martes, 24 de junio de 2014
viernes, 20 de junio de 2014
EL PRÍNCIPE "TUTI"
“La
princesa Sol recibió la visita del príncipe Tuti, tenía pelo verde, ojos
fucsia, pantalón amarillo y camisa anaranjada, tenía ojotas porque era verano.
Ella estaba muy sorprendida por esa visita y le preguntó qué quería, él le dijo
que quería invitarla a su castillo a comer comida chatarra y la princesa llamó
a su mamá la reina y le preguntó si podían ir al castillo, pero la mamá se puso
a gritar, de ninguna manera vamos a comer comida chatarra, nosotros comemos
comida saludable! El príncipe puso cara seria pero igual los invitó, entonces
comieron pollo verduras y frutas. Pero al final ¡helado! Todos estaban muy
contentos y después de hacer la digestión se dieron un chapuzón en la pileta
climatizada.
Después, todos se fueron contentos y felices y comieron
perdices”
Como
se podrá deducir no soy la autora de este cuento, sino mi querida nietita Sol,
y como orgullosa abuela chocha, acá lo transcribo para la posteridad! Gracias
por la paciencia!
viernes, 13 de junio de 2014
PARA CUMPLIR MI PROMESA
Seguramente las expectativas eran mayores respecto al libro que
mencioné, el final solo fue una expresión de deseos en el sentido de saber qué
sucede y ver cómo podemos evitar los males mayores. Cosa que por supuesto no
está en nuestras manos, simples mortales habitantes de diferentes naciones,
pero sin cargos de responsabilidad. En todo caso, lo único que podríamos hacer,
cada uno con su voto y cuando corresponda, es saber elegir a quienes dirigen
esos destinos.
sábado, 7 de junio de 2014
¿ESTO ES REAL?
Y si lo fuera, qué cambiaría? Alguien se encargó de
investigar un hecho no del todo descabellado en su inicio, pero delirante en el
desenlace pronosticado. Nadie ignora que el mundo funciona globalmente manejado
por grandes potencias, aunque no conozcamos en detalle nombres o instituciones,
imaginamos que las decisiones en las altas esferas están programadas por
intereses que escapan a nuestro diario vivir. Así y todo, cada país tiene su
relativa autonomía, siempre y cuando no tome medidas que afecten ese orden
superior. Para contrarrestar eso existen las guerras que se declaran justas
pero encubiertamente con otros fines. Quienes poseen territorios ricos en
petróleo, minerales, agua potable, tienen la mirada atenta y vigilante de estos
superpoderosos, saben que somos su riqueza latente. Por lo tanto, dominarnos
para no perder el control sobre esos elementos, es su tarea permanente. Uno
puede pensar que en algún momento crítico utilicen los medios a su alcance y
tomen posesión de lo necesario para la supervivencia mundial. Ahora bien, de
ahí a que nos quieran asustar con un futuro robótico donde funcionemos con
chips, al mejor estilo fantástico, hay un abismo. A no ser que las películas de
ciencia ficción hayan logrado un efecto catastrófico en miles de mentes
desquiciadas y planeen llevar a cabo lo que tantas veces disfrutamos como
entretenimiento. El libro que estoy leyendo, presentado como una investigación
seria, me llevó a este post de hoy, cuando termine su lectura quizás habré
sacado otras conclusiones. Prometo compartirlas.
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