Con la Mabel y los chicos salimos todos los días menos los domingos. Ella los cuida muy bien desde que la madre se nos fue por el paco. Vamos los cuatro en el carro, ella y yo buscamos y ellos acomodan. Cuando llueve nos quedamos adentro, llevamos a los chicos a la escuela y volvemos a tomar mate con tortas fritas. Nunca los hago faltar, por eso salimos después de que llegan y ahí hasta las nueve más o menos, no queremos que les falte el sueño. Y que hagan toda la primaria y la secundaria, si se puede. El Osvaldo me dijo que en el supermercado los toman con el título. Así que ellos no van a tener que seguir en esto, si Dios quiere tendrán una vida mejor. Muchas veces no hay suficiente para el bagre, entonces con la Mabel seguimos con el mate mientras ellos comen lo que hay y nosotros contentos, nada de ir a manguear a los comedores, me daría vergüenza, al fin y al cabo somos gente de trabajo.
Curiosas palabras. Un beso
ResponderEliminarUn personaje de ficción pero que está en la realidad, Susana, un abrazo!
EliminarUna estampa de lo más curiosa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ahí te rescaté del spam, Alfred! Es habitual por estos lados, viven de lo que van recolectando y revenden, un abrazo!
EliminarUn texto sorprendente, María Cristina. Un quehacer diario ... de gente de trabajo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una triste realidad, Enrique, un abrazo!
EliminarCartoneando palabra que tambien se puede usar aquí, mucha gente recoge cartones para venderlos o revisa desechos de otros, es un modo de decir que se vive al margen. Tu relato duele esa entrega hacia los pequeños conmueve. Abrazos
ResponderEliminarEs parte de la realidad que vivimos, Ester, gracias, un abrazo!
EliminarTodos los niños y niñas tenían que ser felices. Me encanta el nombre de Osvaldo. Tambien tengo una sobrina que se llama Mabel.
ResponderEliminarMuy acertado tu escrito y Dios quiera que todos sean felices.
Un abrzo y besitos a Sol.
Una casualidad los nombres que inventé para el relato, Ma de los Angeles, es así deberían ser felices, gracias, un abrazote, y el lunes le doy tu besito a Sol!
EliminarMe gustó el texto , aunque triste , vemos que en todas partes se ven las mismas escenas...¡la vida!
ResponderEliminarTe rescaté del spam! Es así Tracy, una triste historia común, un abrazote!
EliminarUna situación que lamentablemente vemos muy a menudo. Por aquí se han organizado en cooperativas.
ResponderEliminarBesos Cristina
El tema de las cooperativas es bueno, porque si se pone la obligación de la limpieza muchos no tienen el tiempo y los echan en la basura común, ahí hay gente que lo hace, un abrazo Susana!
EliminarMuy curioso relato donde se dan situaciones que duelen, pero que están a la orden del día y en todas partes del mundo ocurren.
ResponderEliminarUn abrazo María Cristina
Gracias Juan, es así de doloroso, un abrazo!
EliminarEs una terrible realidad La vida cada vez esta más dura y las personas nos volvemos cada vez más fríos. Te mando un beso.
ResponderEliminarSí Judit, es my triste, un abrazo!
EliminarUn buen texto aunque su contenido sobrecoge bastante. Un abrazo
ResponderEliminarEs la realidad de mucha gente, Chelo, un abrazo!
EliminarExcelente relato, personas que con mucho sacrificio sacan a los niños adelante. Cada vez la desigualdad y el desempleo se agudiza por el mundo.
ResponderEliminarUn abrazo muy grande.
Sara, estabas en el spam! Y varios días, espero que no te hayas congelado! Es una triste realidad en muchos lugares, un abrazote!
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