…la mitad de
mi país empobrecido, esclavizado por el relato de una clase dirigente que los
ama tanto que los quiere más pobres. Que se sostiene por tres generaciones con
dádivas del estado, no conocen el esfuerzo, más que el de ir a marchas de las
organizaciones sociales dictatoriales, si no vas no cobrás, o en el mejor de
los casos, hay tanto para vos si vas. Que aceptan con resignación esa sobrevida
chata y sin futuro, porque quienes pueden darle trabajo son los malos, los
ricos que le han sacado lo que les corresponde. Es muy llamativo que personas
de los países limítrofes consigan trabajo acá y además ayuden a sus familias en
el país de origen, enviándoles dinero mensualmente. Un Rasputín encubierto
sostiene a la Reina en sus desvaríos de poder, y cual perfecto Maquiavelo construye proyectos para quedarse
con todo. No, quizás no deba escribir sobre esto, tal vez sea mejor poner la
mirada en la otra mitad de mi querido país, ese que hace cincuenta años era
pujante, educado, trabajador, y que alienta a sus hijos y nietos a ir por ese
camino, a cultivarse, a soñar un horizonte de paz, concordia, prosperidad. Ya
no lo veré, por cierto, pero la esperanza queda en ellos, ojalá sean los
privilegiados forjadores de este sueño.
He podido llegar, gracias por el enlace pero ya se ha resuelto el problemilla.
ResponderEliminarEscribir sobre eso o reventar de impotencia, hay algunos mandamases que se creen dueños de la gente, y de las propiedades de la gente. En España estamos hundidos pero el gobierno se dedica a viajar y prometer. Un abrazo
Sí Ester, los leo a menudo lamentando las condiciones de su querida patria, es triste llegar a grande y añorar tiempos mejores, tendríamos que tener un futuro más prometedor, un abrazo!
EliminarParece un mal muy generalizado, prometer mucho y hacer poco.
ResponderEliminarLo malo es la cantidad de gente que se los cree.
Un abrazo.
Me resulta muchas veces incomprensible el ver a tantos hipnotizados por discursos falsos, justificar hasta lo indefendible, pero es parte de la realidad, un abrazo Alfred!
EliminarHay que saber implantar la esperanza en quienes vienen detrás de nosotros para que fragüen un mundo mejor.
ResponderEliminarSí Tracy, tengo tres nietos, dos varones de veintipico y una nieta de once, con ella hablo más a menudo, ayudé a mi hija a criarla, afortunadamente es inteligente y podemos hablar también de estos temas, lee mi blog! me robó el enlace jajaja. Un abrazo!
EliminarSí, tal vez no debas volver a escribir sobre esa mitad..., y sí sobre la otra. Y la vida sin más.
ResponderEliminarNo sería tanto el no "verla" como el no hablar de ella. No se trata de ocultarla, si está está! Pero si no está en tu vida, directamente, hay que saber relativizar... las circunstancias de los otros!
Abrazos Cristina.
Me recordás a mi amiga Irene, "no escribas tanto de política, vos no te podés quejar!" Es que me duele también lo que les sucede a otros y además me duele mi país! Y de vez en cuando suelto la bronca acá, qué le vamos a hacer. Un abrazo Ernesto!
EliminarEs incomprensible, como unos políticos ineptos y corruptos, pueden llevar a una país, trabajador y rico, a las paupérrimas condiciones en las que se encuentra el tuyo.
ResponderEliminar¡Y haces muy bien en escribirlo!
Besos.
Gracias Juan! Quienes hemos vivido épocas mejores no lo podemos creer tampoco. Como dijo alguna vez un visitante ilustre, Argentina es un gran país, lástima los argentinos! Y eso fue hace muchos años, ya nos veía venir, un abrazo!
EliminarEl problema es que en democracia quitamos a unos políticos nefastos y elegimos a otros peores. claro que en otros muchos países, son dictaduras donde ni siquiera pueden elegir.
ResponderEliminarEsperemos que las redes sociales ayuden a desenmascarar a tanto vividor del cargo.
Abrazo.
Muchas veces sucede que en otros países no pueden ver el verdadero interior del nuestro, pero como bien decís, ahora todo está en las redes, nada se oculta para siempre, un abrazo Matías!
EliminarLa gran riqueza que aún hay de Latinoamérica siempre ha mantenido la codicia exterior. Se infiltran de muchas formas para polarizar Y aunado a la deslealtad de nuestros dirigentes, han hecho mucho daño, porque por favorecerse personalmente, poco les ha importado defender los intereses del pueblo. Se corrompen muy fácil. Además tenemos ciudadanías muy acomodaticias y muy poco participativas y comprometidas. Dejamos a que los políticos hagan y deshagan, sin exigirles que cumplan.
ResponderEliminarHace falta politizar mucho a la población. Pero a los malos políticos les conviene que el pueblo siga siendo ignorante y nada hacen al respecto. Entonces eso nos corresponde a nosotros los habitantes. Una constante labor para despertar y activar a las siguientes generaciones. Enseñarles más historia y hacerlos que se interesen más por la política y que participen siempre... con un criterio propio, no el subsidiado que les compra su voluntad. Infundirles el espíritu de lucha. Los políticos no cambiarán por sí solos. Es el pueblo unido quienes debemos meterlos al redil y ser muy insistentes. Hoy todo se puede denunciar al instante con un teléfono en la mano se graba todo y se publica.
Un fuerte abrazo. No te desanimes nunca. Hay mucho por hacer pars tener sociedades justas.
Sí Sara, a veces se lucha contra los molinos de viento, gracias por tus palabras, un abrazote!
EliminarEs muy penoso lo que nos comentas María Cristina, mientras haya corrupción en los mandatarios no habrá forma de que un país marche bien para todos sin excepciones.
ResponderEliminarBesos.
Eso es lo más triste, Conchi, un abrazo!
EliminarEn todas partes se cuecen habas, Cristina, por aquí andamos en las mismas.
ResponderEliminarUn abrazo.
También es doloroso lo de tu patria, Rafael, un abrazo solidario para tu pueblo también!
EliminarArgentina resurgirá de sus cenizas!! Y Latinoamérica despertará de ese ensueño de las marchas y las huelgas que solo generan pobreza.
ResponderEliminarPaz
Isaac
Que tu deseo sea realidad, Isaac, gracias, un abrazo!
EliminarUn País al que llamaban "El granero del mundo" y que esté así. ¿No se dan cuenta los muchos analfabetos que ponen la mano sin trabajar?
ResponderEliminarAquí está pasando lo mismo, pero no lo vamos a consentir, el que quiera comer, tiene que trabajar.
Tengo una amiga argentina, pero residente en Australia, que enciende las redes con sus opiniones.
Paciencia.
A la hora de votar casi todos van tras las luces de colores, pan y circo garantizados, un abrazote Ma de los Angeles!
Eliminar¡Qué triste, doloroso e indignante lo que ocurre en tu país y otros Latinoamericanos!
ResponderEliminarNo te desanimes, querida Cristina, concienciar es lo primero que hay que hacer...
Mi solidaridad y aliento no os faltará, las envío con un fuerte abrazo.
Maricarmen, se me había pasado este comentario tuyo, gracias por tus palabras, un abrazo!
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