El detective miraba sus notas, sorprendido por la cantidad de detalles anotados a las apuradas y también conmocionado por la cercanía con la mujer muerta. Hasta un mes atrás, había conversado con ella en la entrada del edificio cuando coincidieron uno entrando y el otro saliendo. Hablaron sobre una vecina, enferma terminal muy querida por ambos, que dos años antes se había ocupado de solucionar problemas serios del consorcio. En aquella oportunidad, la unión de casi la totalidad de la gente contribuyó a un resultado feliz que aun disfrutaban. No podía suponer que poco tiempo después tendría que reconocer y registrar el lugar del aparente suicidio de su ocasional interlocutora de aquel día.
La escena mostraba el testimonio de esa decisión. El cubrecama, triste y descolorido color terracota, que la vio acomodar por última vez el cuarto, algo arrugado por el desplazamiento del cuerpo. El velador encendido, a su lado un tubo vacío de pastillas y la botellita de agua tirada sobre la alfombra. Y la foto del hijo, singularmente presente en su ausencia, testigo inocente y mudo, pero con los ojos bien abiertos, mirando desde otro lugar sin comprender, y a pesar de todo acompañando a su madre para no sentirse abandonado ni abandonarla, sin preguntas, aceptando ese destino que ella eligiera. Y ahí también estaban los frascos sobre la cómoda, prolijamente alineados como para usarlos en cualquier momento, pequeños envases con distintos contenidos. Y todo quedó ahí, sin uso posterior ni futuro, sólo para servir a una reproducción meticulosa y precisa. Para dejar sentados los detalles concretos anteriores a una acción inexplicable.
Dejas claro que los detalles son muy importantes, sin ellos se desvanecen las grandes historias.
ResponderEliminarUn besote :)
Ayer en la noche me estuve acordando de ti, estuve viendo un documental de Buenos Aires, planteado desde el punto de vista de cualquier persona que viva ahí, me encantó todos los monumentos populares, los Impopulares, mil cosas, me encantó!!!
La extraña sensación de vacío y sorpresa que deja en el entorno que hasta ayer nomás convivía con ella. Sin embargo debió estar muy lejos su corazón para que ellos se sorprendieran. Sin embargo, en este mundo conflictivo son frecuentes estas historias. Muy buen relato María Cristina. Me agrada tu trabajo.Un saludo afectuoso y agradecido.
ResponderEliminarHay en la vida tantas cosas inexplicables, que por mucho que atemos cabos algo siempre se nos escapa...
ResponderEliminarEsta vez una vida se escapó...aparentemente una vida normal...
Este relato me encanta, lo dejas todo al vuelo, te centras en la investigación y logras que nos hagamos muchas preguntas.
Genial amiga!
este tipo de acciones solemos declararlas injustificables, me pregunto entonces porqué la gente se sigue suicidando? Evidentemente hay una minoría que le ha encontrado la justificación. Muy buenas descripciones, me pueden los relatos así
ResponderEliminarGUAUUUU!!!! te quedó espectacular el blog! La foto de la cabecera es un lujo y la del costado es genial. Buen cambio, Cris, me encanta
un besote
MARIE CRIS:
ResponderEliminarLo que pasa es que ella tenía un cáncer terminal, y no quiso sufrir la quimioterapia, ya estaba demasiado débil. Quiso irse en la plenitud de sus fuerzas, y evitar un dolor a su familia. Y la respeto. El suicidio está prohibido en el catolicismo, en el cristianismo en general, pero vaya a saber si DIOS lo permite, y lo comprende. Ella sabía que le quedaba poco tiempo, y no quiso ni sufrir, ni hacer sufrir a los demás. Al día siguiente, su familia encontró una carta de ella, aclarando las razones, para no dejar a todos como culpables
bue, MARIE CRIS, linda foto de portada, pero sacá más fotos tuyas,
abrazo nena
Leyendo el último comentario, creo que si Dios no lo comprende, entonces no es Dios, por tanto no ha de preocuparse uno. Quien sufre en sus carnes algo así o no, tiene libre albedrío de elegir. Nos lo dieron para usarlo, si eso no nos justifica el poco que nos pueda justificar, entonces es malévolo. Como lo fue matar, si es como lo dice el cuento, a Jesucrito de la manera en todos bien sabemos. Y en cierto modo, podemos decir que él conspiró contra sí mismo. No voy a ahondar en un tema que trae mucha tela...Yo creo que se ha de tener valor para llegar al suicidio y hasta compasión la tiene el que lo hace por razones que no tenemos que entender. Pero sí respetar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Andri Alba
Creo que Dios no necesita intermediarios.
