El detective miraba sus
notas, sorprendido por la cantidad de detalles anotados a las apuradas y
también conmocionado por la cercanía con la mujer muerta. Hasta un mes atrás,
había conversado con ella en la entrada del edificio cuando coincidieron uno
entrando y el otro saliendo. Hablaron sobre una vecina, enferma terminal muy
querida por ambos, que dos años antes se había ocupado de solucionar problemas
serios del consorcio. En aquella oportunidad, la unión de casi la totalidad de
la gente contribuyó a un resultado feliz que aun disfrutaban. No podía suponer
que poco tiempo después tendría que reconocer y registrar el lugar del aparente
suicidio de su ocasional interlocutora de aquel día.
La escena mostraba el testimonio
de esa decisión. El cubrecama, triste y descolorido color terracota, que la vio
acomodar por última vez el cuarto, algo arrugado por el desplazamiento del
cuerpo. El velador encendido, a su lado un tubo vacío de pastillas y la
botellita de agua tirada sobre la alfombra. Y la foto del hijo, singularmente
presente en su ausencia, testigo inocente y mudo, pero con los ojos bien
abiertos, mirando desde otro lugar sin comprender, y a pesar de todo
acompañando a su madre para no sentirse abandonado ni abandonarla, sin
preguntas, aceptando ese destino que ella eligiera. Y ahí también estaban los
frascos sobre la cómoda, prolijamente alineados como para usarlos en cualquier
momento, pequeños envases con distintos contenidos. Y todo quedó ahí, sin uso
posterior ni futuro, sólo para servir a una reproducción meticulosa y precisa.
Para dejar sentados los detalles concretos anteriores a una acción
inexplicable.
Muy bien narrado. Un beso
ResponderEliminarGracias Susana, un abrazo!
EliminarComo te dice Susana, muy bien narrado, no es lo mismo contar que narrar. Los suicidios siempre son aparentes de omento. Un abrazo
ResponderEliminarHola Ester! Gracias, un abrazo!
EliminarTus "detalles" literarios, nos han situado perfectamente en un hecho inexplicable.
ResponderEliminarBravo. Un abrazo.
Muchas gracias Juan, un abrazo!
EliminarUna decisión tomada sobre la que no se puede dar explicación alguna.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un trabajo para Monk, el brillante detective de Netflix, un abrazo Alfred!
EliminarLos detalles. Eso que acomoda y condiciona la vida en cualquier momento.
ResponderEliminar¡Quién esté libre, de ellos, tire la primera piedra!
Excelente texto Cristina.
Abrazos.
Tal cual, Ernesto, gracias, un abrazo!
EliminarRecuerdos, el aquí y el ahora, el mañana...
EliminarTres conceptos, una sola realidad.
Saber navegar entre ellos evita "naufragios".
Abrazos Cristina.
Muy bien Ernesto, un abrazo!
EliminarSomos de detalles y de instantes...
ResponderEliminarPaz
Isaac
Es así Isaac, un abrazo!
EliminarEn una investigación como en la vida los detalles cuentan. Te mando un beso.
ResponderEliminarGracias Judit, tal cual, un abrazo!
EliminarMuy desdichado segundo encuentro con su vecina.
ResponderEliminarFuerte abrazo.
La sorpresa por lo inesperado, un abrazote Sara!
EliminarHoy te has puesto trágica querida amiga. Has hecho que me ponga triste.
ResponderEliminarUn abrazote de los que das tu.
No te pongas triste, Ma de los Angeles, es todo ficción, mi nuera me decía cuando yo hacía estos textos, Cristina usted se la pasa matando gente! jajaja, un abrazote!
EliminarTu nuera tiene toda la razón, pero algunas veces nos viene vien estos relatos.
EliminarUn abrazo muy fuerte.
Las nueras tienen siempre la razón, sobre todo si hacen felices a nuestros hijos, y yo tengo una maravillosa, un abrazote Ma de los Angeles!
EliminarLos detalles y los momentos de la vida...Muy bueno !! Un beso
ResponderEliminarGracias Hanna, un abrazo!
EliminarPasaba a desearte una buena semana.
ResponderEliminarGracias Judit, un abrazo!
EliminarEsos detalles son el eco no sólo de una decisión sino también un resumen de los actos de toda una vida. Gran relato.
ResponderEliminarAmiga, nos conocemos de otro blog mío, uno de música, pero ahora tengo uno nuevo.
Te dejo un fuerte abrazo.
Gracias Eukel, voy a visitarte! Un abrazo!
EliminarInexplicable, como tú lo dices, el protagonista del hecho se lleva el secreto a la tumba.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tal cual, Rafael, gracias, un abrazo!
EliminarMARIA CRISTINA
ResponderEliminarGusto en saludarte muchacha,quise acompañar tu presentación y no me permite ingresar a seguidores, es un problema tecnico, o cometi un error y fue apartado por otro motivo..
Quitame la duda, que sigas bien
LÚCAS
tetraciclina26@gmail.com
Hola Lucas! Recién hice la comprobación y funciona, pero blogger tiene estas cosas, algunos amigos no llegan, otras rescatamos del spam, un abrazo!
EliminarAlgunas cosas nunca se sabrán
ResponderEliminarPaz
Isaac
Se llevó el secreto, un abrazo Isaac!
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMARIA CRISTINA
ResponderEliminarTe amplio para tu conocimiento, " No tienes autorización para seguir este blog.", tal la respuesta que me da tu staff de seguidores al pretender ingresar.
Mi saludo para ti.
LÚCAS
Ahí ya pasé por tu blog y ambos podemos comunicarnos sin problemas aunque no sea como seguidores jajaja, un abrazo Lucas!
EliminarHola María Cristina, me gustó tu narrativa. Tu registo de escritura es muy bueno. La vida y la muerte caminan juntas. ¡Inseparables!
ResponderEliminarSin embargo, cuando deseamos morir, algo en la vida nos lleva a tomar la más trágica de las decisiones.
Te dejo un abrazo y os deseo un buen fin de semana.
Gracias Albino, es una triste realidad, un abrazo!
EliminarAmo los intrigantes relatos policiales. Fue un placer leer y entrar en tu mundo de letras.
ResponderEliminarSaludos desde Mendoza, Argentina
Pat
Gracias Patricia, hermosa tu ciudad, un abrazo!
EliminarPasaba a desearte una buena semana. Te mando un beso.
ResponderEliminarGracias Judit, un abrazo!
EliminarTe saludo con cariño siempre
ResponderEliminarIsaac
Gracias Isaac, es recíproco, un abrazo!
EliminarAhora que estoy leyendo relato tras relato, estoy saboreando lo buenísima escritora que eres de ellos y como reflejas en pocas palabras lo que quieres que el lector capte.
ResponderEliminarTe felicito.
Gracias Tracy! LLegaste, aleluya! Mi nuera me diría, Cristina usted siempre matando gente jajaja. Un abrazote!
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