDIANA


Mi hijo menor trabaja desde casa en estos tiempos de cuarentena. Él atiende a clientes de inversiones en su Banco, y ahora comprendo la complejidad a la que estaba ajena mientras lo hacía en su puesto diario. Escucho los diálogos que mantiene con diferentes personas, no todas llaman para el tema específico, sino que como los internos están abarrotados quedan eligiendo el de inversiones para cualquier consulta, dado que esta categoría no funciona a full por los tiempos que corren, a no ser que alguien quiera rescatar fondos y venderlos. Entonces se suscitan conversaciones muy curiosas, la gente está necesitada de hablar y saber qué pasa con sus tarjetas, sus plazos fijos, sus cuentas en general. Y comienzan sus diálogos derramando en la línea telefónica los avatares que sufren cuando solo son atendidos por contestadores automáticos. Cuando mi hijo me cuenta que el llamado empieza con el agradecimiento por ser atendidos por un ser humano, me conmueve mucho. Como soy mayor!!! entiendo a mis congéneres, que son por lo general los agradecidos. La gente más joven tiene otra cintura. Claro que también se encuentra con personas que quieren asesoramiento telefónico para trámites que no se pueden hacer en persona y que se derivan a internet. Y ahí soy testigo presencial del mal humor que se genera, y al finalizar la llamada escucho: ¡ATENCIÓN AL SUICIDA! Es su descargo, que claramente no puede hacerlo ante el cliente molesto. Comprobé que se necesita una gran paciencia para algunos casos, algunos con buena voluntad y otros no tanto de parte de los clientes. La buena educación es primordial, y el descargo posterior también!!!!

viernes, 8 de mayo de 2020

BAJO EL PARAGUAS DEL TIEMPO


            ¿Te acordás…? Así empezamos con mi hijo la charla, uno de estos días en que la cuarentena nos encuentra con más tiempo compartido. Y afloraron las anécdotas de uno y de otro, y en un momento dado nos dimos cuenta de que episodios tristes o dolorosos, se hacían más livianos y hasta llevaderos en el recuerdo. Incluso los agraviantes los comentábamos sonriendo, con el agregado humorístico…”qué h…de p…”. Es bueno saber que no solo podemos olvidar y perdonar, sino incluso revivir temas sensibles y sobrellevarlos con una sonrisa de comprensión, como si el dolor se trastocara, no dejando que ni una gota de rencor nos manche el presente. Es como un baño de frescura muy saludable, sin necesidad de la armadura que solemos cargar en algunos casos para que no nos lastimen. Y enlazarlos con situaciones alocadas y hasta ridículas que nos hicieron desternillar de la risa. Ah! Cuánto alivio y gratitud se sienten después.

viernes, 1 de mayo de 2020

LOS DERECHOS HUMANOS DE LOS DELINCUENTES


En mi país está de moda defender los derechos humanos de los que han delinquido de una u otra manera. Por eso se han liberado y enviado a sus domicilios a asaltantes, asesinos, narcotraficantes, secuestradores, violadores y castigadores familiares. Para preservarlos del virus en sus lugares de detención. Si se puede entender esto de una manera lógica y aprobarlo es que está en Argentina, “país generoso”. Desde hace tiempo mi cabeza da vueltas con la idea de que el problema se debe atender desde los pies para llegar a la cabeza. Empezar por construir cárceles adecuadas con lugar y asistencia para quienes están ahí para cumplir sus condenas. Eso no se hace, entonces, la excusa para sacarlos a la calle es que son “lugares de hacinamiento”. ¿Quién corrige eso como se debe? Nadie. Hay espacios de sobra para hacer edificaciones y emplear a gente que no tiene trabajo, réditos mutuos, pero no. Por otra parte, ¿cómo pueden estar en cárceles comunes violadores y los que ejercen violencia familiar? Para ellos debería haber instituciones diferenciadas que atiendan esas situaciones puntuales con psicólogos y psiquiatras. Vuelta a lo mismo, hay que construirlas, daría resultados equitativos. No se trataría de gastos extraordinarios sin retribución. Ayer, todo el país se volcó a una manifestación desde sus casas con cacerolas y bocinas, pidiendo justicia, pero de la verdadera. Los delincuentes en sus lugares, las víctimas a salvo.

martes, 28 de abril de 2020

"AMANECE QUE NO ES POCO"


