Puntualmente, los días sábados primeros de cada mes tocaba el timbre: Desinfectadoooor! Abría la puerta con entusiasmo, a pesar de que los resultados eran insuficientes. Como viejos amigos nos saludábamos, hola qué tal, y… siempre andan por acá, no terminan de desaparecer… Qué barbaridad, y mire que las enfrentamos con un arsenal! Suspiro de mi parte y mutis hacia el living, mientras él, sin ningún resguardo ni máscara protectora, vaciaba su tubo de gas desinfectante entre la cocina y el baño. Me dejaba gel en las tapitas de gaseosas que siempre me recomendaba guardarle para dosis extras del especial tratamiento.
Hace tiempo que no lo veo, pregunté al encargado y dijo que creía se había mudado al interior. Pero la empresa que tenemos no manda a nadie más? Sí, ya avisamos y se van a ocupar. Muy bien, pero mientras tanto las cucas siguen saludándome cada mañana en gran profusión, espero que pronto tengamos un nuevo desinfectador.
Él ingresa a un edificio hermético por un portón automático, y dentro de un enorme tubo fosforescente muta su cuerpo humano en una inconfundible cucaracha gigante. Es recibido con gran alborozo por la comunidad. Tranquilos, dice desde el elevado sitial, ya impregnamos toda la ciudad de alimento imperecedero.
Muy buen relato, María Cristina.
ResponderEliminarSe me eriza la piel solo imaginarme esos bichos, jaja
Besos, buen fin de semana
buenísimo tu relato María Cristina,debe ser cierto, para mi que son extraterrestres que milenariamente se instalaron en nuestro planeta!!!!! Un saludo afectuoso y ¡buen fin de semana! ¡para todos!!!!!!! ¡gracias por tanto!!
ResponderEliminarPara mi no hay nada peor que las cucas, que horror!!
ResponderEliminarPor lo visto son ellas las únicas que sobrevivirían a lo atómico que ya es decir...
Ya la mutación me ha sobrecogido!!!
Un relato magnifico Cristina, buen fin de semana :)
BESOS!!!
Gracias Verónica, en verdad son insoportables! Un abrazote
ResponderEliminarLao, leí hace poco que ya el famoso gel lo han neutralizado, son muy inteligentes y llevan muchos años más que nosotros pululando en el planeta! Trabajo extra para los químicos, buscar nuevos antídotos, aunque sin la esperanza de erradicarlas, un abrazo!
ResponderEliminarHola Nieves, ahora se meten dentro de los aparatos, microondas, heladera, lavarropas, timbre!!!! Admirables, si no fuera por lo que perjudican, un abrazo!
ResponderEliminarMuy bueno. Sobre todo al final. Una invasión de cucarachas. Aunque siempre se las rebuscan para aparecer desde algún rinconcito. Te mando un abrazo
ResponderEliminarSon resistentes y perseverantes las muy condenadas.
ResponderEliminarMuy buen Relato.
Abrazos y besos.
Gustavo, van a sobrevivir a todo! Un abrazote
ResponderEliminarGracias Pedro! Un abrazo
ResponderEliminarMuy bueno, aunque repulsivo el insecto, ja ja ja. Acá también viene todos los meses el desinsectador, aunque gracia a Dios, no tenemos visitas de ese tipo. Cariños.
ResponderEliminarJajaja... muy bueno, María Cristina. Original.
ResponderEliminarSaludos.
Que bueno!!!
ResponderEliminarAy la virgen...que nos van a invadir...dime que no saben nadar...
:)
Un beso artistaza, que relato más bueno!!!
Hola Norma, gracias por tu visita! Un abrazo
ResponderEliminarHola Isabel y Rosa, de Escritos..., gracias, un abrazote!
ResponderEliminarRemei, malas noticias, nadan, se meten en la heladera, no hay dudas de que saben sobrevivir! Pero quedate tranquila, estamos muy lejos, un abrazo!
