Yo escucho siempre detrás de las puertas. Es la única manera de enterarme de lo que pasa. Mi vieja me huele y cuando hablan con mi viejo y las otras tías, se fijan primero si ando cerca. Pero como me escondo bien, nunca se dan cuenta. La mamá de Cachito se las tomó con un pariente lejano que le dicen el primo Juan Carlos. Yo sé que no es ningún primo, fue todo un invento de la tía para mandarse a mudar con el tipo. Primero se iba un tiempo de viaje y pasaba algunos días allá donde él vivía, pero al final se fue y chau. Pobre Cachito, me da lástima, lo veo tan zonzo, haciéndose el bebé con ese conejo pelotudo que arrastra de acá para allá, que le tuve que decir la verdad. Para que no se rieran de él por atrás los otros pibes del barrio. Porque las chusmas que se enteran de todo desparraman las noticias y los muy hijos de puta se la agarran con mi primo. Yo lo voy a defender si lo cargan de nuevo cuando pase en bici por la otra cuadra, donde están los tarados estos. También, pone en el canasto a ese conejo mugriento del que no se separa ni a sol ni a sombra. Cómo no lo van a jorobar, no sé cómo no se da cuenta que ya está grande para andar con juguetes. Se ofende si le digo que es un juguete, él dice que es su único amigo, ¿y yo qué soy entonces? Claro que soy su primo, pero también soy su amigo, el que lo acompaña cuando sale solo a caminar; como todavía es chico, en una de esas se pierde, y el padre está tan mareado que ni se da cuenta de lo que hace. Se la pasa suspirando y tomando mate en la puerta de la pieza. A veces parece que se le vuelca el agua porque saca el pañuelo y se seca las manos y después se suena la nariz. Cada día está más flaco, ni la comida hace ya. Menos mal que Cachito viene a comer a mi cocina, sino se lo estaría llevando el viento también, como a mi tío. Hoy es sábado y en un rato van a venir todas las parientas, los escuché anoche, van a hacer una reunión para decidir qué se hace con Cachito. Si a alguien se le ocurre llevárselo lejos, están locos, a mi primo nadie me lo saca. Le voy a prestar mi cama, que se acueste a los pies, y también los patines, esos que tienen las ruedas torcidas pero todavía sirven. Y los dos nos vamos a ir a la plaza, todos los días un ratito, hasta la hora de la leche.
Como decimos aquí;
ResponderEliminarEn todas las casas cuecen habas
Y es que estos primos que salen de repente de la nada es algo muy común en estos días, lo importante es que no se descuide a los pequeños... como Cachito.
Un beso Cris!!!
Me gusto mucho leerte
Una historia como la vida misma, me encantó leerla.
ResponderEliminarPienso que los más pequeños siempre son los que más pierden, los adultos se las saben arreglar solitos, con esos primos que nadie sabe de dónde salieron.
Besitos, buen finde
Hola Nieves, historias que cuentan chicos pero que las hacen los grandes, es asi, un abrazo!
ResponderEliminarGracias Verónica, a veces deciden sus vidas sin pensar en ellos, un abrazo!
ResponderEliminarmucha ternura, mas allá del primo y su conejo el que me dio mucha ternura es el que relata la historia
ResponderEliminarme gustó muchisimo Cris
besos
Historia de vida, tierna y triste
ResponderEliminarUn abrazo
Por desgracia en la vida real hay muchos niños como Cachito, casi abandonados por su familia cercana y a merced de la ayuda de los demàs.. ojalà a todos ellos les saliera un primo como este que relata esta historia con tanta ternura y cariño hacia Cachito.
ResponderEliminarBuen texto Marìa Cristina
Besitos.
En medio de tanto olvido y soledad, qué bueno resulta contar con un amigo o familiar sincero, incondicional, que siempre tenga una palabra de aliento, un consejo o simplemente su cariño y aprecio.
ResponderEliminarBonito mensaje, amiguita!
Besos y abrazos alados.
Gracias por tu grata visita!!!
