El hombre
paró el taxi con semblante demudado, siga a ese coche le dijo al chofer. El
taxista lo miró por el espejo retrovisor y le dijo, ¿a quién sigue? A mi mujer,
que está con otro hombre en ese automóvil. ¿Y ya sabe qué va a hacer? La cabeza
gacha del pasajero le dio una esperanza. No, yo hice lo mismo hace poco tiempo.
Entonces vaya a su casa y tómese un whisky, después se va a sentir mejor. Lo
llevó de vuelta y no le cobró.
La anciana
extendió apenas la mano y paró el taxi. El chofer arrimó a la vereda para que
ella ascendiera. En cuanto se sentó comenzó a llorar. Señora, ¿puedo ayudarla
en algo? No, gracias señor, muy amable, es un tema de familia. Ah! Disculpe que
me meta, ¿alguna enfermedad? No, es de paternidad. ¿Cómo es eso? Mi hijo se
acaba de enterar de que su padre no era quien creía, tuve un amor de juventud
antes de casarme. Y ahora no quiere ni verme. Déle tiempo, señora, no llore por
anticipado, esas noticias son fuertes para deglutirlas de una. ¿Le parece? Por
supuesto, ya va a ver que mañana o pasado la llama. Muchas gracias, señor, me
quita un poco la angustia que estoy viviendo. No es nada, y para que se sienta
mejor, ¡no le cobro el viaje!
La
adolescente paró el taxi de madrugada, tiritando de frío. El taxista la miró y
se compadeció. ¿Adónde vas? Mire señor, el tema es que no tengo dinero, mi papá
se enojó conmigo porque me escapé para ir a bailar sin su permiso, lo llamé pero
me dijo que me arregle, no quiso venir a buscarme. Así que le pido que me lleve
y ahí veo que mi mamá le pague el viaje. El chofer respiró hondo y pensó: El
tercer viaje del día con quilombos y yo siendo generoso con todo el mundo, ¡hoy
sí que perdí como en la guerra! ¡Y por boludo!
Por buena persona. Un beso
ResponderEliminarAfortunadamente queda siempre gente así, un abrazo Susana!
EliminarTodavìa queda mucha gente generosa.
ResponderEliminarBesos Cristina
Así es, Norma, gracias!
EliminarY lo a gusto que de queda tras poder ayudar
ResponderEliminarUn abrazo.
Imagino que este hombre se sentirá mejor pasado el primer momento, un abrazo Alfred!
Eliminar¡Qué historias tan bonitas como humanas!
ResponderEliminarGenta así existen y he disfrutado leyéndote.
Nos deja un buen sabor de boca.
¡Ya estoy por aquí de nuevo, vendré poco a poco!
Muchas gracias por tu interés y fiel seguimiento.
Muchos besotes, preciosa.
Hola Maricarmen! Espero que ya estés mejor, sí, gente como esta es lo que se necesita para sentirnos bien, un abrazote!
EliminarTendrá compensación su buen corazón. ¡Seguro!
ResponderEliminarMuy buena entrada.
¡Un abrazo grande, Cristina!
Seguro que sí, gracias Sara, un abrazote!
EliminarAmiga ¡qué bueno debe ser encontrar un boludo así más seguido! jaja. Pero lo cierto es que actitudes así tan sensibles no se encuentran fácilmente.
ResponderEliminarHiciste una muestra de buena imaginación, tres historias tacheras muy entretenidas.
Gracias por publicarlas, un abrazo.
Hola Eukel, sí a veces uno se reconcilia con la vida, un abrazo!
EliminarMuy bueno. Si los taxis hablaran... los taxistas también deben tener mil anécdotas para contar. Hay gente para todo. Ha quien te hace una gauchada y quien te manda a ya se sabe donde. Aunque no se si habrá uno que haga tres favores en un mismo día. Bien por el chofer. Buena historia. Te mando un abrazo!
ResponderEliminarHola Gustavo cómo estás? Gracias, un abrazo grande!
EliminarBuenas personas hay en todos los colectivos, este lo era.
ResponderEliminarUn abrazo.
Claro que sí, Matías, gracias, un abrazo!
EliminarBuena persona y generosa ese chofer. Te mando un beso.
ResponderEliminarTal cual, Judit, un abrazo!
EliminarBueno, puede que no llevase dinero a casa, pero "arregló" las cosas de otros.
ResponderEliminarEl bien hacer a los demás, suele conllevar profunda satisfacción.
Abrazos Cristina.
Seguro que después de ese primer momento se habrá sentido así, un abrazo Ernesto!
EliminarExcelente relato María Cristina! Me encantó!
ResponderEliminarTe dejo mi abrazo...
Gracias Albino, un abrazo!
EliminarY que ejemplo de persona, como deberíamos ser todos
ResponderEliminarPaz
Isaac
Y sí Isaac, una persona piadosa, un abrazo!
EliminarTe deseo un buen fin de semana. Te mando un beso.
ResponderEliminarGracias Judit, un abrazo y buena semana para vos!
EliminarSaludos María Cristina. Bendecido Domingo. Abrazos.!!
ResponderEliminarGracias Marian, un abrazo!
EliminarGente como el taxista quedan pocos , suerte que tuvieron esas personas de encontrarlas. Un abrazo y gracias por visitar mi blog y comentar.
ResponderEliminarHola Chelo! Es así, no es cierto? Un abrazo!
EliminarQué buena persona, seguro que el karma se lo devolverá
ResponderEliminarBesitos
Después de la reacción inicial sabrá que procedió bien, un abrazote Tracy!
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