miércoles, 15 de junio de 2022

YA NO SOY UN ROBOT

 

Las industrias Robotech S.A. nos crean con apariencia humanoide y diferentes habilidades, de acuerdo a la solicitud de los clientes. Estamos los cultos, los asistentes de hogares, los instructores de deportes, los cuidadores de niños, etc. Un año atrás, el matrimonio Smith llegó en busca de un reemplazo de su hijo adolescente, se había ausentado por estudios y lo extrañaban horriblemente. Adaptado para tal fin, me integré al hogar familiar, al principio para gran alegría de ellos. Con el correr del tiempo noté una frialdad en el trato, ya no conversaban conmigo ni departíamos sobre diferentes temas. No comprendía el motivo, yo los trataba con respeto y consideración, era ordenado, juicioso, en fin, un modelo de robot. Puesto a investigar, busqué libros en la biblioteca que me orientaran. Fue así que encontré la solución. Una mañana desperté quejoso, malhumorado, dejé abierta la puerta cancel y Sultán salió corriendo y ladrando, causando gran alboroto en todo el barrio. Mis ropas en completo desorden tiradas por el piso de mi cuarto, a altas horas de la noche aporreaba el piano acostumbrado a Chopin y Bach, remedando a ICDC, RIFF, y otros de igual tendencia. El cambio que logré fue sensacional, se volcaron completamente a mi atención, preocupados por mis habituales berrinches, se acercaban con propuestas de paseos, excursiones, entretenimientos. Me había convertido en un clon de su propio hijo. Hoy puedo decir con entera convicción, ya no soy un robot.

 

 

24 comentarios:

  1. Un robot que sabe aplicarse. ;)
    Un abrazo.

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  2. Seguro que el Robot se inspiró en el cuarto de mi hijo.
    Un fuerte abrazo

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    1. jajajaja es un adolescente! Un abrazote Ma de los Ángeles!

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  3. Que curioso relato, una historia donde tu inventiva se viste de gala, me ha gustado y te felicito por lo original y lo bien redactado que está. Abrazos

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  4. Ester, tu comentario entró al correo pero no llegó al blog, ya sabemos que blogger es el responsable, paciencia, gracias por los elogios, un abrazo!

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  5. Inquietante "futuro"... para algunos modernistas!
    Mientras crezcan amapolas en el campo, todo irá bien!
    Abrazos Cristina.

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    1. La naturaleza sigue su curso, no temáis! jajaja, un abrazo Ernesto!

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  6. Saludos María Cristina, asombroso cambio...Jejeje
    Dios te bendiga siempre.!!

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  7. Que maravilla, me encanta cuando escribes esas cosas
    Paz

    Isaac

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  8. Otra vez blogger haciendo travesuras, vi tu comentario en el correo Isaac, que no llegó acá, gracias por elogiar mi loco relato, un abrazo!

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    1. Bieeeennn! Entró tu comentario, gracias Isaac, un abrazo!

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  10. ¿Se puede echar de menos el desorden general que tenía el hijo? Un placer leerte María Cristina.

    Un abrazo.

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    1. Es que era así el hijo, el robot demasiado perfecto, Conchi, un abrazo!

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  11. Bueno, ya estamos de por aquí después de este corto período vacacional saludando a los amigos.
    Muy buen relato, amiga. Aunque nos quieran vender la vida totalmente robotizada, yo por lo menos no comparto esa idea.
    Un fuerte abrazo, amiga.

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    1. La naturaleza es nuestra mejor aliada, Juan, gracias, gran alegría tenerte de vuelta, un abrazo!

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  12. Rafael, copio tu comentario que llegó a mi correo pero no acá:
    Así somos, seres de costumbres y hábitos singulares.

    Un abrazo.

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    1. Esos padres se habían habituado a las de su hijo, el robot era demasiado perfecto, un abrazo Rafael!

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  13. Muy buena historia, María Cristina.
    Nos gusta batallar y un hijo modelo parece que no es apreciado igual.
    Besos.

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  14. Extrañaban los desmanes! Un abrazo Sara!

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