ResponderEliminarSolo Èl puede juzgarnos. y las razones para un mismo acto, siempre son distintas.
Buen relato.
Un abrazo.
Hola Nieves, qué bueno que te haya gustado mi ciudad, hay de todo como en todas partes, pero uno no deja de asombrarse, un abrazo!
ResponderEliminarGracias Lao, me alegra que te haya gustado y agradezco tu amistad, un abrazo!
ResponderEliminarHola Remei, me cuesta la ficción, por eso es una suerte que les guste a mis queridos blogueros, un abrazote!
ResponderEliminarHola Laurita, fuiste mi inspiradora con tu sugerencia, qué lindo que te haya gustado, y la historia es algo que se me ocurrió a raiz de algunas historias que uno va escuchando, un abrazo genia!
ResponderEliminarMagú, te hiciste una novela con el cuento, muy bien! Cada lector aporta su punto de vista y enriquece el escrito. Me encantó la viejita con el bastón y su alma que se escapa por un costado, un abrazote!
ResponderEliminarHola Andri, Jesús tuvo que seguir su destino, así como Judas debía entregarlo él debía morir en la cruz. Y pienso que esta mujer también cumplió con el suyo, no quiso que nadie supiera de su decisión hasta que estuvo hecha. Un abrazo!
ResponderEliminarHola Gaucho, es verdad, cada vida es un misterio, como todo el universo lo es, un abrazo!
ResponderEliminarHola Maria Cristina, tu protagonista es la vida misma por lo inexplicable, nos dejas con tantos interrogantes. Muy lindo
ResponderEliminarUn abrazo
Inexplicable, triste y doloroso. Seguramente el detective podrá, con tantos detalles, conocer el verdadero motivo de la tragedia.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Maria Cistina. Muy interesante el relato. Y bueno. Cada cual tiene sus asuntos. Vaya uno a saber que cosas habia en la mente de esta mujer. Uno no se suicida por placer. Lo hace por depresion, por miedosa no saber como afrontarlos, por cosas que piensa que solo asi las va a superar.
ResponderEliminarUn abrazo y ya estas para el libro con cuentos policiales jaja.
Hola Lapislazuli, las personas suelen ocultar cosas y en un momento dado se muestra todo su dolor, un abrazo!
ResponderEliminarHola Rafael, si el detective fuera Columbo (personaje que hacía Peter Falk en una serie norteamericana) sería sencillo, un abrazo!
ResponderEliminarHola Gustavo, es verdad, llegar a esa decisión indica algún grado de coraje, aunque abandonar la vida sería un acto de cobardía, es complejo analizar eso, un abrazo y gracias por incluirme en una supuesta zaga policial!
ResponderEliminarCreo que por más detalles que haya, siempre queda un cabo suelto que hace muy difícil armar la historia.
ResponderEliminarBuen relato amiga..que buena imaginación tienes :)
Besitos.
Gracias Diazul, esa es mi lucha, la imaginación, un abrazo!
ResponderEliminarfelice inizio settimana...ciao
ResponderEliminarCon toda sinceridad, muchas gracias por venir a mi blog María Cristina.
ResponderEliminarUn abrazo bien grande.
Andri
Tus comentarios me gustan. Me siento cómoda contigo. Por eso es que he venido a agradecerte.
ResponderEliminar:))))
Andri
Hola Giancarlo, lo mismo deseo para vos, gracias.
ResponderEliminarAndri, es un gusto pasar a leerte, además sos tan detallista, ahondás tanto en tu mismo trabajo, como si quisieras perfeccionar tus ideas para que se comprendan, me resulta muy conmovedor y me ayuda a pensar en mis propias cosas, un abrazo!
ResponderEliminarLa cama, el velador, los frascos, todos testigos de un momento terrible en la vida de una persona. Nada más, una decisión que sólo ella sabe....
ResponderEliminarMuy buen relato con su triste historia.
mariarosa
Gracias Mariarosa, es así, solo ella lo sabe, muchos detalles pero ninguna carta, un abrazo!
ResponderEliminarcomo quien quiere ver el otro lado de la luna (o personas)
ResponderEliminarsaludos
Y todavía hay quienes dudan de que se haya podido visitar alguna cara de la luna, Omar, gracias por tu visita!
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