martes, 27 de octubre de 2020

VERSOS SALPICADOS

 

Estos versos desvelados / de las dos de la mañana / no son solo sentimientos / sino emociones variadas.

 

Soy la piedra en el zapato / de unos cuantos / Si el destino lo ha querido / no soy quién para cambiarlo.

 

 De qué voy a hablar / con quién / de qué /  palabras no dichas / palabras calladas / prefieren estar muy dentro de mí / quizás deberían / salir a la luz / para no estallar.

 

Pero que a mí no me pasa / que a mí no me va a pasar / pero un día sí me pasa / y ahí me quiero ver bailar.

 

Los pelos de la barbilla / tiene su maña encontrarlos / algunos son mañaneros / otros más bien nocheros / lo importante / estar atenta / y con la pinza en la mano / para evitar al contacto / pinchar a otro ser humano!

 

P.D. Disculpas al pié.

Perdón poetas! 

martes, 20 de octubre de 2020

UN CASO DE ESCOPETA

 

El Negro tiene la mala costumbre de eructar en medio de una comida, sin importar quiénes estén delante. El dice que en la antigüedad era signo de buena educación, como muestra de lo bien que se había servido una mesa. Nadie ha logrado convencerlo de que los años han cambiado esas ideas por otras muy diferentes y que debe taparse la boca y disimular lo mejor posible un incipiente eructito. Así que las peleas con su mujer por el tema son interminables. Estercita no le tolera esos malos modales, sobre todo porque ha sido educada en un colegio de monjas, con todo rigor. Sus hijos, adolescentes ya, son el resultado de esa unión estrafalaria, por lo tanto, uno actúa como la madre, dulce y delicado y la otra como el padre, feroz y mal entrazada. No se podía pedir nada peor para este clan familiar. Cuando llegan las fiestas de fin de año y tienen que planear el encuentro con el resto de la parentela, todo son reparos. (Tenemos que aguantar a ese maleducado). Y ahí hace su aparición el Negro, vistiendo, para sentarse a la mesa, una camiseta, unos shorts de baño y ojotas. El dice que bastante tiene con uniformarse el resto del año para repartir soda casa por casa, que lo dejen tranquilo disfrutar del placer de vivir cómodo en su propio hogar, y vocifera ¡Por qué no me dejan de jorobar un poco eh, manga de mantenidos! Pega un puñetazo en la mesa y se termina la cuestión. Todos comen con la cabeza gacha. Al fin y al cabo, en esta familia, es el único que trabaja.

jueves, 15 de octubre de 2020

BIG BANG

 Un viejo poema...



Infinitamente

Miles de ojos miran mis ojos

Miles de sueños sueñan mis sueños

Todos y uno hermanadamente

Como antes de la gran explosión.

  

Y después

Miles de manos buscan mis manos

Miles de bocas pronuncian palabras

Que no serán dichas

Por otras miles de bocas cerradas.

sábado, 10 de octubre de 2020

SECRETARIA, NO PRIVADA

                         Tuve dos jefes en dos empresas hermanas, una dependiente de la otra, la primera fabricaba máquinas agrícolas exclusivamente, ingresé apenas cumplidos los dieciocho, quien me entrevistó fue quien sería mi superior directo. Simpático, agradable, nos caímos bien de entrada. Al poco tiempo descubrió que me incomodaba el escritorio en su mismo despacho y lo ubicó fuera, en el salón principal junto a las chicas de contaduría, con quienes enseguida congenié, salvo con una, Isolda Aída Romano, su ascendencia del norte de Italia no perdonaba a la mía, del sur, y me miraba desde su montaña y me chicaneaba continuamente, tan hermosa como mala. Laura es mi gran amiga desde entonces, madrina de dos de mis hijos, y Teresa era la proveedora de la gran tortilla de su mamá para el almuerzo, que acompañábamos con jamón en una gran figasa al mediodía en la pausa. Mi jefe tenía una amante en el Banco Alemán, cuando lo llamaba por teléfono se le transfiguraba la cara, en seguida nos dábamos cuenta que hablaba con ella. Un día llegué con tortícolis, no podía girar la cabeza, al rato cayó mi jefe, igual!!! Carcajadas y bromas en general. Cuando esa empresa cerró me derivaron a la principal, también en puesto similar pero con distinto jefe. Para él todo era ya! Un día me hizo pasar a su escritorio y me preguntó sobre mi vida personal, no me llamó mucho la atención, fue respetuoso. A la semana me propuso quedarme una hora extra algunos días para actualizar el fichero, muy abandonado por la secretaria anterior. (Acá hago un paréntesis, en los dos lugares reemplacé a futuras mamás que se iban con su panzota a dar a luz a sus bebés, y algunos años más tarde yo hice lo mismo, gran casualidad) La cuestión es que yo dije que sí, y mi mamá también. Se sentaba en la entrada del salón y desde ahí vigilaba sonriente. A la semana mi jefe creyó que el fichero podía seguir atrasado y me dijo que no necesitaba más mis horas extras, todo con muy buenos modales. Al año ya me estaba casando con un compañero, que casualmente me ayudó con el ficherito y fue el padre de mis hijos. Mi jefe lo reconvino por robarme sin permiso, pero nos mandó una orquídea de regalo. Estaba en un pedestal que quedó abandonado por ahí. Como comprenderán, guardo mejores recuerdos de mi primer jefe, todo un señor.          

sábado, 3 de octubre de 2020

¡¡¡TERMINATOR YA LLEGÓ!!!

 

    Ayer estaba enviando un mensaje de voz por watsap a mi hija, y veía que la ventana del comentario se ampliaba a medida que yo hablaba. No me sorprendió demasiado, parecía estar todo bien, pero al concluir mi charla y quitar el dedo para enviar, ¡se desplegó un extenso texto escrito!  No podía entender, comencé a leer lo supuestamente oral de mi discurso y había incongruencias, por ejemplo, hablaba de un bebé, (creo que mi hija debe ir urgente a hacerse un evatest, está en esa etapa en que la fertilidad se va y no se va) dado lo extraño de la situación, creo estar en presencia de una tecnología que me supera. Cuando mi hijo llegó para almorzar y hacerme las compras semanales, ya que yo no salgo para nada, le di el teléfono para que revisara dónde podría haber estado la falla. Me lo devolvió diciendo, no sé qué hiciste o qué pasó, acá está todo bien. Y no es la primera vez que me suceden cosas así, ya en otras oportunidades el teclado toma vida propia, lo que me lleva a pensar que no solo estamos en el futuro de las máquinas en la ficción, al menos en mi celular ¡ya están presentes en la realidad!