sábado, 13 de agosto de 2016

HACER LEÑA DEL ÁRBOL CAÍDO

Un músico de rock, a quien sinceramente no conocía, nunca fui admiradora de esa música, ni aun de joven, acaba de pasar por la trituradora de la opinión pública por hacer comentarios indebidos en una institución de estudios de periodismo. Grandes titulares con frases indebidas pasan una y otra vez por la pantalla del televisor, por internet, etc.etc., seguidas por comentarios condenatorios. Tuve oportunidad de, pasando canales en busca de otras noticias, ver la entrevista completa que le hicieron los estudiantes dentro del recinto. Estaban presentes autoridades y profesores, y a uno de ellos le preguntó este artista cuál era la consigna de la charla, le respondieron, la provocación. De ahí en adelante puso sobre el tapete dos temas muy polémicos,  la violación y la intimidad con menores de edad. Respecto al primero habló sobre casos de histeria femenina que requieren de la violación para poder mantener relaciones sexuales, claramente dijo, yo no lo haría, pero hay hombres que sí se prestan a eso. Aclaró que se trata de un perfil psicológico específico. En el otro caso, y hablando de su pasado juvenil, mencionó, es difícil sustraerse a las chicas que se te tiran encima en un escenario o en el camarín, no pensás en la ley. Las personas en off, voces femeninas, le preguntaban si no era demasiado, él contestó, sí, pero es lo que pasa en la realidad. De ahí en más, toda una catarata de críticas devastadoras y publicaciones de distintas organizaciones en defensa de la mujer le cayeron encima. También hay que destacar que este mismo cantante integra una de esas organizaciones, con lo cual sería muy loco pensar que su conducta avalaría estas posturas. Agregó, en diferentes reportajes a posteriori, que el objeto de su entrevista era provocar las preguntas de los estudiantes, pero ninguno dijo nada, solo las personas del establecimiento las hicieron. Incluso el participante que publicó en las redes sociales la charla, sin previo aviso, dijo algo en su presencia. Esto que escribo hoy está relacionado a una irritable sensación que me provoca la hipocresía y el caretaje de personas que salen a opinar alegremente sin profundizar en el contexto. Da más rédito y rating poner grandes titulares, el daño que puedan provocar no está en su cabeza, o directamente no les importa. La hija publicó una nota en apoyo a su papá, muy conmovedora y sanadora. Tomemos ejemplo de ella.


lunes, 1 de agosto de 2016

EL MUNDO DE LA AUTOEXIGENCIA

                     Si pertenecés a ese mundo estás en problemas. Esta época tiene en su mayoría a quienes se recuestan en vos para salir adelante. Todo tu esfuerzo se multiplica por el descanso cómodo de los demás. Una tarea en equipo termina resultando tu propio y único trabajo, el resto del grupo estará ahí solo para señalarte los errores que pudiste haber cometido en tu afán de perfección. Su fría mirada rectora será tu espada de Damocles. No solamente tuviste que esforzarte para llevar a cabo un final exitoso sino que además deberás soportar la mirada acusadora de quienes no habiendo hecho casi nada se llevarán el crédito por el resultado. Si podés ver con claridad, luego de haber sufrido estos imponderables, cuál es el camino a seguir, habrás conseguido liberarte del yugo tirano de la autoexigencia y sentirás el aire limpio y puro de la responsabilidad limitada. Tu empeño termina donde comienza el de los otros.