Era una de las noches de carnaval. Mi
papá se había subido a los techos para conseguirle rosas a la prima Alicia.
Ella insistía en que tenían que ser rojas acorde al traje de gitana que llevaría
en la salida con su novio. Se había creado un clima de nerviosismo, yo era
chica, pero percibía la tensión en el ambiente. Tuvo que conformarse con un
ramo de rosetas de ese color, y muy a disgusto se lo colocó en el pelo, al lado
del rodete. Estaba linda en realidad, pero su carácter no le permitía ser
agradecida. Llegó un día a casa, luego de una gran pelea con su familia, la
mamá era prima de la mía, que creyó tener una ayuda para vigilar a sus pichones
mientras trabajaba y en cambio fue una pesadilla. Alicia era bailarina clásica
del teatro Colón, se iba todas las mañanas muy temprano y volvía por las
tardes. Sus horarios no le dejaban tiempo para trabajar y mantenerse, así que
aceptó hacerse cargo de algunas tareas en casa, por ejemplo, hervir en un gran
recipiente la leche del consumo diario que en ese entonces nos traía cada
mañana el lechero. Un día la puso en el
fuego mientras hablaba con su novio por teléfono. Al grito mío ¡se va al fuego
la leche! ella, muy tranquila dijo a su enamorado, por mí que se venga el techo
abajo mientras hablamos, ¿no es cierto amor? Resultado, estropicio. Todo era
conflicto con ella, la paciencia llegó a su fin y se fue de un día para otro,
no supe los detalles. Años después escuché algo pero no tuve la certeza, como
que no pudo superar el no verse comprendida y tomó alguna triste decisión. Ah!
El título fue el nombre que ella eligió para hacerse conocer en el mundo de la
danza clásica, y que no pudo trascender, por eso lo traigo acá, para dejarlo
impreso como vestigio de una ilusión que no fue.
Su carácter se convirtió en el mayor obstáculo de Alicia. Una tristeza que no se realizara en la danza, cuando hasta nombre se había creado.
ResponderEliminarFuerte, abrazo!
Alicia era etérea, no podía soportar la realidad del día a día, un abrazo Sara!
EliminarCosas de la vida, Cristina, siempre habrá personas que no viven a gusto con lo que tienen y son.
ResponderEliminarUn abrazo.
Seguramente sus sueños los veía perturbados por el contraste de la vida cotidiana, un abrazo Rafael!
EliminarLástima que acabara tan mal. Un beso
ResponderEliminarLa imagen que ella tenía de sí misma chocaba contra el mundo real, un abrazo Susana!
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola cris
ResponderEliminarImagino que tenía aires de grandeza y todo quedó en simples sueños . Puede que de ahí su carácter difícil.
Me gusta cómo lo has contado ... en todas las familias hay capítulos que no entendemos .
Besos y cuídate!!
Hola Nieves! Ella estaba en un nivel superior desde su propia mirada, recuerdo sus gestos de fastidio, como si los mortales la molestáramos, ver que sus sueños no se cumplían debió ser devastador, una pena, un abrazote!
EliminarSi. A veces uno es conflictivo. Hay que ver si es por cierto aire de superioridad o cierta manera de defenderse de agresiones pasadas. Dgo. no soy psicologo jaja
ResponderEliminarLinda historia. Te mando un abrazo
Hola Gustavo! Gracias por visitarme en tu descanso, sí era una chica de veinte años perdida en sus sueños, un abrazo!
EliminarMuchos sueños se han roto... un triste y aleccionador relato
ResponderEliminarPaz
Isaac
Sí Isaac, Alicia vivía en sus sueños, a la realidad no la pudo tolerar, un abrazo!
EliminarIlusiones que no llegan a ser... ¿Quién está libre de ellas?
ResponderEliminarEn cuanto al carácter, los hay! Y son un "lastre" que suele acompañar largos tramos de vida, sino todos, tanto a la persona como a los alrededores.
Mejor pasar página.
Gran abrazo Cristina.
Alicia volaba por encima de los mortales, pisar terreno firme no estaba en su naturaleza, un abrazo Ernesto!
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