CONSIGNA DEL TALLER: UN CHARLATÁN
Lo siento, no puedo escribir sobre mí. Fue lo primero que pensé y luego, ¿seré una charlatana o una verborrágica irrefrenable a veces? En ocasiones siento que no puedo decir nada, entonces es cuando hablo y hablo y no puedo parar. Como si una máquina interna me mandara información para suplir mi carencia. Pero, un momento, ¿cuál es la definición exacta de charlatán? Hablador incontinente/Embaucador. Ah, no. Lo segundo, seguro que no. En realidad, peco más por decir lo que pienso, y ahí es cuando tendría que callarme. Porque uno no se da cuenta que cada cual tiene su historia con algunos temas, y opinar a boca abierta lastima sin querer.
Cuando pienso en esta conducta mía me hago el firme propósito de enmendarme, que claudica a la primera ocasión de emitir sonido. El impulso me mata, ni los años han conseguido aplacarlo. Sin embargo, hay situaciones en que logro mantener una discreta calma y la boca cerrada. En esos momentos me siento satisfecha de haber cumplido mi tarea con eficiencia. Lástima que más tarde descubro que tendría que haber argumentado algo, porque se trataba de alguna acusación infundada o una injusticia hacia mí. Es ahí cuando me resigno, agotada por el esfuerzo de saber cuándo hablar y cuándo callar.
MA CRIS
ResponderEliminarsos una pecosa, jaja en vez de pecaminosa
yo soy como vos, hago lo mismo, jaja
hacemos bien
besos
además pensás bien, con sensatez
soy magú
Tengo un problema parecido.
ResponderEliminarPero lo solucionè, creo.
Elijo putear siempre.
Y funciona, no creas.
Un abrazo.
como siempre, tu blog permite captar mensajes claros y diáfanos. Lo que se dice realmente: Literatura sin mercadeo. Sincera.
ResponderEliminarTe esperamos en nuestro blog.
Hola Cristina a veces uno se reprime por no ofender, pero no creo que hay que callarse cuando se siente que los argumentos son valederos. Un abrazo
ResponderEliminarHola Magú, qué hacés como anónima? estos blogs son terribles, tenés razón estoy pecosa por tomar sol ja ja ja, gracias y un besito grande
ResponderEliminarHola Gaucho, desde esta mañana no puedo entrar a tu blog, se me traba la máquina y tengo que ponerla a funcionar de nuevo, ahora vuelvo a intentar, y voy a tomar nota de tu receta, ja ja ja, gracias, un abrazo
ResponderEliminarGracias chicos, es un placer recibir la visita de ustedes, por supuesto voy a darme una vueltita por su blog, un abrazo
ResponderEliminarAhí está el problema, cuando creemos pero no sabemos en realidad, gracias, abrazo.
ResponderEliminarUno se puede proponer cambiar pero a la larga vuelve a ser como es. Por supuesto que ser espontáneo tiene un costo, pero después de todo uno no puede estar pendiente de como nos vean los demás.¡seguí siendo como sos!!
ResponderEliminarMuy bien Lao, vos sos sabio! Con este asunto de que uno tiene que cambiar me tienen cansada! Y PARA QUÉ HAY QUE CAMBIAR? Tenés mucha razón, cada cual es como es, y si no tiene mala intención con los demás, será como tiene que ser y si no no será. Abrazo
ResponderEliminarcris
ResponderEliminaruno debe cambiar solamente si uno desea cambiar, en cuanto a ser espontaneo y decir cosas, me parfece que a medida que uno va creciendo va dandose cuenta de que no siempre se puede decir todo lo que se piensa
y con esto no digo que uno se ponga en papel de hipocrita sino mas bien aprender a ser diplomatico
a la larga, creeme, se vive mas tranquilo
beso grande
Muy bien Laurita, pero hacéselo entender a mi bocota! ja ja ja, un abrazote.
ResponderEliminarHola María Cristina, generalmente un charlatan es aquel que habla mucho de cosas sin importancia, tambien es aquel que es indiscreto, y como no,
ResponderEliminarun charlatan es un vendedor, asi de claro.
si te gusta la poesía te invito a mi blog Brisa poética.
que tengas un feliz fin de semana.
un abrazo.
Admito que voy de extremos: o bien parazco mudo o me lanzo en avalancha de palabras. Hubo un tiempo que eso me preocupaba, y de estudiante tenía algun problema con los profes por mi incontinencia verbal. Luego, como en contra de lo que se esperaba, no estudié Diplomacia, dejé de intentar reformarme, incluso aprendí a sacar partido de la situación. ¡Ya ves el tamaño de comentario que he hecho...! :)
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Ricardo, alguna vez te confundí con Eduardo, le puse tu nombre en una respuesta y ahora los tengo uno al lado del otro, ja ja ja.
ResponderEliminarGracias por visitarme y con mucho gusto voy a pasar por tu blog poético. Un abrazo
Hola Eduardo! Anoche dejé un abrazo para vos en el blog de Anuar, porque tu post no me permitió poner respuesta, no fue largo para nada, al contrario, expresaste todo un sinfin de cosas que te sucedieron en todo este tiempo, lástima que decidís cerrarlo, pero creo que tenemos que esperar un tiempo y seguramente te vamos a recuperar, un poeta no deja de soñar y necesita compartir sus sueños en algún momento. Un abrazo grande y gracias por tu visita.
ResponderEliminarSolo el hombre (¡Y la mujer!) es el animal que tropieza en la misma piedra. Claro, que los tropiezos suelen ser programados y casi voluntarios..
ResponderEliminarSigo por tus espacios. Acabo de saber de tu interesante blog
Abrazos
Bienvenida Pili, y sí, sobre todo si somos duros de entender, ja ja ja. Gracias y voy a seguirte también.
ResponderEliminarfirme proposito de enmiendo hace mucho que no oia ese termino pero me gusto mucho saludos
ResponderEliminarGracias Lugar de paz, tus blogs tienen toda una gama de imágenes música y poesía, a cual mejor. Gracias a vos por tu visita.
ResponderEliminargenial el charlatán.
ResponderEliminarAtención, el bogardismo está experimentado un giro de 100 grados metafísicos.
Muy bien chicos! Ahora paso por su blog, gracias por visitarme.
ResponderEliminarJajajaj... muy entretenido tu relato y sin duda...la vida viene igual como que no nos dice nada y de pronto te lo dispara de una.... seguiré leyendote. Un beso...
ResponderEliminarGracias Arcoiris del amor, bienvenida a mi blog, ahora paso a visitarte. Un beso también.
ResponderEliminarNo sé a qué se refieran con eso de "charlatán", porque en lo que a mí se refiere nunca suelto palabra, así me la pidan, que para eso está hecha la boca, me dicen, y yo no contesto ni mú, eso sí cuando estoy solo, entonces me suelto a hablar conmigo mismo, porque vaya que es bueno hablar pero con uno mismo, que es una de las terapias que me han impuesto todos cuantos me dicen ¡Julio, cállate por favor!
ResponderEliminarUn charlatán. Enhorabuena.
Un abrazo.
ja ja ja, muy bueno Julio, da gusto escuchar a un charlatán con tanto bueno para decir, un abrazo.
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