Una amiga de
mi mamá llegó de su viaje a Bariloche trayendo una enoooorme caja de chocolate
en rama, toda una novedad en aquellos tiempos. Yo tendría unos ocho años, mi
hermano estaba en la escuela, iba al turno tarde para que no peleáramos todo el
día, solo la mitad. Ellas se fueron a charlar al patio, yo me quedé con la caja
en la cocina, mala idea de mi mamá, dejar en mis manos la gran tentación. Creo
que demoré una hora más o menos en bajarme tres cuartos del contenido, no lo
comí todo porque pensé en los demás, claro que no de manera muy equitativa. Al
rato, un dolor de cabeza intenso me llevó hasta donde estaban charlando
animadamente, en un principio no le dieron importancia, ponete un pañito frío,
me dijeron, sin saber el origen del malestar. Como yo empecé a quejarme, fueron
y vieron lo que había sucedido, de inmediato me dieron a tomar un vaso con agua
y bicarbonato, con esto se te va a pasar, dijeron. Sí, pasó, pero no como yo
esperaba. Me llevaron al dormitorio, mi papá guardaba cama con un dolor lumbar
muy fuerte. Armaron mi sofá cama y me hicieron acostar, ya la pelela al lado
mío en el piso me dio mala espina, y no fue menor la sorpresa de la casi
inmediata devolución del seductor chocolate al interior de la bacinilla,
ayudada por mi papá, que saltó como un resorte desde su lugar para auxiliar a
la traviesa criatura y sus consecuencias. El dolor de cabeza desapareció como
por encanto, pero creo que hasta el viaje de egresados de mis hijos no volví a
probar las tentadoras ramas, no sin un poco de aprensión y con gran generosidad
de mi parte para compartir.
No se como es el chocolate en rama, pero el chocolate me gusta mucho, tanto que me lo escondo para no comérmelo todo. Un abrazo
ResponderEliminarAcá lo conocemos por un lugar en especial, en el suroeste de nuestro país, donde acostumbran a viajar los chicos egresados al finalizar su año, allí se encuentran chocolaterías y delicias y la especialidad en rama es justamente simular un rameado en la presentación, es muy rico y viene en blanco y negro, y ya se hace agua la boca a pesar del inconveniente en el pasado jajaja, en la actualidad prefiero el amargo, un abrazo Ester!
EliminarPobrecita niña. Muy poquito te duró el gusto. Ayyy, es que no conocíamos tope para esos gustos, jajaja.
ResponderEliminarGrande abrazo!
Sí Sara, por angurrienta me pasó! jajaja, bien el castigo muy merecido, ahora me gusta más el chocolate amargo, el águila etiqueta negra o gris es mi preferido, mi papá me guardaba siempre una barrita para cuando lo visitaba ya casada y con hijos, un abrazote!
EliminarNo hay como un "revuelo" de estómago para asentar a las niñas traviesas! :)))))
ResponderEliminarAbrazos Cristina.
PD: Tampoco creo que te quedases solo en esa... ¡Cuenta, cuenta alguna más!
Voy a tener que hacer memoria Ernesto! Nunca fui de mucha travesura, ese fue mi hermano, pero creo que el miedo era mi mayor motivación para guardar las formas, imagino que habré tenido que abstenerme de alguna tentación, un abrazo!
EliminarEn la misma travesura estaba encerrado el castigo. No me extraña que no quisieras robarlo más. Con lo golosa que soy , a mí me hubiera pasado igual.
ResponderEliminarUn abrazo
De más joven prefería lo salado, ¿habrá sido por la lección? pero desde que estoy en la categoría tercera edad me gusta más lo dulce, en especial el helado y el chocolate, un abrazo Rita!
EliminarDe chica yo deliraba por el chocolate en rama, y aún hoy lo hago =D
ResponderEliminarAbrazos.
Vi que sos argentina, Patricia, seguro habrás podido disfrutar de los chocolates de Bariloche como tantos, y sí son muy ricos! aunque ahora prefiero el águila muy amargo, un abrazo!
EliminarBueno, como decía mi abuelo... de la gula no queda dicha ninguna.
ResponderEliminarNo veo tu perfil en blogger.
Abrazos.
No sé qué pasó, Rafael, hace algún tiempo tuve que pedirle auxilio a mi hijo porque yo era invitada en mi propio blog, no podía hacer nuevas entradas, él hizo lo que pudo, ahora tengo mi foto de nuevo y puedo usarlo, no sé cómo me verán ustedes, en fin, paciencia! Y la lección fue muy merecida, un abrazo!
EliminarEl chocolate es muy tentador. Un beso
ResponderEliminarY si se consume con moderación saludable, no fue mi caso, jajaja, un abrazo Susana!
ResponderEliminarGran abrazo Cristina. Buen finde!
ResponderEliminarGracias Ernesto, lo mismo para vos, un abrazo!
ResponderEliminarYo tampoco he visto nunca el chocolate en rama.... ahora tengo curiosidad por saber como es a pesar de todo :)
ResponderEliminar😚
Besitos
Imaginá una pequeña barra enramada jajaja, liviana y rica!!! Un abrazo Nieves!
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