sábado, 6 de abril de 2024

LÁGRIMAS DE LLUVIA EN UNA ESQUINA

 

         La mujer estaba inmóvil parada en esa esquina. Sus lágrimas caían sobre la vereda formando pequeños lagos circulares, poco a poco se fueron extendiendo y ahondando. Cuando ya nada se pudo hacer, más que flotar, ella se elevó en un segundo. Los rayos del sol traspasaban la gran cascada, describiendo en su irrigar, el arco iris.

sábado, 16 de marzo de 2024

NOSOTROS

 

                       Bajamos del tren atropellándonos, nuestros buenos modales durante el viaje no iban a despojarnos de la primicia. Cualquiera de nosotros podría haber hablado, consultado, es más, haber tirado de la campana de emergencia en medio del trayecto para sacarnos las dudas sobre el posible desastre, que presentíamos podría estar sucediendo en ese lado de la ciudad. 

 

                        Todos habíamos observado a la gente corriendo, llevando equipaje a tontas y a locas por los laterales del recorrido del tren. Sin embargo, ningún comentario había surgido, nos mantuvimos herméticos en nuestro interrogante. Fingiendo una indiferencia que estábamos lejos de sentir. El solo hecho de iniciar una conversación en ese sentido, nos habría puesto en el lugar de la gentuza que puebla las calles, chismorreando sobre lo que acontece, sin el menor decoro.

 

                          Por supuesto, cada uno en su asiento, sentía miles de agujas clavadas en su espalda, impeliéndolo hacia el exterior.

¿Cómo no querer salir huyendo hacia el lado contrario, si la gente allá abajo nos señalaba con horror, mientras corría por andenes y a campo traviesa? Ese sentimiento, callado y compartido, nos unía en la infinita soledad de la convivencia ocasional, ese día, en ese tren.

 

                           Ahora, por fin, tendríamos la respuesta clara o fatal, apenas se detuviera la máquina. Apiñados y anhelantes, en cuanto pusimos un pie en tierra firme, una gigantesca sombra de agua y lodo, proveniente del noroeste, nos aplastó.

 

                        

sábado, 10 de febrero de 2024

EL ABRAZO

 

                       Una y otra vez le llegan los recuerdos, momentos, chispazos, la noche en que el abrazo llegó inesperado, y las palabras, “¡tantos años!”.

 

                        Quizás ya estaba decidido a irse para siempre y fue la nostalgia anticipada lo que lo llevó a abrazarla de ese modo.

 

                         Ella quedó quieta, agazapada en la apretura, sin saber qué decir ni qué hacer. Pero no pudo escapar de lo que llegó después.

 

                         Hay destinos que se cumplen inexorablemente.

 

 

 

lunes, 15 de enero de 2024

VISITA INESPERADA

 

                    Subí la persiana unos centímetros para descubrir el amanecer. Sobre el alféizar había dos globos, uno verde, el otro desapareció antes de que pudiera ver su color. Quise continuar subiendo la cortina enrollable, no pude, quedó atascada. En el pequeño rectángulo aparecieron dos ojos, observándome. Dos enormes y hermosos ojos claros, transparentes como el agua. No había nada más alrededor, ni arriba ni abajo, sólo esos ojos inmensos que me daban una gran paz. Lo sentí en todo mi ser, como si un mar me cubriera y yo flotara suavemente hacia no sé qué lugar. Le pregunté su nombre, escuché: “Kal-el”, pero fue sin palabras, sólo con su mirada en la mía.


                     Ahora le estoy escribiendo al autor del comic para preguntarle cómo demonios llegó Superman hasta mi ventana.