ResponderEliminarMuy bueno María Cristina. No sabes
ResponderEliminarel miedo y el asco que me producen.
Es llegar un poco el calor y empiezan a aparecer.¡Muchas gracias guapa!
Un abrazo grande.Bendiciones!!!
Parece que nadie las quiere! Un abrazo Marian!
ResponderEliminarHola, María Cristina:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu amistad, por tu constante presencia en mi blog y por la palabras tan amables que me dejas en cada uno de tus comentarios que son muy reconfortantes en éstos momentos de mi vida. Dios te guarde y te bendiga.
Un abrazo.
Gracias Rafael! Un abrazo grandote!
ResponderEliminarQue horror las cucas aunque suelen andar por ahí igual... yo tengo mucho patio, a veces se esconden debajo de ladrillos.
ResponderEliminarUn besito Maria Cristina.
Un abrazo Luján!
ResponderEliminarYo leí una vez, que la cuca...es un animal, insecto o como queramos llamarlo, migratorio, que no para de caminar. También le gusta los sitios más limpios de la casa, es por eso que nos las encontramos en todas partes.
ResponderEliminarHace unos días vi una en...¡¡Mi cesto de costura!! Agggg
No puedo seguir hablando de tan repúgnate "animalito".¡Ah!,y según los científicos, en una explosión nuclear, solo se salvarían ellas !!
Un besito
¡Qué bueno, maría cristina!
ResponderEliminarMe has puesto los pelos de punta.
Me encantan tus historias.
Besitos.
Ma de los Angeles, ya lo creo que nos van a sobrevivir, son super inteligentes y se adaptan a lo que hay, ahora, si quieren limpieza, voy a dejar todo mugriento! ja ja ja, un abrazo!
ResponderEliminarHola Towanda, no te preocupes, nosotros los humanos no les interesamos, un abrazo!
ResponderEliminarBuenísimo María Cristina, cuidado con esas cucas, que se multiplican y crecen, jajaja. Me ha encantado el relato. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana amiga.
ResponderEliminarNi tarántulas, ni ratones, ni boas, ni mosca tse tsé.
ResponderEliminarlas cucarachas dan pavor.
Anótalo para otro capítulo, porque esto es real real real:
Descubrí ¡una cuca negra marrón brillante, con sus patas y sus alas y sus antenas...quieta parada en la pantalla de luz.
estuve a punto de caer fulminada, yo, pero con ayuda de terceras personas conseguimos abatirla al suelo y fulminarla.
Bien hubiera servido el Desinfectadorrrr!
Genial el relato, María Cristina. Suspense total.
Un abrazo
Gracias Pepe, un abrazo!
ResponderEliminarHola Pili, claro que creo tu historia, nos desafían, ahora andan a plena luz del día, antes al menos aparecían en la oscuridad, un abrazo solidario!
ResponderEliminarMA CRIS
ResponderEliminarEscalofriante
a casa, cuando vivía en un departamento, la cucarachera era una señora muy amable, que además se ganaba la vida paseando a viejitos y a lisiados por Buenos Aires y alrededores en su camioneta, pero hace quince años que me mudé y no la ví más
también FER tenía un vecino (en la casa de su mamá) que tenía una empresa insecticida cucarachicida y hacía seminarios en IGUAZÚ y todo (jjaaja me causa gracia, simposio de cucarachicidas) hay europeas y africanas, rubias y negras, cada una con sus cosas
no me dan miedo ni asco las cucarachas, todo depende de como las cuidemos, me dan miedo las ratas y los murciélagos pero ellas no, las pobres comen loq ue les dejamos. bue, beso
Hola Magú, se ve que hace tiempo no las ves, han progresado mucho, ahora se meten en lavarropas, microondas, heladeras, y estropean sus motores, yo tuve que reemplazar el micro y ahí andan otra vez, soy víctima de ellas, un abrazote!
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