sábado, 7 de abril de 2012
DIAS DE SILLITA
Ella me vestía con ropa adecuada a la estación. Por encima, un delantal almidonado con grandes tiradores bordeados de volados, pechera y amplia falda que remataba en un gran moño atado a la cintura por detrás. El desayuno consistía en una sopita de mate cocido con leche y trocitos de pan, que nos daba a cucharadas a mi hermano y a mí. En los días cálidos por la mañana temprano y en los fríos después de la hora de almuerzo, colocaba la sillita en el patio trasero y ahí me hacía sentar a tomar sol. La había hecho especialmente el abuelo, era de color celeste y tenía un asiento de esterilla y maderas laterales para apoyar mis brazos mientras sostenía los enormes libros de cuentos. Miraba las maravillosas imágenes antes de saber leer y luego devoraba sus historias con fruición. Un día llegó el médico de la familia, me miró y le dijo a mi mamá: hay que llevarla al parque, a correr. Ella nunca había tenido muñecas.
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MA CRIS
ResponderEliminar¡Qué linda foto nueva pusiste ¡
me encanta
nos tenemos que ver luego de tu cumple.
Yo tengo que renovar la mia, pero no tengo ni celu ni máquina
CUENTO
Muy bonito
los pediatras dicen pavadas a veces, arruinan la sensibilidad de los chicos
¿no habrás sido una nenita ÍNDIGO ? viste que dicen que ahora hay muhoas pero antes también había
De mis libros de cuentos de la infancia, me gustaban los de Constancio Vigil con sus ilustraciones, porque eran heredados de mamá: recuerdo ALMENDRITA, y también cuentitos comprados en lso kioscos, "LA OVEJITA B" era mi favorito.
Tu ropita. MA CRIS, me recuerda a mis vestiditos con manguitas abullonadas, cuello patito (asi se llamaba ?) de villela, azules, celestes o claros, con punto abeja en la pechera, jaja, aún los veo en casas de ropa para nenas, algunos son de comunión, bue, besos FELICES PASCUAS
Hola Magú, sí le cambié el fondo celeste por este naranja que me cae bien en esta etapa. Y la foto me la sacó mi hijo en un restaurante. No me sentí nunca una nena especial, sino bastante mal muchas veces, mi infancia tuvo muchas luces y sombras. Este es un homenaje a mi mamá con quien me peleé muchas veces pero que al final pude comprender, un abrazo grande!
ResponderEliminarUn recuerdo muy dulce. Y el mate cocido con leche y pan, la verdad que tengo mucha curiosidad de probarlo, jeje.
ResponderEliminarUn abrazo amiga :)
Gracias Eliacim, ahora los chicos toman café con leche y tostadas con queso y dulce o medialunas. Eran otros tiempos, a la noche era sopa y fruta y a la cama! Un abrazo.
ResponderEliminarHola María Cristina,FELIZ PASCUA! Me atrapó este relato, mezcla de mi madre como madre y como abuela.
ResponderEliminarQué hermosa infancia! Qué dichos@s fuimos,si?
A mí no me llevaban a correr, ni el médico lo decía,cuanto más gordita, más sanita jaja.
Beso
ahhh, mate cocido con galleta de campaña, ahhh, muy bueno si, típico
ResponderEliminarsaludos
Hola Mónica, sí eran otros tiempos, no sé si ya la edad me da nostalgiosa, ja ja ja, un abrazo!
ResponderEliminarHola Omar, me parece que en algunos lugares hay una vuelta al mate cocido y ya vi a algunos chicos jóvenes tomando mate en lugar de cerveza, esa es una muy buena señal, un abrazo.
ResponderEliminarqué linda historia, todo lo que tenga que ver con personal/emocional siempre es hermoso. Uno le agrega la cuota de cariño
ResponderEliminarla foto es preciosa! no es la primera vez que nombrás a tu hijo, se me hace que tienen excelente relación
beso y abrazo
Hola Laurita, recién pasé por tus blogs, sí es mi hijo más chico, tengo otro el del medio y mi hija mayor, con todos me llevo bien, aunque con algunas diferencias, pero hay mucho cariño entre nosotros, es que soy una gallina con sus pollitos, ja ja ja. El relato es parte de una especie de biografía familiar que estoy haciendo muuuuy lentamente, besitos.
ResponderEliminarY es que la falta de cosas en la infancia, hace que nuestra vida adulta se dirija por rumbos que sin querer dañan...
ResponderEliminarQue cosas tiene el ser humano...
Eres una artistaza con la escritura!
Me encantó!
:)
ABRAZOS!
Gracias Remei, cuando era joven no entendía muchas cosas, pero cuando uno crece y vive va comprendiendo que se hace lo que se puede desde lo que uno es y hay que disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, un abrazo grande.
ResponderEliminarHola, Cristina:
ResponderEliminarDulces recuerdos de ayer, mis hermanitas también usaban delantales así.
Luces muy bien, felicitaciones.
Un abrazo.
Hola Rafael, como cumplí un año más, decidí volver a la infancia para contrarrestar ja ja ja, un abrazo!
ResponderEliminarBonita historia. María Cristina, ha sido un placer conocer tu blog, hasta la próxima lectura.
ResponderEliminarmariarosa
María Rosa, antes de contestarte fui a conocerte y te dejé comentario, ya te sigo también, gracias por venir a leerme, un abrazo
ResponderEliminarFeliz fin de semana :9
ResponderEliminarQue bonita historia de vida. Los padres nos dan lo mejor que tienen y pueden, me ha conmovido tu relato.
ResponderEliminarRosa
Precioso relato Maria Cristina... entre recuerdos y añoranzas con un halo de nostalgia!!!
ResponderEliminarBuen jueves
Un gran abrazo
Gracias Boris, lo mismo para vos!
ResponderEliminarGracias Isabel y Rosa de escritos en tu nombre, por venir a conocer mi blog, ya me puse como seguidora y voy a visitarlas también, un abrazo!
ResponderEliminarGracias Rosa! Un placer que vengas a leerme, en este caso un homenaje a mi mamá, un abrazo.
ResponderEliminarSin duda, los mejores recuerdos, son los de la infancia, ellos marcan nuestra vida para siempre.
ResponderEliminarGracias por compartir este episodio de tu vida.
Abrazos alados, M.Cristina.
Ya lo creo que la marcan, Diana, lo que me costó salir de la sillita! Un abrazote.
ResponderEliminarPase a visitarte y repase tu estupendo blog, me gusto bastante la historia que contaste, que bien estas en la foto te felicito por ser tan joven y tan guapa, desde Jaén un abrazo y feliz semana
ResponderEliminarTambién hacía esas cosas cuando tuve a mi primera niña. Me empeñaba en vestirla como a una muñequita...
ResponderEliminar¡Qué tiempos los de la niñez! y qué guapa estás en la foto.
Un beso grande.
Gracias por tu visita Miguel, y también por el cumplido, un abrazo!
ResponderEliminarHola Towanda, lo principal es que no la hayas tratado así, que supìera que era una nena de carne y hueso y poder hacer travesuras y ser perdonada, un abrazo grande!
ResponderEliminarRetroceder en el tiempo para revivir la niñez desde el recuerdo es alimentarse de vida y de luz, aunque también de nostalgia por las personas que ya no están a nuestro lado.
ResponderEliminarGracias por compartir estos momentos con nosotros.
Un beso.
Muy cierto lo que me decís María, es así, un abrazo!
ResponderEliminarHola Maria Cristina, hermoso y dulce relato
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Lapislazuli, me alegra tu vuelta espero tus trabajos, un abrazo!
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