miércoles, 11 de enero de 2012

                                   EN ALGÚN LUGAR

  
                Como casi todos los días de los últimos tiempos, buscaba un lugar para continuar viviendo. Ya lo habían echado tantas veces de los que iba encontrando, pero siempre lograba acomodarse y dormir unas horas, hasta que la luz del amanecer lo despertaba. Y de nuevo, andar de acá para allá con sus bolsas, dejando pasar las horas, a la espera de la definitiva.

                 Una noche, sus pies tropezaron con algo; miró con atención el largo cuerpo tendido. La sangre, todavía fresca, formaba un gran charco alrededor. Escapó de ahí a toda velocidad. Casi sin aliento, se dejó caer en un umbral que, cálido y oscuro, le dio abrigo. El vocear de un canillita, lo despertó. Sacó unas galletas y, mientras reconstruía en su mente el hallazgo de la noche anterior, las masticó con dificultad, ya estaban demasiado duras. Caminó despacio hacia el quiosco de diarios y observó con atención los titulares; la gran fotografía representaba esa escena en su memoria. Un calor insoportable lo apuró a recoger sus bolsas y alejarse. No fuera cosa que le endilgaran el cadáver, tal vez alguien lo hubiera visto merodeando. Le convendría llegar rápido a la estación y subirse a un tren de los que salían para el interior.

                 La sirena de un patrullero sonó muy cerca. Las bolsas se desprendieron de sus manos, quedó paralizado por unos segundos, antes de salir corriendo, sin rumbo. La parte baja de la autopista le dio refugio y descanso; miró en todas direcciones y se desplomó en un rincón. Respiraba agitado; un rayo de sol, de lleno en su cara, lo deslumbró por un instante. Las manos vacías mostraban que una parte suya  había quedado en sus bolsas, en algún lugar.

20 comentarios:

  1. me pareció estupendo Cris, me encantó. Un texto absolutamnte abierto a la mente de cada lector

    en la mia se alojó un mendigo de muchos años en la miseria, casi al borde de la locura, paranoia...y que despues de esa noche nunca más volverá a dormir tranquilo

    besos!!!

    ResponderEliminar
  2. Es muy posible, Laurita, siempre me intriga la vida de estas personas en la calle, el saber cuál fue el primer día de estar ahí, su vida anterior abandonada, gracias y un abrazote.

    ResponderEliminar
  3. Maria Cristina que bonito escribes, es una historia enganchadora de principio a fin con un halo de nostalgia en algunos apartes. Me encantó
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Me gustó, muy bueno. Ligero, bastante fluído.

    Feliz anio para ti Maria Cristina. Gracias por haber contestado en casa de Anuar en su anterior post al mas reciente. Bueno, que pases un lindo dia :)

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Buen relato.

    Siempre me intrigaron los indigentes, Desde niño, querìa saber donde habìan perdido el porvenir.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Dime que vas a publicar un libro...por favor!!!

    ResponderEliminar
  7. Gracias Rosa, son cosas tristes de la vida que vemos a diario, un abrazo grande.

    ResponderEliminar
  8. Hola angelnegroblanco, gracias a vos por ser tan atenta conmigo, un abrazo grande y Muy Feliz 2012!!!

    ResponderEliminar
  9. Sí Gaucho, es mi misma inquietud, el porqué de esa decisión tan despojada de todo, un gran abrazo!

    ResponderEliminar
  10. Remei, puedo prometerlo si vos llegás con tus fotos a nuestro Malba acá en Bs.As.!!!! No estás aun porque no te conocen!!!! Un abrazote y gracias

    ResponderEliminar
  11. Querida amiga, muy buen relato, perder lo unico que te acompaña en la indigencia. Un abrazo

    ResponderEliminar
  12. ma cris
    cuando yo veo a uno de esos hombres, si puedo lo toco con la mano o con la cartera como por accidente, mandándole reiki, por eso hice esos dos niveles, y además rezo en voz baja para ayudarlo a elevarse, a que esté bien, che, nena ,te manod lo de louise hay por mail, veo si agarra acá
    http://www.youtube.com/watch?v=Dtog4WBokAM&feature=related

    ResponderEliminar
  13. Gracias Lapislazuli, quise expresar lo que pensé que les sucedía, un abrazo grande.

    ResponderEliminar
  14. Hola Magú, es poco lo que se puede hacer en realidad, cada uno es dueño de su destino, como siempre tus intenciones de fe ayudan sin duda, gracias por los videos, un beso grande.

    ResponderEliminar
  15. Esas personas llamadas de la calle, y aún algunos chicos, te puedo asegurar que es como vos lo reflejas, viven teniendo que esquivar el riesgo de ser inculpados de algo que no han hecho y terminan al fin, siendo rotulados como culpables de algo. Luego, una cosa lo lleva a la otra, e incluso a cometer hurtos que nunca hubieran imaginado hacerlo. Me hacés recordar algunas historias reales que tengo en la cabeza, creo que las voy a transcribir.Muchas gracias por tu buen escrito. UN ABRAZO

    ResponderEliminar
  16. Gracias Lao, y estoy segura de que nos vas a conmover con tus relatos, los espero, un abrazo.

    ResponderEliminar
  17. La incertidumbre de la vida de la calle se ve reflejada en tu personaje, si no tienes nada y ese poquita que tienes lo pierdes... la desolación es terrible.

    Me encanto como lo relatastes!

    Besitos Cris :)

    ResponderEliminar
  18. Gracias Nieves, son personajes que se multiplican día a día, y es algo muy triste. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  19. Hola Maria Cristina. Si. Que quilombo va a tener ahore ese indigente. Tan solo por buscar un lugar donde vivir. Por tener que esconderse de algo que jamas cometio, pero que la policia seguramente por portacion de cara lo culpara. Y porque es mas facil encontrar asi agarrar a alguien como "chivo" que ponerse realmente a investigar.
    Un abrazo y muy lindo el cuento. que andes bien

    ResponderEliminar
  20. Gracias Gustavo, debe haber un montón de casos como estos, es verdad, un abrazo también.

    ResponderEliminar