Estamos
viviendo momentos muy dolorosos por la desaparición de una nave submarina
nuestra, mientras realizaba un recorrido de rutina en aguas territoriales. El
mundo entero es testigo de todo esto y
estamos además recibiendo su apoyo incondicional para ayudar en el salvataje. Numerosos
países, entre ellos dos grandes potencias, han enviado sus naves y material
tecnológico, poniendo su esfuerzo a disposición y colaborando día y noche para
llegar a localizarlo. A medida que el tiempo transcurre, las esperanzas de
encontrar con vida a sus cuarenta y cuatro tripulantes se van perdiendo. Así y
todo, los preparativos se realizan para rescatarlos con vida, llevan todo lo
necesario. La información no es precisa, algunos entendidos sugieren que si la
supuesta explosión fue en la sala de baterías y solo ahí, aun tienen oxígeno
extra en tubos para mantenerse en reposo y sobrevivir. Todo esto resulta tan
dramático que es imposible pensarlo sin sentir angustia por su destino. Los
familiares viven horas de incertidumbre y aunque reciben toda la contención
necesaria, nada puede compensar la falta de noticias de sus seres queridos. Las
condiciones meteorológicas no están siendo apropiadas, el oleaje y el viento
son intensos en la zona de búsqueda. El no saber es inenarrablemente doloroso,
ojalá tengamos certezas cuanto antes.
domingo, 26 de noviembre de 2017
sábado, 18 de noviembre de 2017
CUANDO LA INTENCIÓN NO ALCANZA
Me metí a tratar de solucionar un
problema y creo que lo estropeé. Mi ex suegro, que hasta hace poco se mostraba
con gran autonomía a pesar de sus ya cumplidos noventa años, ahora está en una
situación muy diferente. Tanto es así, que de cocinar empanadas para nietos y
bisnietos pasó a peligrar su seguridad por no prestar atención al encendido del
gas en su cocina. Para eso se lo proveyó de un horno eléctrico pero él prefiere
el otro. Insiste en que maneja muy bien sus cosas pero la realidad muestra lo
contrario. La vida familiar se encuentra alterada por cada incidente o novedad
que surge. Sumado a esto, la mayoría del tiempo se encuentra solo, su higiene
se ve relegada a veces, quiere ayuda por algunas horas, hay dos personas que se
turnan, pero también se queja si los fines de semana no es visitado como espera.
Los últimos días se vio superada la rutina con arreglos que hace el consorcio
en los departamentos que presentaban irregularidades en las cañerías de gas y
hubo que atender a los obreros y sus tiempos especiales. Mi hija, que es la que
se ocupa de todos los detalles ya muestra signos de cansancio y malhumor provocados
por estas cuestiones que llevan varios meses, desde que el deterioro del abuelo
se acrecentó. Mi idea fue hacerle llegar a él mi opinión sobre trasladarlo a
una residencia donde estuviera cuidado todo el tiempo, un lugar con gente que
tiene autonomía, mayoría hombres que charlan de fútbol y política que son sus
temas preferidos. Un ambiente agradable, con buen trato y un precio acorde a lo
que se puede pagar. Esto le llevó una gran cantidad de tiempo a mi hija hasta
encontrar el lugar adecuado. Pensaban con mis otros hijos cómo se lo iban a
presentar a él, yo me adelanté, pensando
que lo ayudaría a reflexionar, pero fracasé. El se quejó de que lo quieren
internar en un geriátrico y con esa frase se quedó. Mi consejo fue que tomara
su propia decisión para que se sintiera responsable de su vida pero él insiste
en su capacidad de vivir solo. El futuro es incierto.
viernes, 3 de noviembre de 2017
UN NUEVO CAPÍTULO PARA SOL
Sol
ya está cerca de sus ocho años, ¡el tiempo pasa muy rápido! Su segundo grado escolar
sorprende por el nivel de aprendizaje, una hermosa letra cursiva, unos
ejercicios matemáticos adelantados para su edad, claro que esto se debe a la
exigencia de su colegio, pero ella responde con gran naturalidad y eficiencia.
Como concurre desde los tres años, ya es muy conocida por todo el personal,
desde el señor que abre el portón de entrada, pasando por todas las maestras y
llegando a Carlitos, que arregla todo lo que se rompe. Este año Sol está
autoafirmando su personalidad, luego de transitar algunas inseguridades ante
agresiones del sector masculino de su sala, para ello se entrena en karate por
un lado y visita a una psicóloga por otro. Cosa de encarar la situación en sus
diferentes ángulos, “cuidado conmigo” y “paz y amor”. A veces desconcierta con
sus salidas a las mismas maestras, está muy atenta a todo lo que sucede y saca
sus propias conclusiones, que no siempre se comparecen con la autoridad.
Estamos en ese derrotero, tratando de sostener el equilibrio para no
desautorizar ni tampoco dejarla desamparada. Vemos con alivio que se están logrando
buenos resultados, ya no vuelve de la escuela con angustiosos planteos, sino
que comunica los sucesos sin darles mayor trascendencia. Ah! ¡Y está hermosa
como siempre! (La abuela)
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