Gracias Laurita! Esos cariños entrañables que ahora escasean, un abrazote!
ResponderEliminarHola Lapislazuli, al menos se tienen el uno al otro, un abrazo!
ResponderEliminarGracias Diazul, es como vos lo decís, un abrazote
ResponderEliminarHola Diana, es verdad, tener a alguien en medio del desamparo es reconfortante, un abrazo.
ResponderEliminarbuen texto, nosotros seguimos activamente y vuelves a desempeñar un papel relevante en el bogardismo.
ResponderEliminaren mi familia lo llamaban filosofia de la supervivencia jajaj muy buen relato saludos
ResponderEliminarHay que ser un artista para sacudirse de los primos. Sobre todo si son inoportunos, que de todo hay en la parentela.
ResponderEliminarY eso de escuchar tras las puertas tiene sus pros más que sus contras, jejeje.
Muy bueno tu relato que parece verdades, Cristina.
Un abrazo
los lazos de familia, verdaderos,
ResponderEliminarmuy lindo
saludos
Hola chicos de Penyabogarde! Ahora paso a visitarlos y ver mi nuevo rol! Gracias como siempre, un abrazo.
ResponderEliminarHola Giancarlo, gracias por visitarme, un abrazo
ResponderEliminarHola Pili, claro que hay primos y primos, por suerte a Cachito le tocó uno de primera, un abrazote!
ResponderEliminarLugar de Paz, fui a conocer su sitio, encontré verdaderos mensajes de amor al prójimo, tan necesarios en estos tiempos donde los sentimientos parecen de papel, un abrazo y gracias por venir a leerme.
ResponderEliminarGracias Omar, un abrazo.
ResponderEliminarQuerida María Cristina, pasaré mañana por aquí. Hoy sólo vine a saludate, corazón bello.
ResponderEliminarAndri
Hola Andri, no te pierdas, un abrazo!
ResponderEliminarMuy enternecedor este relato, María Cristina, y es que el compartir es lo más generoso que hay en la vida, pero sobre todo, con ese gesto se transmite mucho amor.-
ResponderEliminarUn beso enorme.
Me ha parecido muy gracioso tu relato del primo.
ResponderEliminarUn beso maría cristina
Gracias María, eso mismo, hoy en día todo parece tan transitorio que los sentimientos profundos valen mucho, un abrazo
ResponderEliminarHola Ma.de los Angeles, es que este chico es de buenos sentimientos pero muy mal hablado, un abrazo!
ResponderEliminarMaría original relato es la vida misma.
ResponderEliminarSaludos desde Abstracción texto y Reflexión
Esa es la mejor manera de poder ayudar a las personas que se quieren.
ResponderEliminarque tengas una buena semana.
saludos.
Hola José Ramón, gracias por venir a leerme, un abrazo.
ResponderEliminarHola Ricardo, los cariños entrañables son muy valiosos, un abrazo
ResponderEliminarMe encantó leer el relato de estos niños. Tierno y, como dice Verónica, una historia como la vida misma.
ResponderEliminarAbrazote querida María Cristina.
Andri
Hola Andri, me alegra que te haya gustado, un abrazote!
ResponderEliminarPobre Cachito...menos mal que su prima está PARA TODO!
ResponderEliminarESTA CHICA, LA PRIMA, ES UN SER ESPECIAL...
Sí Remei, en realidad son dos varones, parece que no pude expresar claramente la diferencia ja ja ja, es difícil escribir desde el sexo opuesto, un abrazo!
ResponderEliminarUfff, me hiciste llorar, soy ya llorona por naturaleza pero esto me llegó y no sabés cuanto. Será que desde niña nunca he podido estar en donde quiero, siempre decidiendo por mi. Que lindo que escribís, me voy mas que encantada de encontrarte. Un abrazo, desde Uruguay, con cariño.
ResponderEliminarHola Lyliam, qué casualidad, mi familia materna es uruguaya, de Montevideo, me alegra haberte conmovido con este relato, los chicos tienen sentimientos nobles, un abrazo y voy a conocerte en tu blog.
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