Sucede los fines de semana, desde
el año pasado. Llegan los sonidos del ascensor y el llanto de una criatura,
solo eso, los que vienen con ella son sumamente silenciosos, no se les escucha
hablar, solo el llorar continuo hasta que llegan al departamento del fondo y
ahí se apaga. La extrañeza es porque en la semana no hay movimiento alguno,
entonces pienso que se trata de algún papá o mamá separado, que trae a su hijo
a supuesto contragusto para compartir tiempo con él y su pareja. Esto lo
comprobé un día en que abrí mi puerta para llevar la basura al cuartito del
pasillo y los vi de espaldas saliendo de su vivienda. Inmediatamente volvieron
a entrar al verme, dejé mi bolsa y entré apresurada, como si yo fuera la que
los estuviera importunando. El llanto ha ido cambiando a medida que el tiempo
pasó, antes era claramente el de un bebé. Me pregunto entonces cómo será el día
a día de esta familia tan especial, en la que alguien muy chiquito no puede
aceptar lo que la vida le ofrece, se rebela continuamente, y no puede dejar de
llorar.
sábado, 30 de marzo de 2019
domingo, 10 de marzo de 2019
LA JUSTICIA DEBERÍA ABRIR LOS OJOS
El Fiscal Federal Federico Delgado
acaba de anunciar que dejará de serlo, su motivo es el cansancio. No por los
trabajos realizados, no por horas quitadas al descanso para investigar, sino
por no poder seguir avanzando en la soledad. Dice recibir a diario comentarios
conformes a su pensamiento, el no cumplimiento de muchos jueces con la ley,
pero en público, callan. Son cómplices de la corrupción que inunda, sobre todo,
los tribunales federales. Hace algún tiempo fue víctima de un “accidente” vial,
un automóvil cruzó en semáforo rojo para levantarlo por el aire y lanzarlo a
unos cuantos metros, resultado de lo cual recibió varios puntos de sutura en su
frente. El causante fue liberado con una probation. No es necesario aclarar que
fue un aviso de algunas de las causas que investigaba. En el presente, ya su
vida familiar está alterada, y es por eso que decidió no seguir el camino que
lo podría llevar a compartir el destino de Alberto Nisman, fiscal de la nación, asesinado un día antes de
presentar pruebas ante la justicia de delitos que involucraba al gobierno de
ese momento. Esto no lo manifestó así, pero cae de maduro que elige preservar
su vida y la de los suyos, antes que jugarse por algo que no podrá llegar a un
resultado justo, en las actuales condiciones. Sus palabras sensatas, cargadas
de emotividad, describiendo situaciones
repetidas de evidente e intencionada falta de idoneidad de sus pares, en el
reportaje que había concedido, nos colman de tristeza. No son los honestos los
que deberían dejar sus cargos.
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