El
candidato
empinado en su
vanidad
se dirige a la multitud
con un
discurso sabihondo y almibarado
deslumbrándola.
Tiempo después
esa misma multitud
suicida
votará
al candidato
que
prometió grandes cosas
decepcionándola.
Aquí un famoso político dijo que las promesas están para no cumplirlas y algunos lo practican con frecuencia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hasta se dan el lujo de sincerarse en su falsedad! Un abrazo Matías!
EliminarPues la misma realidad hecha verso.
ResponderEliminarY es similar para muchos, gracias Chelo, un abrazo!
EliminarLa eterna dupla, promesa/incumplimiento, luego miento y sigo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y es que siempre ganan los prometedores, un abrazo Alfred!
EliminarHay promesas que se deberian rechazar en el acto, que no tiene viso de recorrido. Pero tu les has puesto rima y así nos las creemos. Un abrazo
ResponderEliminarSiempre esperamos al Mesías en política! Un abrazo Ester!
Eliminar¡Cuánta verdad hay en tus versos!
ResponderEliminarSuscribo el comentario de Ester y Matías.
Mientras no aprendamos que el que mucho promete poco hace y nada cumple repetiremos la historia.
He logrado poner tu blog en el mío, para que lo conozcan los seguidores que aún me sigan.
Besos.
Lamentable verdad, Maricarmen! Gracias, un abrazote!
EliminarLa pura realidad plasmada originalmente.
ResponderEliminarY muy triste para muchos, Tracy! Un abrazote hermanita!
EliminarUy parece que hablas de mi país. Te mando un beso
ResponderEliminarEs que se repite en mucho países, Judit, un abrazo!
EliminarY se vuelve a cerrar el círculo, triste realidad.
ResponderEliminarAbrazos, Maria Cristina
Será que no aprendemos? Un abrazo Soñadora!
EliminarSé de qué y quién estas hablando, amiga Cristina. Natural de Argentina ¡Y razón no te falta!
ResponderEliminarPero voy a permitirme poner el punto en la "i" de esto que describes. ¡¡Y que se repite desde los tiempos de los tiempos y seguirá por los siglos de los siglos!!
Para que las "grandes promesas" acaben decepcionando a esa misma multitud, es necesario que dicha "multitud", previamente, haya ¡¡aceptado!! dichas promesas.
¡Y esto que hoy describes de tu país, es inherente a cualquier otro!
No tienes más que observar la crítica que al que "promete" se le brinda, en detrimento de la autocrítica que cada quien debiera hacerse.
Abrazos, Cristina.
Somos responsables de lo que nos sucede, la eterna adolescencia que no llega a la adultez, un abrazo Ernesto!
EliminarPrometer es gratis. Un beso
ResponderEliminarY ayuda al autoengaño, un abrazo Susana!
EliminarTodos los candidatos nos decepcionan. Veremos los míos cuando se presenten.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte.
Es mucho más complejo y oscuro de lo que podamos imaginar.
ResponderEliminarAbrazo.