Mi hijo
menor trabaja desde casa en estos tiempos de cuarentena. Él atiende a clientes
de inversiones en su Banco, y ahora comprendo la complejidad a la que estaba
ajena mientras lo hacía en su puesto diario. Escucho los diálogos que mantiene
con diferentes personas, no todas llaman para el tema específico, sino que como
los internos están abarrotados quedan eligiendo el de inversiones para cualquier
consulta, dado que esta categoría no funciona a full por los tiempos que
corren, a no ser que alguien quiera rescatar fondos y venderlos. Entonces se
suscitan conversaciones muy curiosas, la gente está necesitada de hablar y
saber qué pasa con sus tarjetas, sus plazos fijos, sus cuentas en general. Y
comienzan sus diálogos derramando en la línea telefónica los avatares que
sufren cuando solo son atendidos por contestadores automáticos. Cuando mi hijo
me cuenta que el llamado empieza con el agradecimiento por ser atendidos por un
ser humano, me conmueve mucho. Como soy mayor!!! entiendo a mis congéneres, que
son por lo general los agradecidos. La gente más joven tiene otra cintura. Claro
que también se encuentra con personas que quieren asesoramiento telefónico para
trámites que no se pueden hacer en persona y que se derivan a internet. Y ahí
soy testigo presencial del mal humor que se genera, y al finalizar la llamada
escucho: ¡ATENCIÓN AL SUICIDA! Es su descargo, que claramente no puede hacerlo
ante el cliente molesto. Comprobé que se necesita una gran paciencia para
algunos casos, algunos con buena voluntad y otros no tanto de parte de los
clientes. La buena educación es primordial, y el descargo posterior también!!!!
Hola Cristina, estar atendiendo a un público a través del teléfono es muy estresante y hay que tener la paciencia del Santo Job.
ResponderEliminarAbrazos.
Un trabajo dificil y mas por la incertidumbre económica y por el hecho de hacerlo a traves de Internet, nos tendremos que acostumbrar a teletrabajar. Un abrazo
ResponderEliminarY la ansiedad ha aumentado con este encierro, Ester, todos tenemos que acostumbrarnos, un abrazo!
EliminarLos trabajos que son cara al público, ya sea de manera presencial o por internet, son los más duros. la gente no siempre es respetuosa y comprensiva con el trabajador.
ResponderEliminarUn abrazo
La educación juega un papel importante, Rita, hay que tener paciencia y saber sortear los reclamos excesivos, un abrazo!
EliminarSí, temas cotidianos.
ResponderEliminarAbrazos Cristina.
Sí Ernesto, "hay que educar al cliente" un abrazo!
EliminarMuy acertado, Conchi, es así, un abrazo!
ResponderEliminarMuy duro trabajo que nos recuerda que todos debemos ser más amables, unos con otros...
ResponderEliminarPaz
Isaac
Tratarnos bien, es así Isaac, porque somos todos iguales y porque además se obtienen mejores resultados, un abrazo!
EliminarBien por tu hijo. Aunque no solo le pasa a las personas mayores. Por ahi llamas a un lado y aparece el famoso "ene ste momento estan todos ocupados, vuelva a intentarlo" O te dejan con la musiquita.
ResponderEliminarSaludos
Hay que tener paciencia de un lado y de otro, pero no se prohibe protestar en off, jajaja, un abrazo Gustavo!
EliminarA mi me ha pasado igual con mi novio que también trabaja en casa en estos días... me doy cuenta de lo complejo de su trabajo. Ellos lo explican sin darle importancia a su esfuerzo... pero si que ahora podemos valorarlos mucho más.
ResponderEliminarBesitos
Atender al público es complejo, sobre todo a quienes tienen quejas muchas veces entendibles, un abrazo Nieves!
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