domingo, 11 de agosto de 2024

AYER

 


 

Mis ojos ven más allá

De la mesa ovalada

De la taza vacía.

 

Se remontan a un tiempo

En que el alma vibraba

Con los sones del cuerpo

Remolinos de viento

Recordando aquel día.

 

En el hoy se han quedado

Esa taza

La mesa

Mi mirada

La vida.

 

viernes, 2 de agosto de 2024

EL VERANO PASÓ NUNCA MÁS SUPE DE ÉL



 

                   Había llegado a Montevideo para pasar las vacaciones con mi abuela Teresita. Al día siguiente fuimos a visitar a una amiga, que ya mayor, tenía un hijo de mi edad. Verlo a Quique y enamorarme fue todo uno. Su manera de ser, serio y amable al mismo tiempo, cautivaron mi corazón de inmediato. Las visitas se continuaron sin que tuviéramos gran comunicación, pero una tarde me invitó a dar un paseo por el puerto. Caminamos un rato en silencio y de pronto sus palabras asomaron sorpresivas.


                    Ahí vive con la abuela, dijo, con sus ojos traspasándome, absorto en el recuerdo. La mordedura de los celos caló hondo, pero me recompuse para sonreírle y continuar caminando como si nada, por la costa, cerca del agua. A unos metros, el viejo caserón, similar a un castillo, guardaba la imagen de una desconocida que ya no lo amaba más. Creí ver un movimiento en el cortinado de una de las ventanas e imaginé a alguien mirándonos. Un piano sonaba melancólico, las últimas notas cayeron en medio de los dos.

 

 

 

 

jueves, 18 de julio de 2024

EL ASTRÓNOMO Y EL JUGLAR

 

                            


          Pedrito entró cautelosamente al ático, aprovechando que el abuelo había acudido a una llamada telefónica y la puerta se encontraba entreabierta. Tenía prohibido hacerlo, pero la curiosidad fue superior al temor del castigo por desobedecer. Vió con asombro ese enorme tubo apuntando hacia arriba contra el gran ventanal y buscó una silla para treparse y ver de qué se trataba. Sus ojos asombrados se enfrentaron con la luna muy cerquita y se asustó. Salió corriendo y la silla se desmoronó contra el andamiaje, dejando al aparato totalmente derribado. Cuando el astrónomo regresó al estudio, estalló de furia, pero antes de tratar de volver todo a su lugar miró por el telescopio el paisaje, y lo que vió lo dejó estupefacto. Allá afuera, a la orilla del mar y sobre una roca, un joven juglar desgranaba notas con su mandolina, cantándole a ¡SU LUNA!

 

sábado, 6 de julio de 2024

TRES PASAJEROS DESESPERADOS

 

                    


     El hombre paró el taxi con semblante demudado, siga a ese coche le dijo al chofer. El taxista lo miró por el espejo retrovisor y le dijo, ¿a quién sigue? A mi mujer, que está con otro hombre en ese automóvil. ¿Y ya sabe qué va a hacer? La cabeza gacha del pasajero le dio una esperanza. No, yo hice lo mismo hace poco tiempo. Entonces vaya a su casa y tómese un whisky, después se va a sentir mejor. Lo llevó de vuelta y no le cobró.

     La anciana extendió apenas la mano y paró el taxi. El chofer arrimó a la vereda para que ella ascendiera. En cuanto se sentó comenzó a llorar. Señora, ¿puedo ayudarla en algo? No, gracias señor, muy amable, es un tema de familia. Ah! Disculpe que me meta, ¿alguna enfermedad? No, es de paternidad. ¿Cómo es eso? Mi hijo se acaba de enterar de que su padre no era quien creía, tuve un amor de juventud antes de casarme. Y ahora no quiere ni verme. Déle tiempo, señora, no llore por anticipado, esas noticias son fuertes para deglutirlas de una. ¿Le parece? Por supuesto, ya va a ver que mañana o pasado la llama. Muchas gracias, señor, me quita un poco la angustia que estoy viviendo. No es nada, y para que se sienta mejor, ¡no le cobro el viaje!

