Y vuelta a
tomar colegios por no acordar con medidas del Ministerio de Educación. Los
estudiantes no quieren saber de qué se trata, simplemente se oponen. Se oponen
a aprender, a cambiar viejos métodos, a avanzar en sus conocimientos, solo
quieren un statu quo que no los moleste en su diario divagar en la indolencia.
Son las épocas que nos toca vivir, el “hambre de aprender” no existe en estos
chicos, solo reclamar por sus derechos, obligaciones no tienen, solo existen
hacia ellos desde la sociedad entera. La otra mitad de las escuelas secundarias
que no tomaron estas medidas, se reunieron con las autoridades para saber “de
qué se trata”. Tenemos esperanzas, aunque todo es un cincuenta y cincuenta en
nuestro querido país, la mitad quiere tener futuro, la otra, solo presente sin motivaciones.
Y lo dice alguien que no tuvo nunca grandes aspiraciones personales y que fue
criticada siempre por eso. No tomo mi regla para medir a mis semejantes, solo
deseo un mejor porvenir para los que ahora tienen su oportunidad y poseen
inteligencia suficiente para desarrollarse en sus vocaciones. Esa profunda curiosidad
que debería llevarnos hacia un destino superior.