sábado, 4 de julio de 2020

¡YA NO ESTOY AQUÍ!


                    Hace más de una semana abandoné este mundo y en mi familia parecen no darse por enterados. Miran hacia mi cama y hablan entre ellos en voz baja, luego me sonríen con ánimos. Actúan con afecto y consideración, me preguntan cómo me siento. ¿Que cómo me siento? ¡Ausente me siento! ¿No me ven acá arriba, dando vueltas y vueltas?
               Ya en la mañana temprano empieza el desfile, yo les grito, ¡Ey, acá estoy! Ellos como si nada, cambian las sábanas, sonriendo, siempre sonriendo. ¡Qué caras de estúpidos tienen! Nunca vi gente tan cabezadura. Me da pena por los chicos, ellos me traen caramelos, se sientan y me cuentan lo que hicieron durante el día, si se pelearon en la escuela. Eso es lo que más voy a extrañar. Las charlas con mis nietos, son tan chiquitos e inocentes. Pensar que un día van a ser tan tontos como sus padres y tíos, que no se dan cuenta de que el viejo se fue.



12 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Podríamos seguir con las sensaciones del más allá, todo un misterio Isaac, un abrazo!

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  2. Muy buena historia. Se dan casos así, de indiferencia de los descendientes, :'(
    Otro abrazo.

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    1. Imaginé la historia de alguien que está en coma y se va de la vida sin que lo noten sus familiares, un abrazo Sara!

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  3. Muy bueno. Es una visión diferente.
    Besos

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    1. La visión del fin de la vida desde otro lugar, un abrazo Rita!

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  4. Pues para "no estar" hay que ver el talante que te gastas... :)))))

    Cuando bajes de nuevo, avisas. Pasaremos a saludar!

    Gran abrazo amiga.

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    1. jajaja, tranquilo que ya estamos bajando nuevo trabajo viejo, Ernesto, un abrazo!

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