jueves, 14 de abril de 2022

ALGUNAS FAKE NEWS ANTIGUAS Y MODERNAS

 

       Desde Judas al tiempo moderno, hay informaciones erróneas, que se utilizan para hacer luego leimotiv e imponerlos como verdades. “El beso de Judas” para indicar al traidor. La supuesta traición no fue tal, sino un apóstol que quiso que los gobernantes vieran al verdadero enviado de Dios y con tal propósito lo llevó ante la multitud que lo condenó. Al comprobar que todo había sido un tremendo error se suicidó. Sino, ¿qué sentido tiene que al recibir el dinero lo hiciera? Un filósofo nuestro hace pocos días lo afirmó, yo dije, ¡es lo que pienso!

Otra situación, más local y de hace algunos años, se dio con un famoso médico que luego de participar de las elecciones para un determinado partido político y perder éste, se cruzó de vereda y fue a colaborar con los contrarios. Los entretelones no se publicaron, que fueron los que lo llevaron a esa decisión mucho antes de que se dieran los resultados, la decepción ante las promesas que no se iban a cumplir. De ahí salió el mote Borocotear, derivado de un apelativo suyo, Eduardo Lorenzo, Borocotó, en homenaje a su papá periodista. Ahora cualquiera que se cambie de bando es un Borocotó.

Un famoso artista de rock fue invitado a una Universidad para dar una charla sobre la intimidad de los shows, se le hicieron muchas preguntas y hubo una que pegó el batacazo. Las fans muchas veces se desbordan, quienes quieren tener relaciones no piden documentos y sucede que se mezclan menores sin que se advierta, porque su apariencia no lo denota. También se extendió en catalogar diferentes tipos de conductas y habló de la histeria que pide una relación con violación. De ahí se fue desvirtuando su alocución hasta llegar a endilgarle que las mujeres en general piden que las violen. Todo un mar de críticas cayeron sobre él, que se vio obligado a pedir disculpas por algo que no había dicho. Por un tiempo no se supo más nada, tuvo que desaparecer de los medios para que no lo siguieran condenando. El facilismo para caer en críticas y condenas es alarmante. La necesidad de crear escándalos para llenar espacios deriva en mancillar nombres y personas de manera censurable. Esto me lleva a una frase de un viejo comunicador de radio. “…porque siempre hay que mirar el otro lado de las cosas”.

 

viernes, 1 de abril de 2022

ABRIL EN MI VIDA

 

       En abril cumplo años y también guardo partidas queridas, la primera fue Teresita, mi abuela uruguaya, una mujer indomable y fuerte que crió cinco hijos sola, luego de que su marido desapareciera de la noche a la mañana, caso muy común en la vida de muchas mujeres fuertes, no sé si porque ya lo eran o porque tuvieron que serlo a la fuerza. Todos los años venía a visitarnos en el avión que aterrizaba en el agua, ¡todo un acontecimiento! No sé si existen aún, eran hidroaviones. Eran días muy felices para mí, ella fue una gran compañía en mi niñez y aún siendo yo mamá pude disfrutarla y también sus primeros bisnietos. Años después mi papá, mi gran ídolo, otro gran compañero, compartíamos una forma solitaria de ser y nos comprendíamos. ¡Tantas cosas podría contar, tanto ya he escrito también! Aunque en pareja mi mamá y él no fueron muy afines, ambos criaron a sus hijos con amor y los ayudaron durante toda su vida. Inolvidables sus llamados la semana anterior a fin de mes: “Negra, ¿necesitás oxígeno?” Yo iba a buscar mi cuota de ayuda infaltable, y además encontraba la barrita de chocolate amargo Águila esperándome. Ahí nos sentábamos a tomar mate y compartir charlas interminables. Y por último, mi gran amiga desde los dieciocho años, Laura, madrina de mis dos hijos mayores, hermana del alma, como nos llamábamos ambas. Nos conocimos en el trabajo, nos tratábamos de usted en aquella época, ambas compartíamos oficina, ella llevaba los libros, yo era la secretaria del jefe de créditos y cobranzas. De a poco fue creciendo la amistad hasta transformarse y perdurar hasta el año pasado, cincuenta y siete años ininterrumpidos a pesar de que ya no vivía cerca. Pero cuando hablábamos por teléfono era una charla cotidiana de vecinas que comparten lo que sucede en la vida diaria, la distancia no contaba como impedimento para cosas triviales y de las otras cuando se requería. Fue tan inesperada su partida por un infarto que no pude reaccionar, solo un llanto quebrado en el fondo de la garganta me devolvió a la realidad. Y aquí estoy hoy, comenzando un abril de luces y sombras, aunque como pienso y siento, los que se fueron están siempre a nuestro lado, yo los sueño como muy reales a menudo, sé que estarán en mi vida siempre.