       La adolescente paró el taxi de madrugada, tiritando de frío. El taxista la miró y se compadeció. ¿Adónde vas? Mire señor, el tema es que no tengo dinero, mi papá se enojó conmigo porque me escapé para ir a bailar sin su permiso, lo llamé pero me dijo que me arregle, no quiso venir a buscarme. Así que le pido que me lleve y ahí veo que mi mamá le pague el viaje. El chofer respiró hondo y pensó: El tercer viaje del día con quilombos y yo siendo generoso con todo el mundo, ¡hoy sí que perdí como en la guerra! ¡Y por boludo!       

lunes, 17 de junio de 2024

LOS DETALLES

 

                   El detective miraba sus notas, sorprendido por la cantidad de detalles anotados a las apuradas y también conmocionado por la cercanía con la mujer muerta. Hasta un mes atrás, había conversado con ella en la entrada del edificio cuando coincidieron uno entrando y el otro saliendo. Hablaron sobre una vecina, enferma terminal muy querida por ambos, que dos años antes se había ocupado de solucionar problemas serios del consorcio. En aquella oportunidad, la unión de casi la totalidad de la gente contribuyó a un resultado feliz que aun disfrutaban. No podía suponer que poco tiempo después tendría que reconocer y registrar el lugar del aparente suicidio de su ocasional interlocutora de aquel día.

                

                    La escena mostraba el testimonio de esa decisión. El cubrecama, triste y descolorido color terracota, que la vio acomodar por última vez el cuarto, algo arrugado por el desplazamiento del cuerpo. El velador encendido, a su lado un tubo vacío de pastillas y la botellita de agua tirada sobre la alfombra. Y la foto del hijo, singularmente presente en su ausencia, testigo inocente y mudo, pero con los ojos bien abiertos, mirando desde otro lugar sin comprender, y a pesar de todo acompañando a su madre para no sentirse abandonado ni abandonarla, sin preguntas, aceptando ese destino que ella eligiera. Y ahí también estaban los frascos sobre la cómoda, prolijamente alineados como para usarlos en cualquier momento, pequeños envases con distintos contenidos. Y todo quedó ahí, sin uso posterior ni futuro, sólo para servir a una reproducción meticulosa y precisa. Para dejar sentados los detalles concretos anteriores a una acción inexplicable.

 

                        

viernes, 24 de mayo de 2024

EL HECHO

                     El hecho ocurrió hace ya algunos años, pero es imposible olvidarlo por las consecuencias que tuvo para todo el pueblo. Es que era un personaje muy conocido. Me acuerdo que vinieron de las poblaciones vecinas, montones de gente curiosa, como si hubiera llegado el circo. De chico me impresionaban mucho los trapecistas y los leones y los equilibristas que danzaban en una cuerda tendida en el vacío. No podía mirar, cerraba los ojos cuando subían y recién los abría cuando los aplausos decían que estaban seguros en el piso saludando. Ahí sí aplaudía yo también, rabiosamente, para sacarme todo el miedo afuera.


                   Todo empezó por la infidencia de un chico, ahora un hombre que carga en sus espaldas con esa cruz, producto de un comentario inocente acerca del hecho. Cuando lo recriminaron quiso escaparse por temor a las represalias, pero al ser una criatura ninguno se animó y ahí quedó el pobre expiando sus culpas. Las culpas… esas malas compañías que llevamos a lo largo de la vida a veces. Si uno pudiera desprenderse de ellas como de una ropa vieja y dejarlas de lado…El padre Ramón fue una gran ayuda para mí, a pesar de estar muy dedicado al vino de la misa fue un cura muy gaucho. Algunas mujeres de por acá podrían atestiguar lo que digo. En fin, hablaba de aquel asunto, tendría mucho para contar pero me está entrando el sueño, últimamente duermo más de día que de noche, cosas de la edad. 

viernes, 3 de mayo de 2024

UN DIOS ETERNO

 

         Espermón es el dios de la Natalidad. Sus épicas batallas son memorables, conduciendo con gran entusiasmo e hidalguía a sus pequeños y numerosos soldados hacia el lugar indicado. Algunas resultan victoriosas, otras fallidas, pero jamás se declarará vencido, siempre tendrá nuevas oportunidades, y tiene millones de adoradoras en todo el Universo.

 

           Los otros dioses lo envidian secretamente, mientras van cayendo en desgracia. Espermón sobrevivirá y aumentará su popularidad por los siglos de los siglos, Amén.