martes, 20 de octubre de 2020

UN CASO DE ESCOPETA

 

El Negro tiene la mala costumbre de eructar en medio de una comida, sin importar quiénes estén delante. El dice que en la antigüedad era signo de buena educación, como muestra de lo bien que se había servido una mesa. Nadie ha logrado convencerlo de que los años han cambiado esas ideas por otras muy diferentes y que debe taparse la boca y disimular lo mejor posible un incipiente eructito. Así que las peleas con su mujer por el tema son interminables. Estercita no le tolera esos malos modales, sobre todo porque ha sido educada en un colegio de monjas, con todo rigor. Sus hijos, adolescentes ya, son el resultado de esa unión estrafalaria, por lo tanto, uno actúa como la madre, dulce y delicado y la otra como el padre, feroz y mal entrazada. No se podía pedir nada peor para este clan familiar. Cuando llegan las fiestas de fin de año y tienen que planear el encuentro con el resto de la parentela, todo son reparos. (Tenemos que aguantar a ese maleducado). Y ahí hace su aparición el Negro, vistiendo, para sentarse a la mesa, una camiseta, unos shorts de baño y ojotas. El dice que bastante tiene con uniformarse el resto del año para repartir soda casa por casa, que lo dejen tranquilo disfrutar del placer de vivir cómodo en su propio hogar, y vocifera ¡Por qué no me dejan de jorobar un poco eh, manga de mantenidos! Pega un puñetazo en la mesa y se termina la cuestión. Todos comen con la cabeza gacha. Al fin y al cabo, en esta familia, es el único que trabaja.

16 comentarios:

  1. Jajaja, el relato está muy bien ordenado, cuando ya nos molesta el "Negro" le das la vuelta y tenemos que reconocer que puede hacer lo que quiera. Abrazos

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  2. Excelente relato. Gran escritora que sos.
    Si los mantiene a todos, poco podrán decirle.
    En cada cultura los modales son diferentes. Lo que en unos es correcto en otros no.
    Gran abrazo.

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  3. jajajajajajajja, hasta algo de razón tiene, jajajajajajaj

    Paz

    Isaac

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  4. Que bueno!!! Muy bien relatado y con mucha parte de verdad. Un abrazo.

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  5. Un placer leerte, pero creo que el Negro tendría que tener en cuenta que no vive solo en casa, y que la comodidad no está reñido con la buena educación.
    Un abrazo

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    Respuestas
    1. La buena educación es lo que le falta, Rita, un caso serio este Negro, un abrazo!

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  6. Una persona que quiere seguir siendo mal educado. Lo peor es que alguno de sus hijos sigue las mismas normas.
    Felicidades por el día de la madre, nosotros lo celebramos el primer domingo de mayo pero este año pasó desapercibido, esperemos que el próximo sea mejor.
    Aunque sea por telefono, dale un besito a Sol y un gran abrazo para ti.

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  7. Es para entretenernos un rato, al Negro lo inventé para salir un poco de esta realidad. Gracias por el saludo, Ma de los Angeles, le doy tus besitos a Sol, un abrazote!

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  8. Aunque lo hayas inventado, María Cristina, personas así... de que las hay, las hay.

    Un abrazo.

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