Si pertenecés a ese mundo
estás en problemas. Esta época tiene en su mayoría a quienes se recuestan en
vos para salir adelante. Todo tu esfuerzo se multiplica por el descanso cómodo
de los demás. Una tarea en equipo termina resultando tu propio y único trabajo,
el resto del grupo estará ahí solo para señalarte los errores que pudiste haber
cometido en tu afán de perfección. Su fría mirada rectora será tu espada de
Damocles. No solamente tuviste que esforzarte para llevar a cabo un final
exitoso sino que además deberás soportar la mirada acusadora de quienes no
habiendo hecho casi nada se llevarán el crédito por el resultado. Si podés ver
con claridad , luego de haber sufrido estos imponderables, cuál es el camino a
seguir, habrás conseguido liberarte del yugo tirano de la autoexigencia y
sentirás el aire limpio y puro de la responsabilidad limitada. Tu empeño
termina donde comienza el de los otros.
Cuanta razón tiene querida amiga.
ResponderEliminarAbrazos.
Ocurre mucho eso. Un beso
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