                Hoy corrí el cortinado del living y miré hacia afuera, las plantas relucían por la cantidad de agua caída durante la tormenta de anoche, toda la calle bañada en agua, y pensé, ¡bendita la lluvia que limpia el ambiente! Qué mejor para ayudar a quitar la suciedad y alivianar contagios por este nuevo virus que nos llegó. Mi hijo menor estuvo en total desacuerdo con el estado del tiempo, él adora el sol. Y como joven que es lamenta el encierro obligado. Ayer viví un episodio sorprendente, veía volar un insecto a través de la ventana del dormitorio, iba y venía, llevada por la curiosidad me acerqué al vidrio, un moscardón negro azulado frotaba sus patitas en el enrejado exterior, me quedé mirándolo unos momentos y de pronto él corrió la cabeza hacia un costado y se quedó mirándome también, para salir disparado al instante. Por largo rato pensé en esos ojos color naranja clavados en mí, como dos globitos opacos, fue muy impresionante. De inmediato recordé la película “La mosca” y el gran parecido con la caracterización del personaje. En fin, si estuviéramos en el día a día anteriores a la cuarentena esto no hubiera sucedido. Vaya a saberse cuántos insectos andarían rondando sin que me llamaran la atención. Con la excepción de las muy conocidas y admiradas cucarachas, que a pesar de mi lucha siguen adelante, esbeltas color caoba y sin pedir permiso.

lunes, 20 de abril de 2020

¡LOS MAYORES A QUEDARSE EN CASA!


      La consigna es que los viejitos nos tenemos que resguardar. Hay muchos ofendidos, dicen que los tratan como minusválidos, se sienten discriminados. No es mi caso, será porque me siento mimada, cuidada, no sé, por ahí es que me caen bien las recomendaciones. Hay muchas actividades online, obras de teatro, películas, recitales, además de libros, etc.etc. Y como siempre fui casera, aun cuando tenía que salir de patitas a la calle por hache o por be a diario, no siento el encierro. Por supuesto, tengo mi balcón, me da la facilidad de mirar entorno y ver árboles, edificios, automóviles y a los paseantes de perritos y demás transeúntes por obligación. Tomo sol un rato por día, dicen que ayuda también, menos mal que el verano se va, porque no lo aguanto. A diferencia de mi hijo menor que adora al astro rey. Empiezo a creer que estoy un poco senil, porque muchas personas de la cultura y también amigos del blog están en desacuerdo con esta medida. En mi país empezamos hace un mes a cuidarnos, quizás en otros lugares se demoró el tomar decisiones y por ese motivo hubo tantos infectados y tantos fallecidos. No sé realmente si esto dará resultado, es todo tan nuevo e inesperado que nadie sabe a ciencia cierta si se logrará controlar la pandemia y que la medicación ayude hasta encontrar la vacuna. Tengamos fe en que todo pasará y que no estamos en manos de entes desconocidos que quieren hacernos daño, sería muy desalentador no poder confiar en nadie.

viernes, 10 de abril de 2020

UN AÑO MÁS

Hoy cumplo setenta y cuatro años. Ayer se fue mi querido consuegro, Eduardo, con quien manteníamos una hermosa relación de afecto y confianza. Por eso está empañado mi día, de todas maneras haremos una comunicación familiar por zoom para soplar la velita y entonar el cumple feliz. Mi hijo menor, quien estaba ya en trámites de mudanza y tuvo que posponerla, compró una pequeña torta, no quiso que yo hiciera la famosa mía que se repite en cada festejo. Acá tengo el libro que me compró, Bajo un cielo escarlata, de Mark Sullivan, promete ser una hermosa historia. Mi nietita más chica prometió un regalo especial hecho por sus manos, ella es muy creativa y le encanta el arte. Así que lo disfrutaré a través de la pantalla hasta que en la primavera, si el virus así lo dispone, nos volvamos a ver. Ya comenzaron los saludos por watsap, afortunadamente la tecnología nos mantiene cerquita. Ojalá pronto podamos superar a este virus que apareció para cambiar el mundo en pocos meses. Un gran abrazo para quienes estamos en contacto por los blogs, cuídense mucho así podremos salir adelante.

viernes, 27 de marzo de 2020

APRENDIENDO DE LOS QUE SABEN Y COMPARTEN


     Ya hace algunos años que sigo el blog de Tomás Abraham, un filósofo argentino contemporáneo, que habla con sencillez para que entendamos todos. En un post anterior mío me preguntaba si sería bueno ser malo, y gran sorpresa me llevé al día siguiente cuando encontré en su blog una entrada sobre ser bueno o ser malo. Bueno, la respuesta llegó antes de lo imaginado. En estos días tan ajetreados, revueltos y súper informados, acerca del virus que nos tiene a mal traer, nos encontramos mezclados los unos y los otros, nadie se salva de estar en peligro de contagio. Uno debe cuidarse porque así también cuida al otro, y no se plantea si el que está al lado o enfrente lo merece. Desde los portadores de la corona hasta el lavaplatos hallan el peligro a la vuelta de la esquina. Y todo lo que podamos hacer para evitarlo nunca es bastante. Imagino que Tomás debe privarse también de estar en contacto con su granja en estos días, tiene una gran cantidad de animalitos con su respectivos nombres. Y como estamos a la par en edad y signo del zodíaco chino, nuestra misión perro es la de cuidar a los que nos rodean tanto como a nosotros mismos. Hagamos el esfuerzo de quedarnos adentro y acatar las reglas, es para el bien de todos.

