sábado, 21 de septiembre de 2024

EL ATRACO

 

                                      

                      Regresaba al Banco después de mi hora de descanso, cuando a media cuadra observé a la pareja que salía de la sucursal. Él, era un cliente; ella, rubia, vestida de rojo y muy elegante, no. Los dos, con idénticos maletines. A unos pasos de la peatonal, cuatro tipos de riguroso traje oscuro los rodearon.

 

 

 

                       El tráfico me impedía avanzar. Un movimiento en el grupo dejó al descubierto un arma de fuego, que derribó de un certero disparo al cliente sobre la vereda.

 

 

                

                        Con los maletines que antes llevara la pareja y aferrando de un brazo a la mujer, partieron hacia la esquina donde yo aguardaba para cruzar. Mientras ellos ascendían a un automóvil con el motor en marcha, quise arrebatarles a su víctima. Pero al acercarme vi que ella sonreía, suave y aviesamente sonreía.

 

 

 

27 comentarios:

  1. La mujer (supuesta víctima) era una de ellos.
    ☺️ Excelente historia!
    Un gran abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Sara! Es solo un pequeño relato, un abrazote!

      Eliminar
    2. Por supuesto que es un relato, no pensé otra cosa.
      Besos.

      Eliminar
    3. Ay Sara, quise hacerme la humilde y produje un mal entendido, jajaja, otro abrazote!

      Eliminar
    4. Oh, me quedó terrible mi comentario, María Cristina. Me disculpo, no es por ahí, sino todo lo contrario, quise alabarte, decirte: "¡Créetelo!"
      Déjame aclarar, te quise decir:
      Es un relato magnífico, porque encierra una gran historia, muy bien logrado, con ese cierre de apariencia tan "sutil", pero tan desconcertante, demoledor, que nunca lo imagina uno al leerlo. Y es más.... ese final inesperado en realidad lo convierte en "cuento", en vez de "relato".
      Eres magnífica, escribe mucho!!! Fuera humildad en este trabajo. ¿Ya? Respóndeme Jajaja.
      Un abrazotote!

      Eliminar
    5. jajaja, te quiero Sara! No te preocupes, el cariño que nos tenemos en estos años blogueros está sobreentendido! Participo de un taller literario en el cual hay grandes escritores, yo soy una pulguita ahí, pero el profesor me da mi lugar y yo me lo creo y mis compañeros me elogian los trabajos. Vos sos una gran comunicadora, sensible, generosa, valiente, cada uno ocupamos un lugar y tenemos nuestro valor, gracias por tu compañía siempre, un abrazote grande!

      Eliminar
  2. Hola Maria Cristina, vaya con el pobre cliente, ella estaba compinchada con los otros para robarle, buen relato.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ahora, a estas señoritas que embaucan hombres para robarles se les llama "viudas negras", un abrazo Piruja!

      Eliminar
  3. Eres una gran contadora de historias, hermanita.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias hermanita! Algo se pegó de la talentosa! Un abrazote Tracy!

      Eliminar
  4. Lo que se dice una lagarta...
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Cuantos casos así se ven. Lo embaucaron bien.
    Muy bien narrado!
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  6. Hola María Cristina. Cuéntanos una historia que lamentablemente sucede a veces!
    Nunca podemos confiar.

    Un abrazo y feliz semana!

    ResponderEliminar
  7. oh, oh.... Ciertamente las cosas no son como parecen

    Paz

    Isaac

    ResponderEliminar
  8. Lo más seguro es que estaban compinchados. ¿Me equivoco?
    Un abrazote bien fuerte.

    ResponderEliminar
  9. Y pensar que te puedes jugar la vida por auxilia a la chica. Muy buen micro María Cristina.

    Besos.

    ResponderEliminar
  10. Genial relato. sorprendente final.- Te mando un beso y ya arregle el problema de las letras de mi entrada de esta mañana. Gracias por avisarme. Te mando un beso.

    ResponderEliminar