Siempre la
recuerdo a mi tía diciéndome “son los duendecitos” al encontrarme buscando algo
sin encontrarlo. Ella me brindaba tranquilidad con esa frase. Yo me quedaba
esperando a que ellos decidieran reaparecer mi objeto perdido. Como con los
Reyes Magos, estaba expectante para verlos, me imaginaba que en un abrir y
cerrar de ojos un grupo de duendes con trajes de diferentes colores iban a
entregarme lo que estaba en su poder, vaya a saberse el por qué. Esos por qué
no fueron solo a una edad determinada como se piensa en general, aun hoy quiero
saber los por qué de las cosas que ocurren. Desde hace un tiempo, desaparecen
medias dentro del lavarropas o fuera de él, no sé. La cuestión es que estoy
colgando y me falta una, busco y busco, no aparece por ningún lado. Hoy me
detuve especialmente y revisé todo la ropa colgada para ver si estaba en algún
recoveco. Nada, misterio. Hace un rato retiré todo y a mis pies, toda
arrugadita y húmeda, ahí estaba la media perdida. Estos duendecitos ya me están
aburriendo, ya estoy grande para jugar a las escondidas, podrían irse a buscar
a alguna niñita y comenzar sus historias con ella, quizás a cambio debería resignarme a renunciar
a los por qués.
El tema de las medias, es algo inexplicable
ResponderEliminarLas demas cosas, dice una amiga que hay que poner un vaso boca abajo y aparecera, sera que atrapa los duendecitos?. Beso
dudo que los duendecitos abandonen a alguien como vos. Los simples creen en ellos María Cristina....
ResponderEliminarLos duendecitos realmente existen...
ResponderEliminarUn Abrazo.
Creo que no te has detenido a pensar que a ellos, a esos duendecitos les gusta tu.
ResponderEliminarPor lo que he entendido te acompañan desde hace mucho tiempo, forman parte de tu vida y ahora no se van a ir, seguramente que para ellos sigues siendo la mima niña que encontraron, para ellos no crees.
Así que dejales que jueguen... son tus duendecillos, y de nadie más. :)
Besitos !!!
Esos sus duendes del despiste!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Me gusta como escribes siempre
ResponderEliminarCon la magia de los que saben escribir besos
MARIE CRIS:
ResponderEliminarYo creo en los duendecitos, totalmente, ellos me hacen desaparecer cosas, y luego las vuelvo a encnontrar en el mismo lugar donde desaparecieron, aunque parezca ilógico. Ahora, sobre las medias en el lavarropas, NO SON ELLOS porque ODIAN Y TEMEN AL AGUA Y A LO ELÉCTRICO (Y AL ENCIERRO). Te sugiero lo que hacen los médicos cirujanos, Hacé un inventario por escrito de lo que metés en el lavarropas, (un listado) ej: medias rosadas del mismo par: dos, camisa de jean, una, etc. Y al sacarlo volvé a revisar el listado, para ver si se te cayeron antes de ponerlas en el lavarropas. También venden en TOOD POR DOS PESOS, unos broches especiales pequeñitos para ABROCHAR MEDIAS EN EL LAVARROPAS ¡de quién es ese invento?...........CHINO, obvio. ////////Sé científica. no incrementes los por qué, sino que MAXIMIZÁ EL CONTROL DE LAS VARIABLES ESTABLES (metodología de la investigación científica) para seguir el rastreo de A DÓNDE SE PIERDEN. Lo veo más como un caso de AGUJEROS NEGROS y de EXTRATERRESTRES, O DE USURPACIONES DE LA CIA en tu casa que como intervención traviesa de los pobres duendes. COMPRÁ ESOS BROCHECITOS, después me contás, jaja un beso
Viste Gardenia? Siempre son las medias! Les deben gustar, un abrazo!
ResponderEliminarGracias Lao, tendré que aceptarlo, un abrazo!
ResponderEliminarOlga y Carles, ya lo creo! Un abrazo!
ResponderEliminarNieves, qué hermosa explicación, algo de razón tenés, mi signo, aries, es el infante toda la vida! Un abrazo!
ResponderEliminarArmando, ja ja ja, un abrazo!
ResponderEliminarGracias Mucha de Recomenzar, un abrazo!
ResponderEliminarMagú, ja ja ja! Qué bueno! Pero creo que lo dejaré así, me encanta el misterio! Un abrazo!
ResponderEliminarRisa me has causado con tu historia, desde ayer estoy buscando un guante de los que uso para montar en la bicicleta y nada que aparece, estoy seguro de que lo dejé donde los guardo siempre, pero nada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Todo lo que esos duendecillos se llevan vuelve a aparecer María Cristina, la niña que llevas dentro quiere que sigan estando ahí ¡¡dejalos!!.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jajajaja, he disfrutado mucho de tu entrada y del comentario de Armando.
ResponderEliminarBesos, buena semana, de preferencia que sea feliz!
Bueno Rafael, veo que también te visitan! Ya aparecerá, un abrazo!
ResponderEliminarParece que será así, Conchi, gracias, un abrazo!
ResponderEliminarGracias Sara, un abrazo!
ResponderEliminareres un angel con alas
ResponderEliminarbesos
los porqués, si no inoportunan, saben esperar con paciencia...
ResponderEliminarlos duendecillos, esos tan deliciosos que narras, ahí están, contigo de la mano para alegrarnos y aligerar penas.
Es un placer leerte, maría cristina!!
muchos besos
Mucha de Recomenzar, por suerte tu visita me alertó sobre tus entradas que no se actualizaban, gracias! Un abrazo!
ResponderEliminarGracias Pili, al escribir esto recordé que de grandes mi tía seguía diciéndomelo, así que estamos bien acompañadas no? Un abrazo!
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ResponderEliminarMuy divertido tu post Ja,ja, sera que los duendecillos les encanta seguir jugando contigo....
Un cálido abrazo M. Cristina
son tremendos, jaja
ResponderEliminarAbrazo
Parece que es así Sneyder, un abrazo!
ResponderEliminarHabrá que soportarlos, Lapislázuli, un abrazo!
ResponderEliminarpor lo menos tus duendes se apiadan y te la devuelven, en mi casa no sé qué ocurre, hasta llegué a pensar que mi lavarropas tiene conexion directa con un agujero negro de esos que se chupan todo...empezando por mis medias
ResponderEliminarbesos!!
Quedate con los duendecitos, para ellos sigues siendo una niña :)
ResponderEliminarViste Laurita qué misterio? En tu caso tendrás que esperar un poco más, por ahí dan vueltas por el mundo, para repetir tus viajes! Un abrazo!
ResponderEliminarGracias Boris, un abrazo!
ResponderEliminarNooooo, nunca renuncies a ellos y mucho menos a ser niña...
ResponderEliminarLuz y más Luz
Isaac
Gracias Isaac! Un abrazo
ResponderEliminarme encanto pasear por este hogar de letras! gracias! cálido abrazo!
ResponderEliminarGracias Colibrí Viajero, voy a ir a conocerte también! Un abrazo!
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