El hecho ocurrió hace ya
algunos años, pero es imposible olvidarlo por las consecuencias que tuvo para
todo el pueblo. Es que era un personaje muy conocido. Me acuerdo que vinieron
de las poblaciones vecinas, montones de gente curiosa, como si hubiera llegado
el circo. De chico me impresionaban mucho los trapecistas y los leones y los
equilibristas que danzaban en una cuerda tendida en el vacío. No podía mirar,
cerraba los ojos cuando subían y recién los abría cuando los aplausos decían
que estaban seguros en el piso saludando. Ahí sí aplaudía yo también,
rabiosamente, para sacarme todo el miedo afuera.
Todo empezó por la infidencia
de un chico, ahora un hombre que carga en sus espaldas con esa cruz, producto
de un comentario inocente acerca del hecho. Cuando lo recriminaron quiso
escaparse por temor a las represalias, pero al ser una criatura ninguno se
animó y ahí quedó el pobre expiando sus culpas. Las culpas… esas malas
compañías que llevamos a lo largo de la vida a veces. Si uno pudiera
desprenderse de ellas como de una ropa vieja y dejarlas de lado…El padre Ramón
fue una gran ayuda para mí, a pesar de estar muy dedicado al vino de la misa
fue un cura muy gaucho. Algunas mujeres de por acá podrían atestiguar lo que
digo. En fin, hablaba de aquel asunto, tendría mucho para contar pero me está
entrando el sueño, últimamente duermo más de día que de noche, cosas de la
edad.
Las habladurías son mala cosa. Un beso
ResponderEliminarAsí es Susana, y el narrador anda devariando también, un abrazo!
EliminarEl hecho...
ResponderEliminar¿Qué hecho amiga mía? ... :))))))
Abrazos Cristina.
Este viejo señor ya no tiene los patitos en fila, se va olvidando, Ernesto, quedaremos con la intriga, un abrazo!
EliminarHola Cris.
EliminarSe me había olvidado poner título a mi publicación en el blog...
En cuanto a que si he suprimido mi comentario... Era solo un punto que me veo obligado a poner, y borrar, para activar los "Avisarme".
Abrazos.
Fue con humor, Ernesto, un abrazo!
EliminarCasas de la edad esta falta de entendederas. Se me escapa el protagonismo del padre Ramón, aunque intuyo que debe ser importante.
ResponderEliminarBesos.
Y es que el sacerdote conoce todos los secretos, Juan, por ahí tendríamos que consultarlo, porque este señor que nos cuenta se va olvidando lo importante, un abrazo!
EliminarCreo que el solo hecho de mencionar que va de una habladuría ya permite dejar de prestar atención y ni siquiera vale la pena mencionarla.
ResponderEliminarUn abrazo.
Rescatado del spam, Alfred! Y creo que sí, mejor dejar pasar estos cuentos inconclusos, un abrazo!
EliminarJajaja... Y dejas en el punto cumbre la historia para picar la curiosidad.
ResponderEliminarBesos y un abrazo.
La culpa es de este hombre desmemoriado jajaja, un abrazote Sara!
EliminarGenial relato. La memoria es impredecible. Te mando un beso.
ResponderEliminarY los años no ayudan! Gracias Judit, un abrazo!
EliminarSi te soy sincera, al final no me he enterado de lo ocurrido.
ResponderEliminarQuizá lo has dejado para otro momento.
Un abrazo ¡guapa!
Es que este buen señor tiene mala memoria, Ma de los Angeles y nos ha dejado a todos en ascuas! Un abrazote!
EliminarO sea, que no he sido yo sola, jajaja. Un abrazo bien fuerte.
EliminarUn abrazote Ma de los Angeles!
EliminarDile a Sol que no se preocupe si no ha cedido su mamá, pues es muy joven y tiene toda la vida por delante.
EliminarY a ti querida amiga, te mando un fuerte abrazo.
Gracias Ma de los Angeles! A Sol le va a encantar recibir el apoyo de su abuelita de España como ella de llama, un abrazote!
EliminarMe da pena, esta vez no entendí
ResponderEliminarUn abrazo
Isaac
Es que este buen señor ya se va olvidando de las cosas y nos dejó el tema inconcluso, Isaac, así que no te preocupes, nadie lo entiende, un abrazo!
EliminarPor causa de la memoria nos ha dejado con un montón de dudas.
ResponderEliminarAbrazos.
Sí, la verdad no sabemos para qué comenzó dando tantas vueltas y al final, nada! Un abrazo Conchi!
EliminarPasaba a desearte una buena semana. Te mando un beso.
ResponderEliminarGracias Judit, un abrazo!
EliminarCosas que suceden, se hablan, por ahí se deforman y van quedando en la memoria de los que lo vivieron u oyeron hablar según el parecer de cada uno. Un final abierto al parecer. Que tengas buena semana
ResponderEliminarUn final inconcluso, tal cual, Gustavo, un abrazo!
EliminarGracias María Cristina. Feliz Mes de Junio.
ResponderEliminarBendiciones !!!
Un abrazo Marian!
EliminarJudit, copio tu mensaje, spam no me deja publicarlo, "Te deseo un buen fin de semana, te mando un beso" Y lo mismo para vos, Judit, un abrazo!
ResponderEliminarY quedo la historia inconclusa.. jaja. Besos
ResponderEliminarY fue así nomás, Hanna, un abrazo!
EliminarTe deseo una buena semana. Ya arregle la entrada de mi blog. Gracias por avisarme Ya le puse la imagen que faltaba. Te mando un beso.
ResponderEliminarBuenisimo, Judit, buena semana, un abrazo!
ResponderEliminarLo has hecho muy bien amiga
ResponderEliminarIsaac
Gracias Isaac, un abrazo!
EliminarEste laberinto de tantas cosas...
ResponderEliminarDe pronto como horrorosas fauces.
Buen día, María Cristina 🏙
La mente humana! Un abrazo Iván!
EliminarLa verdad es que me has dejado con la curiosidad bailando en la cabeza
ResponderEliminarVoy a ver si le doy solución.
Acá sí te pude rescatar del spam! No sé por qué blogger los manda a los amigos que comentan a menudo, no lo entiendo! Esa solución no la tiene ni el pobre hombre que ya no puede recordar casi nada! Un abrazote!
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