El joven humorista promocionaba su nuevo espectáculo en una entrevista
televisiva. “Estoy muy contento con este nuevo stand up, les garantizo que se
van a morir de risa”. El día del debut se mostraba exultante, la sala llena le
auguraba una noche espectacular. Comenzó con gran entusiasmo y el público
respondía a grandes carcajadas, no paraban de reir. Al finalizar la función, y
a la espera de estruendosos aplausos, un silencio total en la sala lo
sorprendió. Miró la platea, el público, inmóvil en las butacas, le anunciaba
que efectivamente habían muerto de la risa.