martes, 10 de marzo de 2020

DÍAS DE EMOCIONES ENCONTRADAS

            El nuevo año nos golpeó sin aviso con un virus que está revolucionando el mundo por entero. Lo que comenzó como un brote en un pueblo de China, se desparramó en poco tiempo a otros países, debido a los viajes desde y hacia diferentes destinos. En un primer momento se creyó poder controlarlo cerrando fronteras, pero al volver los viajeros a sus respectivas residencias el contagio fue inevitable. Ahora el alerta es hacia todos los rincones del planeta y se deben tomar medidas para minimizar los riesgos. En contraposición a este tema, vivo días muy emotivos por la enorme felicidad de mi hijo menor, que también de forma sorpresiva, tuvo la oportunidad de adquirir su vivienda propia en tiempos no muy favorables para la economía. Muchas veces suceden así las cosas, de un momento para otro todo cambia. Y aunque se propuso tomar con calma el amueblamiento, dijo, “puede llevar un año”, la ansiedad hace que quiera hacerlo cuanto antes. Cada día aparecen ofertas para todo lo que necesita, hace cálculos, se ilusiona. Nada lo apura, vive conmigo sin urgencias, pero el entusiasmo es muy grande. Cuando lo acompañé a ver el departamento no tuve una buena impresión, le falta luz natural por ser interno, amén de un solo ambiente, pero para él fue el paraíso. Eso hizo que me preguntara, “¿será que se quiere escapar de mí?” jajaja. Enseguida me di cuenta de que tenemos expectativas distintas, para mí el espacio exterior es importante desde mi propia casa, para él no, porque sale continuamente, además de por su trabajo, estudia en las plazas o bares. En cambio yo soy más casera y quiero ver todo desde mi lugar. Así que me hice a un costado, trato de acompañarlo en sus planes con alguna opinión puntual y nada más. Se trata de su futuro y es lo más importante para mí.         

domingo, 23 de febrero de 2020

¿SERÁ BUENO SER MALO?


                    Viendo las conductas y resultados en la gente que me rodea, pienso seriamente en esto. No me griten de pronto: ¡NOOO! Hay que analizar primero. ¿Cómo anda el mundo para la gente buena? Quienes viven con honestidad y buenos propósitos, procurando su propio sustento, ayudando a quien lo necesite dentro de sus posibilidades, ¿reciben a cambio lo que brindan? ¿Se les reconocen sus cualidades y se les premia por las buenas acciones? Deberían al menos pagar menos impuestos, tener beneficios acordes a su buena conducta, trato amable y educado de parte del prójimo, posibilidades de progreso en su vida laboral, y que haya otros que sigan su ejemplo para el bien general. No es la realidad que vivimos, a menudo vemos el triunfo de los corruptos, el cinismo como bandera, no se les mueve un pelo a los malos. Sus conciencias aletargadas, muy alejadas como para escucharlas. Seguro las habrán perdido en el largo camino de la ambición.


sábado, 18 de enero de 2020

APRENDIENDO TANGO EN CARNAVAL


          En mi barrio ya están ensayando las murgas para el carnaval que pronto llegará. Y esto me trae a la memoria mi más temprana juventud y el grupo de amigos de mi hermano y yo, concurriendo al  Club Vélez Sársfield o al Centro Asturiano. Fue ahí, precisamente, donde encontré a un excelso profesor de tango, de casualidad, cuando al sacarme a bailar con el clásico cabeceo, yo le dije, “derecho” y él me contestó “yo te llevo cruzado”. Así se denominaba el paso real del verdadero tango, el derecho era para los neófitos. Fue nada más tomarme en sus brazos y ya me sentí una bailarina avezada, su marcación en mi espalda me llevaba a dibujar con mis pies los pasos adecuados. Transcurrieron varios minutos, la música se iba multiplicando, y mi alegría también. Cuando llegó a su término la tanda, él me dijo, bueno, nos vemos en un rato y se fue. Mi hermano y sus amigos estaban ya en la pista de pasodobles, donde Los Gavilanes de España se disponían a comenzar su espectáculo. Bailé con ellos un rato y luego les dije, voy a encontrarme con un chico que me enseñó a bailar tango. Ellos se miraron y sonrieron, “¿y dónde te espera? preguntaron” En la pista, les dije, y salí rauda y entusiasmada. Al llegar, me puse a buscarlo denodadamente, no pude encontrarlo. Los vi cerca a los amigos de mi hermano, creo que sabiendo de antemano que mi presunto profesor había decidido desaparecer. Sabido era, que si hubiera estado interesado, no me habría dejado escapar!