Nos encontramos a diario con avisos
relacionados a la importancia de mantener nuestra mente y cuerpo saludables.
Especialistas de todo tipo aconsejan estudiar idiomas, hacer sudokus,
ejercicios físicos y dieta sana. Ahora bien, analizando concienzudamente
algunas vidas ajenas, he descubierto que no es necesario convertirse en Miss o
Mr. Universo de la ejemplaridad para vivir bien. No salgamos corriendo a
anotarnos en academias o gimnasios para llegar alegres y contentos al fin de la
vida. Sentémonos bajo un árbol de copiosa fronda y dejemos vagar nuestra
imaginación largo rato. Luego caminemos tranquilos para estirar las piernas y
tomemos un poco de agua entretanto. Al llegar a nuestra casa podemos darnos un baño,
leer tranquilos, mirar algún programa entretenido, si es posible que nos haga
reir también. Compartamos momentos con familiares y amigos en charlas amenas
lejos del bullicio de las grandes reuniones. Si nos gustan las palabras
cruzadas podemos hacer trabajar el bocho pero sin demasiada presión. En fin,
toda esta propaganda de que se “debe” estar a mil para no caer en la vejez
vetusta me trajeron la imperiosa necesidad de bajar a tierra y aspirar a una
paz en calma.
MUY BUEN
2016 PARA TODOS MIS AMIGOS DEL BLOG!!!!!