Hoy por la tarde fui a ver esta película, creo que Julianne
Moore ganó un Oscar por el protagonismo principal. La mayoría de la sala estaba
ocupada por mujeres, y eso me gustó, porque está bueno dar la cara ante un
problema que se presenta sobre todo en nosotras, el alzheimer. Justamente en el
último tiempo he tenido algunos olvidos insignificantes, pero no por eso menos
importantes a la hora de prestar atención. Ir viendo el día a día de esta
mujer, una profesora de la
Universidad de Columbia, autora de textos sobre lingüística,
que va perdiendo su capacidad de memoria y de acción, y cómo los va
enfrentando, fue emocionante. En plena lucidez abre una carpeta en su propia computadora
para darse instrucciones a seguir en el tiempo de la declinación definitiva,
pero cuando ya está dispuesta a realizarlas es interrumpida y sus planes de no
ser una carga en el futuro, fracasan. Una de sus hijas decide cuidarla y viven
juntas esas etapas donde el estar y no estar se continúa hasta que la vida diga
basta. Mi intención no es relatar toda la película, pero resulta muy
enriquecedor ver este ejemplo para saber qué hacer si llegara a suceder en
nuestro entorno algo similar. Vi con claridad que la familia tiene que
acompañar siempre, pero en determinado momento se debe buscar un lugar adecuado
para que sea atendida con todos los recursos necesarios, ya que el deterioro
avanza sin tregua y hay que aceptarlo. Mi familia tiene instrucciones de mi
parte para cualquier contingencia en mi salud que requiera atención permanente,
espero que llegado el caso respeten mi deseo.
Y si, María Cristina ninguno está exento de padecer ciertas enfermedades, como también algunos acontecimientos fortuitos que no los esperaba, creo que eso vos lo sabés muy bien. Uno tiene que tratar de estar preparado y también dar el ejemplo a los demás, aunque los hijos son a quienes mas les suele costar "digerir esos platos". Pero cuando llegan las cosas creo que Dios nos da los medios para afrontarlos y para que los demás aprendan de ello. Un abrazo muy afectuoso.
ResponderEliminarMARIE CRIS
ResponderEliminarPara tu tranquilidad, y la de tu familia, los neurólogos dicen que quien tiene olvidos frecuentes (llaves, nombres, lugares de donde se guardan cosas, etc) y es consciente de eso, no tendrá esta enfermedad, porque tener lapsus no tiene que ver con eso. También sé que el contacto con los animalitos ayuda a que no avance.
En mi caso, como FER es mayor y no tenemos a nadie, ni sobrinos (bah, los de él pero no cuentan) ni nada de nada, yo le pido a DIOS (y es lícito hacerlo) irme al cielo cuando ya todos mis animalitos (diez) se hayan ido. Aunque si mi hermana vive entonces me seguiré quedando para cuidarla. Pido a DIOS siempre eso, como un gran deseo, para no estar sola, y para no ser ni una carga para el ESTADO ni para nadie, pero también para yo misma no depender de nadie, y no sentirme indefensa. BUENO NENA, mirá HOTEL BUDAPEST, me fascinó. besos
Es así, Lao, las cosas hay que mirarlas de frente, cuando uno está preparado tiene más armas para sobrellevar cualquier situación, gracias, un abrazo!
ResponderEliminarGracias Magú, espero que tu vida siga por un camino de tranquilidad que bien te merecés, junto a tu marido y tus queridos pichichus que son tu alegría, un abrazo!
ResponderEliminarDejar que las cosas vengan por su cauce, sin agobiarnos debe ser nuestra prioridad.
ResponderEliminarLa vida nos ofrece todo lo que necesitamos, aunque eso sí que es cierto, en su justo momento.
Las alegrías, las penas, la salud y la enfermedad, son las condecoraciones que la vida nos ofrece.
Aceptarlo todo, y como muy dices dejar el camino abonado y preparado para cuando el árbol sea longevo, es de sabios.
Un fuerte abrazo.
Hola Cristina, interesante texto. La experiencia que relatas, en este caso una película, no suma ni quita realismo a esas situaciones, cuando se dan. Que no se dan siempre y a todos por igual.
ResponderEliminarEn esta ocasión es esa grave disfunción cerebral. En otras puede ser cualquier otra cosa que suponga cierta dependencia de los demás. Sea como sea está claro que será cuando se dé, y no antes y no tiene porque darse, que se tomarán las medidas más adecuadas. Hoy impensables tal vez. Tanto la persona afectada como las que la rodean deberán enfrentar una situación que, ni con la mejor voluntad y previsión, será fácil de llevar.
Programar esas “instrucciones” es inteligente. Que la vida las tenga en cuenta ya será otra historia...
Personalmente he de reconocer que más allá del momento presente poco puedo hacer, hoy. Y el “mañana” no está en mi mano. Pero la vida se encargará de todo.
Mi madre vivió esa situación durante largos años. Debidos en parte a los cuidados empleados... Si bien hay un momento en que la persona ya no está!
Un abrazo.
Muy cierto Armando, vivamos disfrutando cada instante, lo que tenga que venir vendrá en su momento, un abrazo!
ResponderEliminarErnesto, debido a un caso real se dice que la persona que sufre esta enfermedad tiene una sobrevida en buena salud física y hasta mejora su aspecto debido a la falta de stress, si se la mantiene en buen ambiente y con trato afectuoso, aceptan de su entorno diario ese trato, aunque a veces se tornen agresivos con personas de su propia familia que no reconocen ya. Los cambios son vistos como un peligro, por lo que se mantiene una rutina diaria para no afectarlos. Un abrazo!
