lunes, 30 de marzo de 2015

EL HINCHA DE FÚTBOL

                        Ayer a la noche mi hijo estaba siguiendo a su equipo favorito, Ríver, por televisión. Una exaltación tras otra, más cataratas de insultos poblaban su habitación y se extendía por toda la casa, tal su nivel de entusiasmo y enojo de acuerdo a las jugadas. Como es un caso que se repite en muchos hombres, tal vez también en mujeres fanáticas del deporte, no me llama ya la atención, pero no deja de ser elocuente el fenómeno. Se trata de hombres que juegan, nuestra participación es meramente observativa, pero parecería que va la vida de cada uno en ese partido. La explicación que le encuentro es que se desahogan en esos momentos de todos sus problemas diarios, sacan afuera las broncas que no se pueden manifestar muchas veces en las relaciones cotidianas, ya sea por educación o prudencia, o quizás por cobardía en determinados casos. Todos estamos expuestos a vivir situaciones en que no sabemos cómo reaccionar.
Así que finalmente me parece sano el comportamiento, siempre y cuando no concluya en violencia física hacia los demás. Ese es otro tema y pertenece al grupo que concurre a las canchas, y merecería otra lectura.



sábado, 21 de marzo de 2015

"POR SIEMPRE ALICE"

Hoy por la tarde fui a ver esta película, creo que Julianne Moore ganó un Oscar por el protagonismo principal. La mayoría de la sala estaba ocupada por mujeres, y eso me gustó, porque está bueno dar la cara ante un problema que se presenta sobre todo en nosotras, el alzheimer. Justamente en el último tiempo he tenido algunos olvidos insignificantes, pero no por eso menos importantes a la hora de prestar atención. Ir viendo el día a día de esta mujer, una profesora de la Universidad de Columbia, autora de textos sobre lingüística, que va perdiendo su capacidad de memoria y de acción, y cómo los va enfrentando, fue emocionante. En plena lucidez abre una carpeta en su propia computadora para darse instrucciones a seguir en el tiempo de la declinación definitiva, pero cuando ya está dispuesta a realizarlas es interrumpida y sus planes de no ser una carga en el futuro, fracasan. Una de sus hijas decide cuidarla y viven juntas esas etapas donde el estar y no estar se continúa hasta que la vida diga basta. Mi intención no es relatar toda la película, pero resulta muy enriquecedor ver este ejemplo para saber qué hacer si llegara a suceder en nuestro entorno algo similar. Vi con claridad que la familia tiene que acompañar siempre, pero en determinado momento se debe buscar un lugar adecuado para que sea atendida con todos los recursos necesarios, ya que el deterioro avanza sin tregua y hay que aceptarlo. Mi familia tiene instrucciones de mi parte para cualquier contingencia en mi salud que requiera atención permanente, espero que llegado el caso respeten mi deseo.



lunes, 9 de marzo de 2015

LA CAZADORA

                   La mujer avanzaba sigilosa, arma en mano, tras la fila interminable que amenazaba la propiedad, lentamente quitó el seguro y lanzó un chorro potente del temible producto, terror de las invasoras. Una a una fueron quedando muy quietecitas ahí nomás, ante los rayos implacables del sol del mediodía.


sábado, 7 de marzo de 2015

LAS APARIENCIAS

                    Una situación personal me puso a reflexionar sobre las veces en que juzgamos por las apariencias diferentes situaciones, sin detenernos a pensar que podemos dejarnos engañar muy fácilmente. Entre la familia, conocidos, vecinos, he percibido un run run, como repetido, “pobre, tiene que ocuparse de su nieta, la hija se aprovecha demasiado de ella”… Todo sin ser dicho directamente, solo a través de frases alusivas. Y la verdad es que no es así, cuando ella me ofreció hacerlo llegamos a un acuerdo incluído el económico, yo me estaba divorciando y necesitaba una entrada extra, a pesar de que cuento con la ayuda de mi ex esposo, más mi jubilación mínima y de mi hijo que vive conmigo, pero tiene una novia y sus propios gastos por estudio. Todos los lunes viajo hacia el gran Buenos Aires, y vuelvo los fines de semana a ocuparme de mi propia casa. Se convirtió en una rutina que tiene sus partes agradables, el viaje es entretenido, y cuando estoy allá disfruto del verde y los pajaritos, más allá de los lazos familiares, que por suerte son de una buena convivencia.
En un principio tuve mis dudas, nunca me gustó la intromisión en una pareja que tiene que mantener su independencia, pero con buena voluntad de todas las partes, se logra. Vive y deja vivir es un buen lema.