ResponderEliminarErnesto, si viviste esa experiencia con tu propia mamá ya tenés tu cuota de dolor en el haber, un abrazo!
ResponderEliminarPues me encanta que nos hables de cine. No he visto la peli, pero la veré!!!
ResponderEliminarYa te contaré Cristina :)
Besitos!!
Es muy conmovedora, Nieves, un abrazo!
ResponderEliminarEn un mundo en que la prioridad la ponen en los niños y sus jóvenes es terriblemente triste ver el olvido a que se ven sometidos los ancianos enfermos. Me cuesta razonar querida amiga Cristina. Y sin embargo entiendo que debemos de hacer planes, nadie quiere cargar a sus hijos con algo así y sin embargo aún sea vieja y enferma si alguno de mis hijos enfermara sé que nunca lo internaría en ningún sitio. ¿Cual es la diferencia? Se que me voy a morir sin entender que hasta el amor tiene un "del uno al diez" y los seres humanos cada vez son menos humanos. Te dejo un abrazote linda, feliz de verte escribiendo, te he extrañado también, gracias por siempre recordarme. Besotes todos.
ResponderEliminarLyliam, fui a visitarte en tu nuevo blog, después de tanto tiempo es una alegría volver a leer tus poemas y prosas, un abrazo para vos y mi entrañable Uruguay!
ResponderEliminarCreo, y a mi no me importa, que más de uno vamos a terminar en algún centro.
ResponderEliminarYo, lo mismo que tú, no quiero que mi hijo sufra las consecuencias de mi vejez y, si algún día es necesario, también le tengo dicho lo que tiene que hacer.
La pena es que no estuviéramos juntas tu y yo en la misma residencia, creo que la distancia se interpone.
Mientras tanto, disfrutemos de nuestra amistad aunque sea con un Océano por medio.
Un abrazo María Cristina
Ma de los Angeles, me hiciste lagrimear, tenés razón, cómo le daríamos a la sin hueso! No importa, disfrutemos este tiempo de amistad, lo más importante es el presente, un abrazo grande transoceánico!
ResponderEliminarUn gusto estar en tu tema, Ma Cristina.
ResponderEliminarNada más y nada menos.
Todos... nos enfilamos hacia suertes desconocidas y entre ellas está este ejemplo que nos compartes.
Es bueno tocar estos temas.
Tocarlos en familia y entre amigos.
Ayuda como dices... a establecer una semilla de conciencia sobre los casos.
Buen día, amiga.
***
MARIE CRIS
ResponderEliminarTe lo escribo acá porque te la recomiendo a vos pero también a todos:
BAARIA (deL director de CINEMA PARADISO) es larga pero hermosa, me recuerda mucho a mi abuelo porque se filmó toda en SICILIA, PALERMO (solo que PEPINO es 15 años menor más o menos).
GRAN HOTEL BUDAPEST, y creo que la viste, LA francesa, DIOS MIO QUE TE HICIMOS, quiero ver la de AL PACINO y CENICIENTA y te cuento, beso
Una película muy triste. Una realidad muy dura. En cualquier momento nuestros pergaminos, nuestras múltiples ocupaciones y compromisos se podrían esfumar y lo único que queda es a quien le importamos.
ResponderEliminarHola Remo, gracias por tu visita, sí, es un tema difícil de enfrentar, un saludo!
ResponderEliminarGracias Magú, voy a buscarla, un abrazo!
ResponderEliminarHola Carlos, gracias por venir a mi blog, un día somos completos y al otro vamos perdiéndonos, un saludo!
ResponderEliminarMi Madre tiene Alzheimer y durante mucho tiempo, mi hermana y yo, estuvimos cuidándola, intentando ayudarla en toda lo que podíamos hasta que, en un momento determinado, nos vimos obligados a buscar un centro especializado en este caso para que su calidad de vida siga manteniéndose lo mejor posible.
ResponderEliminarAhora tiene 92 años y está, dentro de su estado, muy bien...Es nuestra Princesa y nuestra Reina.
Con las actividades, horarios, entretenimientos y otras cosas se mantiene muy bien.
Es una enfermedad muy cruel que va hiriendo sin matar al enfermo y a los que le quieren.
No me perderé esta película.
Abrazos y Besines.
Pedro, ya tenés tu propia historia, y con la buena voluntad de la familia la van llevando adelante, qué hermoso que la llamen Reina y que la valoren así, un abrazo grande!
ResponderEliminarVi una pelicula similar, no es, era un profesor varon que cuando empezo a adivinar los sintomas, fue rotulando todas las cosas: taza, vaso. Tremendo
ResponderEliminarTuve un tia, la familia hizo los cursos para acompañarla, no es sencillo
Besos
Esperemos que nunca llegue el caso y goces de muy buena salud siempre...
ResponderEliminarPaz y Salud
Isaac
Gardenia, sí, es doloroso y todo el entorno se transforma, un abrazo!
ResponderEliminarGracias Isaac! Un abrazo!
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ResponderEliminarNo he visto la pelicula. Pero sé por amigos lo triste que es vivir esa experiencia de comprender que tu ser querido ya no es el mismo.
Un abrazo.
Es así Rosa, un abrazo!
ResponderEliminarMi madre anda por esas rutas. Yo la cuido. Me fatiga pero no me vence.
ResponderEliminarMi abrazo solidario Anuar!
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